Sigue existiendo una tendencia nacional, regional, generalizada, naturalizada, muy interiorizada, a comprender como cultural sólo a las manifestaciones artísticas, a las bellas artes, al acto cultural que eventualmente “adorna” nuestros marcos y eventos sociales. Todavía hoy, siglo XXI del tercer milenio, persiste esa visión unívoca, estrecha, cerrada. Entre otras visiones y prácticas también unívocas, estrechas y bien cerradas….
Una vez, hace unos cuantos años, mientras desarrollábamos un taller sobre estos tópicos en una de las comunidades venezolanas atendidas por el Proyecto de Desarrollo de Comunidades Rurales Pobres (Prodecop), una campesina expuso su entendimiento sobre el concepto de cultura, diciendo:
-Entonces, profesor, ¡todo lo que no es verde es cultura!
-¡Exactamente!
El recuerdo es oportuno para lo que viene. Hace un par de meses hicimos una exposición en los espacios de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Finis Terrae, en Santiago de Chile. La exposición tiene por nombre ¿Qué es la cultura para ti? Y en ella recogemos las impresiones del estudiantado de la propia Escuela de Ingeniería acerca de lo que es la cultura para cada quien.
Una reflexión conjunta que hemos hecho en los primeros días de cada semestre y que nos ha deparado una serie interesante de consideraciones que van desde lo más cotidiano y hasta lo más extraordinario. Esas reflexiones escritas nos ayudan a ir generando miradas comunes a partir de las constantes y variables que definen a la cultura en su sentido antropológico. Es una manera de alborotar el apiario, de generar vida colmenera y hacer que el semestre transcurra entonces en la concepción, hechura, y evaluación de proyectos individuales o colectivos de gestión cultural en las comunidades donde vive nuestro alumnado. En todo caso, la experiencia de nuestra cátedra ha sido toda una travesía para avivar el ingenio… Para el día inaugural de la exposición, montada junto a algunos estudiantes, escribí y leí las próximas líneas:
Cada vez estoy más convencido de que a las cualidades académicas y a los talantes profesionales les sustenta el ingenio, sea cual sea la carrera escogida por cada estudiante; que al ingenio propio de cada quien hay que conocerlo y observarlo siempre para entender mejor al sí mismo y a los demás, para quererse más a sí mismo y entonces querer más a la otredad, de manera honesta y empática, de verdad. Que existe una responsabilidad de cada cual consigo mismo y con la sociedad donde se desempeña. Que al ingenio propio de cada quien se le conoce, se le anima, se le mueve, se le activa, se le alimenta conociéndose mejor y aprendiendo a ampliar las facultades expresivas, saltar los obstáculos propios y ponderar las posibilidades creadoras, sin paternalismos ni mucho menos con monsergas doctrinarias.
Porque como lo escribió el maestro Rafael Cadenas hace tiempo: “El problema de toda ideología es que ya está hecha, lo cual traba el pensar libremente”. Vale decir que en Venezuela y en el pecho de los más de 7 millones de personas que vivimos actualmente en el exilio, hemos recibido una buena noticia en medio de tanta violencia y tanta barbaridad: a nuestro poeta Rafael Cadenas acaban de concederle el Premio Cervantes 2022. El Premio Miguel de Cervantes, otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España, es el galardón más importante de la literatura en español concedido a un autor por la importancia del conjunto de su obra y por haber contribuido a enriquecer el patrimonio de la lengua española.
Para ampliar las facultades expresivas, saltar los obstáculos propios y ponderar las posibilidades creadoras, nada mejor que aprender haciendo y aprender jugando de la mano de excelsos autores y autoras, creadores y creadoras del universomundo. Eso es nuestro propósito, es lo que hemos querido hacer y estuvimos haciendo con nuestra cátedra Del teatro a la comunicación efectiva y la marca personal durante tres años y medio que estuvimos desarrollando el curso desde la tribuna de la cátedra Acompañamiento y Tutorías, mejor conocidascomo ACO III y ACO IV de nuestra querida Escuela de Ingeniería de la Universidad Finis Terrae, en Santiago de Chile. Ojalá lo compartido sea de provecho para cada cual, para el presente y para el porvenir.
Por otro lado, lamentablemente, cada vez estoy más convencido también de que en sociedades como las nuestras, el sistema educativo nos ha preparado para recibir, para ser receptores en lugar de emisores, para copiar y pegar, memorizar y calcar, repetir; disminuir el vocabulario; reiterar lugares comunes sin ninguna moderación… Con esos procedimientos, el ingenio se pasma o puede quedar muy chico porque se le apresa como si se tratara de un perseguido ¡Y ahora con la Internet y sus pantallas, toca andar más atentos aún al achatamiento!
Así que los esfuerzos, la dedicación, la disciplina y la perseverancia que nos toca tener ante los desafíos universitarios exigen sobre todo un ingenio atento, un alma despierta, ávida de aprender y enseñar también, sí. Pero, sobre todo, un alma despierta para afilar y afinar el ingenio, como un hábito, para la celebración más completa de los talentos que cada cual tiene y para que la expresión de esos ingenios, de esos talentos, consiga las mejores maneras de manifestarse en procura de mejores individuos y mejores sociedades.
Por eso, al cierre de este período escolar, como control final, hemos querido hacer esta exposición dedicada a la cultura. La cultura como crisol de y para el ingenio, para la construcción, para la suma y multiplicación de bienes ligados a los ecosistemas de los que formamos parte. La cultura constructiva, la cultura inteligente que no se conforma con repetir, sino que imagina, piensa, diseña, construye y evalúa mejor cada vez. La cultura entendida en su sentido más humanista, más humanitario, más amplio y más holístico.
Si somos capaces de entender esta dimensión ampliada de la cultura, entonces, como estudiantes y como profesionales en el inmediato futuro, ayudaremos a apuntalar la consolidación de un país y de una región que puede ser mucho más próspera, libre, plural, democrática; de una vida más digna, solidaria y en concordia.
Gracias por este viaje al sí mismo, por la empatía y la solidaridad, por arriesgarse ante los desafíos propuestos y por atreverse a desarrollar las posibilidades expresivas y las facultades creadoras de cada quien, para ustedes mismos, para un mejor país, para una mejor región, para un mundo mejor.
¡Falta mucho por hacer y mejorar en cada quien! En todo caso, por favor, que el crecer y el crear sean un hábito en cada una y cada uno de ustedes ¡A seguir creciendo y creando, querido y respetado estudiantado, profesoras, profesores, compañeros todos y todas!
www.arteascopio.com
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