El Observatorio de Conflictividad Social documentó un total de 6.956 protestas ciudadanas el año pasado en Venezuela, lo que equivale a un promedio de 19 eventos diarios. Aunque esto representa una ligera disminución de 1% en comparación con el año anterior, cuando se registraron 7.032 manifestaciones, evidencia una continua efervescencia social en el país.
La organización publicó su informe anual en el que destacó que 80% de las manifestaciones registradas estuvieron relacionadas con los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
Problemas como los bajos salarios, las políticas públicas ineficientes, la infraestructura de servicios básicos colapsada y casos de corrupción impactaron negativamente la calidad de vida y la dignidad de los venezolanos.
Por salarios y pensiones dignas
En ese contexto, trabajadores, jubilados y pensionados lideraron las manifestaciones pacíficas en demanda de salarios y pensiones dignas, en línea con lo establecido en la Constitución de la República.
Los vecinos ocupan el segundo lugar como actores de protestas, exigiendo al Estado políticas públicas que garanticen la prestación de servicios básicos de calidad y una vivienda digna con acceso a los servicios esenciales.
En cuanto a las protestas relacionadas con Derechos Civiles y Políticos (DCP), estas representaron 20% del total registrado. Fueron protagonizadas por simpatizantes y líderes políticos, tanto de la oposición como del gobierno. Las manifestaciones giraron en torno a la activación del Registro Electoral Permanente, la exigencia de garantías de transparencia en las jornadas electorales y otras demandas políticas y civiles.
Represión y persecución
El informe también revela datos alarmantes sobre la represión y la persecución a líderes sociales, sindicalistas, trabajadores y defensores de derechos humanos por parte del Estado venezolano. Hubo casos de detenciones arbitrarias y amenazas a aquellos que levantaron su voz en defensa de los derechos laborales y sociales de la población.
En cuanto a la geografía de las protestas, el estado Anzoátegui lideró el índice con 714 manifestaciones, seguido de Bolívar, Sucre, Mérida y Lara. Esta distribución refleja la diversidad de preocupaciones y desafíos que enfrenta la población venezolana en diferentes regiones del país.
Otro aspecto relevante es la preocupación por las 105 huelgas de hambre documentadas durante el año pasado, protagonizadas principalmente por jubilados, pensionados y personas mayores. Estas cifras reflejan la desesperación y la radicalización de los manifestantes venezolanos, quienes se ven obligados a tomar medidas extremas para visibilizar y exigir soluciones a sus problemas.
Más de 4.000 protestas laborales
En cuanto a las demandas laborales, destaca que los trabajadores siguen liderando el índice de conflictividad social en el país. Se documentaron 4.100 protestas laborales, lo que representa un aumento de 28% en comparación con el año anterior. Los trabajadores exigen salarios dignos y mejores condiciones laborales en un contexto de deterioro económico y devaluación constante de la moneda nacional.
El informe también señala casos de persecución a sindicalistas y activistas sociales, como la condena a 16 años de cárcel impuesta a 6 sindicalistas y activistas sociales por participar en protestas laborales.
La organización dio una visión exhaustiva de la conflictividad social en Venezuela y destacó la urgencia de atender las demandas de la población y garantizar el respeto a los derechos humanos y civiles en el país. Las manifestaciones ciudadanas siguen siendo una expresión legítima de la ciudadanía en busca de un cambio y una mejora en sus condiciones de vida.
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