La municipalidad de Denver cerrará a finales de marzo los albergues y cancelará los programas que asistieron a casi 40.000 migrantes en los últimos 18 meses, anunció este miércoles su alcalde, Mike Johnson, quien explicó que la medida se debe a la falta de fondos.
El funcionario dijo que la ciudad carece de los 60 millones de dólares necesarios para continuar con los programas de ayuda a los migrantes recién llegados, la mayoría venezolanos, y la ciudad tiene otras obligaciones, como mantener abiertos los centros recreativos.
El anunció se suma al de otras ciudades estadounidenses que en los últimos días también han dado a conocer el cierre de servicios para atender las oleadas de migrantes.
En el caso de Denver, Johnston estimó que el costo total de ayuda a los migrantes desde finales de 2022 hasta la fecha superará los 120 millones de dólares, de los cuales solo una fracción de esa cifra ha sido cubierta por subsidios federales o estadales.
Johnston indicó que la decisión de cerrar los albergues y otros servicios (como clínicas de salud o servicios de traducción) se había tomado «hace semanas», pero que la implementación fue postergada debido a las temperaturas bajo cero en la región.
Gracias a un nuevo acuerdo con la Arquidiócesis Católica de Denver (que alojará temporalmente a ciertas familias migrantes con hijos) y a una colaboración más cercana con organizaciones comunitarias locales, los recortes ahora se pueden implementar sin privar a los migrantes de ayuda básica.
«Es un gran paso en la dirección correcta. Creo que queda mucho trabajo por hacer», aseveró el alcalde, quien subrayó que la labor coordinada con organizaciones locales impedirá «un aumento significativo» de personas en situación desamparada en la capital de Colorado.
«También hemos notado que ahora más personas son conscientes del volumen de migrantes que Denver ha acogido y que la disponibilidad de empleos y viviendas que existían hace seis meses ya no existe», puntualizó el funcionario.
Por eso dijo, de 40% al60% de los nuevos migrantes que llegan a Denver ya no se quedan en esta ciudad y el número de recién llegados se redujo de unos cuantos centenares diarios a solo 17 registrados el martes.
La alcaldía informó sin embargo que en las próximas seis semanas casi 2.500 migrantes seguirán al cuidado de Denver.
Johnston enfatizó que Denver «no está cerrando sus puertas a los migrantes» y que «se buscarán formas más eficientes de apoyar a quienes eligen hacer de la ciudad su nuevo hogar».
«Denver ha sido y será la ciudad más vibrante de Colorado en las próximas décadas. Lo será porque seremos un lugar que dará la bienvenida a las personas que quieran venir a ayudar a convertir a Denver en algo mejor», expresó el alcalde.
En la actualidad, según datos del Buró del Censo, 12% de los 712.000 habitantes de Denver es de origen migrante.
La semana pasada un refugio en San Diego que recibía a migrantes que ingresaron por la frontera entre California y México cerró por falta de presupuesto, medida que dejó a la deriva a cerca de 500 solicitantes de asilo, quienes, según organizaciones comunitarias consultadas por Efe, son liberados por la Patrulla Fronteriza cada día.
Otro centro de acogida de migrantes en Arizona advirtió esta semana que en los próximos días se quedará sin los recursos que el gobierno ofrece.
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional