Después de 25 años de tiranía chavista, al venezolano (sobre todo a los más jóvenes) se le olvida el maravilloso país que fuimos antes de la peste chavista. Un país de diálogo y debate, de cultura, de tradición, de hermandad, de bienestar y de prosperidad, pero especialmente de democracia…, imperfecta, pero perfectible. No lo quisimos ver.
Y sí, había problemas como en cualquier nación, pero éramos un país libre, desarrollado, democrático. Un fantasma histórico en el país, el militarismo, comenzó a mostrar su sangriento rostro gradualmente en la sociedad. Ello, unido a una flagrante, impensable y ruinosa inmoralidad en las élites económicas nos hizo decaer como nación. Así, Hugo Chávez, un militar adoctrinado en el socialismo soviético y cubano, toma las armas en el sigilo de la madrugada del 4 de febrero del 1992 para dar un sangriento y asesino golpe de Estado, le dispara en la frente a la democracia y la hiere de muerte.
Parecía, con su detención, que se había detenido el temporal, que una vez preso el asesino de miles (Chávez) y sus cómplices (Cabello, Carreño, Rodríguez Torres, etc.) el dilema quedaría resuelto, pero no fue así. Rafael Caldera, motivado y envilecido por una rabia ancestral contra el presidente Carlos Andrés Pérez, decide irresponsable y trágicamente no sólo apoyar el acto criminal de Chávez, sino peor aún, usarlo para llegar a la presidencia y desde ella, liberar al asesino Hugo Chávez sin ninguna restricción, sanción o penalidad por su crimen. Obviamente, el sobreseer (poner fin al proceso penal sin atender el asunto) los homicidios, la rebelión, pero sobre todo la traición nacional cometida por Chávez permitió que los crímenes cometidos por el carismático sinvergüenza quedaran impunes y él se erigiese como un “redentor” y “vengador” de los más necesitados. No entiendo cómo no lo vieron.
Semejante a Hitler, Mussolini, Castro y otros criminales de la historia de la humanidad, Chávez salió de la cárcel para buscar el poder y financiado por todas las fuerzas oscuras de la sociedad: el narcotráfico, el socialismo, la corrupción y el crimen organizado llegó al poder significando el inicio del tiempo más devastador y ruinoso de la historia de Venezuela.
Parte de este drama se puede ver en el primer episodio de la serie La peste chavista, desde el domingo en el canal YOUTUBE.COM/CHAVISMOLAPESTE (el canal de la memoria).
Velo, compártelo, el país nos grita, la historia nos obliga. El primer paso de la libertad es la conciencia. Sé consciente de lo que nos pasó. No es tiempo de líderes, es tiempo de próceres…, y los venezolanos lo llevamos en el espíritu.
¡Viva la libertad! ¡Viva Venezuela!
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