El presidente argentino, Javier Milei, se enfrenta este miércoles a la primera huelga general en solo 45 días de gobierno, en contra de su draconiano ajuste fiscal y su plan de reformas de más de un millón de leyes y regulaciones que rigieron durante décadas.
El mayor sindicato argentino convocó la huelga en rechazo, en particular, a los cambios por decreto del régimen laboral que impulsa Milei, que limitan el derecho de huelga y afectan la financiación de los gremios.
Anunciaron también sus adhesiones al paro las mundialmente conocidas organizaciones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, así como gremios y organismos de derechos humanos de todo el país.
«Es una forma de dar apoyo a esta resolución del pueblo de conformar una protesta y un llamado de atención por toda esta situación que estamos viviendo con este gobierno tan extraño», dijo el martes la presidenta de Abuelas, Estela De Carlotto.
Organizaciones ciudadanas y sindicales de todo el mundo llamaron también a movilizarse a favor de los manifestantes argentinos.
En Uruguay, el PIT-CNT, la central sindical única de trabajadores, llamó a manifestarse en rechazo a las «medidas antipopulares» de Milei, «que amenazan la vida, los derechos y la libertad de los trabajadores y el pueblo argentino».
También se esperan actos de apoyo en Madrid, Londres, Berlín y París, entre otras ciudades.
La huelga general es convocada por la mayor central sindical de Argentina, la Confederación General del Trabajo (CGT), de orientación peronista, y recibió el apoyo de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA), segunda en tamaño.
Se espera que millas, y tal vez decenas de millas de manifestantes se congreguen en el corazón de Buenos Aires para la concentración. Solamente el gigantesco CGT dice contar con 7 millones de afiliados.
Primer desafío
Será la primera manifestación de alcance nacional contra el gobierno y sus drásticas medidas de ajuste con las que busca contener una inflación anual de 211%, récord en 30 años.
En diciembre, en términos interanuales, el consumo se contrajo 13,7% y la producción de las pequeñas industrias cayó 26,9%, según la cámara empresaria CAME.
Además, la devaluación de 50% y la liberación del precio de los combustibles, entre otras decisiones de Milei, recortaron fuertemente el poder adquisitivo de asalariados y jubilados, y el descontento se trasladó directamente a las calles.
Sin embargo, varios sondeos muestran que el presidente se mantiene entre 47% y 55% de imagen positiva.
La huelga durará 12 horas a partir del mediodía, y arrancará con una marcha desde la sede de la CGT, a pocas calles de Plaza de Mayo, hasta el Congreso.
«El paro del miércoles lo que te va a mostrar es que hay dos Argentinas. Hay una Argentina que se quiere quedar en el atraso, en el pasado, en la decadencia», dijo Milei esta semana.
Servicios esenciales
El mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de 366 artículos dictado por Milei apenas consideró, introduce varios cambios de fondo en la antigua y consolidada legislación laboral argentina, en particular sobre el ejercicio del derecho a huelga.
Milei exige coberturas mínimas del 75% en servicios esenciales como educación, transporte y alimentación, entre otros, e impulsa despidos con causa a huelguistas.
El DNU también regula las asambleas laborales, condiciona la recaudación de fondos sindicales y reduce las indemnizaciones por despido.
La CGT cuestionó la constitucionalidad del capítulo laboral del megadecreto ante la justicia, que suspendió provisoriamente sus efectos. La decisión fue apelada por el gobierno y el caso ya fue elevado a la Corte Suprema, actualmente en receso.
Para Milei, «esta es la primera vez que (con un DNU) se devuelven libertades a los ciudadanos, que se arma un sistema para que los mercados sean más competitivos y además se eliminan tongos [amaños]. Y ahí tenés por qué están tan enojados».
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