Estados Unidos ha decidido responder con la amenaza de nuevas sanciones y presuntos ciberataques a Irán, en medio de la cada vez más tensa relación bilateral tras la agresión contra dos buques en el estrecho de Ormuz y el derribo de un avión no tripulado en un punto en el que ambos países han diferido.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, confirmó este domingo que el gobernante Donald Trump anunciará mañana «sanciones adicionales contra Irán», aunque no abundó en mayores detalles. Sí fue enfático en advertir que Washington no permitirá que Irán tenga armas nucleares.
La posibilidad de nuevas sanciones, anticipada por el propio Trump este sábado, amenaza con imprimirle más tensión a la relación entre ambos países, que empezó su declive el año pasado después de que Washington se retiró del acuerdo nuclear con Teherán.
Tras abandonar el pacto nuclear de 2015, que fue firmado también por Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania y que se encuentra muy debilitado, Estados Unidos impuso sanciones a Irán y en abril pasado el gobierno de Trump decidió no renovar las exenciones a la compra de petróleo de ese país.
Este domingo, en una entrevista difundida por NBC News, el mandatario estadounidense puntualizó que no busca una guerra con Irán y aunque no cerró la puerta a un contacto con ese país, aclaró que será sin condiciones. «No estoy buscando la guerra y si la hay, será una destrucción como nunca antes la habías visto. Pero no estoy buscando hacer eso», afirmó.
«¿Quieren hablar? Bueno. De lo contrario, pueden tener una mala economía en los próximos tres años», agregó.
Trump se refirió en la entrevista al incidente del pasado jueves, cuando un avión no tripulado estadounidense fue derribado en un lugar que también ha sido motivo de controversia para ambos países: mientras Estados Unidos asegura que el ataque fue sobre el estrecho de Ormuz, en el espacio aéreo internacional, Irán afirma que el dron cayó en sus aguas territoriales.
El presidente defendió su decisión de detener un ataque selectivo contra Irán en el que habrían muerto alrededor de 150 personas y que de haberse concretado sería el tercero en el Medio Oriente durante su gobierno, tras los que ordenó en 2017 y 2018 contra objetivos militares en Siria.
Este sábado, el mismo Trump puntualizó en su cuenta de Twitter que no había llamado a «dar marcha atrás» en el ataque a Irán, «como la gente está informando incorrectamente», sino que simplemente detuvo «el avance en ese momento».
Horas después, medios locales revelaron, citando fuentes conocedoras de las operaciones, que Estados Unidos lanzó el mismo jueves ciberataques contra computadores que regulan los sistemas de lanzamiento de misiles en Irán.
Según The Washington Post, la ofensiva cibernética del jueves inutilizó los sistemas de computadores empleados en el control de cohetes y misiles de Irán.
The New York Times indicó que los ataques fueron preparados durante semanas y fueron decididos como respuesta directa al derribo días antes de un dron estadounidense por un misil tierra-aire iraní en las cercanías del estrecho de Ormuz, así como a las agresiones contra dos cargueros el pasado 13 de junio en esa misma zona, a 30 millas de la costa de Irán.
Miembros del Comando Cibernético de Estados Unidos fueron los encargados de llevar a cabo esas acciones, que fueron propuestas por el Pentágono después de que dos barcos, uno propiedad de un armador noruego y otro japonés, sufrieron impactos y explosiones al salir del estrecho de Ormuz, algo de lo que Washington acusó a Teherán.
No obstante, The New York Times detalló que determinar la eficacia del ciberataque es difícil y solo podrá saberse si Irán intenta de nuevo el lanzamiento de un misil.
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