Una oposición cegata que no le ve ningún lado bueno al gobierno está condenada, no digamos a la derrota y al olvido, sino a repetir la conducta reprochable del chavismo. Este socialismo del siglo XXI ha traído cosas buenas. No se trata de un chiste diciendo que me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra… como dice la canción de Tony Camargo, eso son mamaderas de gallo de Laureano y su pandilla. Por ejemplo, en la IV República, de adecos y copeyanos, los huecos, hoyos, agujeros, socavones, túneles, cuevas, baches y demás deudos, eran considerados como pruebas claras del fracaso en la gestión administrativa de las vías terrestres de comunicación, en la derrota abismal y vergonzosa de los distintos ministros del Transporte, de gobernadores y alcaldes. Cada vez que un desprevenido conductor era afectado por tales irregularidades circulatorias, los gritos relacionados con la progenitora del ministro, gobernador o alcalde de turno eran ensordecedores. Huecos en las calles eran considerados fallas, errores y ciertos atisbos de corrupción. Además, que su reparación significaba erogaciones millonarias y nunca podríamos decir que hubo una verdadera salud en las vías de comunicación. Las coimas y comisiones eran tremebundas. Nuestro gobierno rojo rojito no solo no ha reparado las vías sino que ha estimulado con las hidrológicas, con Cantv y con Movilnet la “apertura” de nuevas cuevas terrestres, con ventajas evidentes. Primero: se ahorra un dineral en reparaciones, bacheos y nuevas autopistas y carreteras, ni qué decir de la vialidad agrícola. Se necesita menos personal en esas actividades, trabajadores que se desplazan hacia otras funciones de gobierno como salud, educación, seguridad. Es por ello que nuestro sistema educativo y de salud es de los primeros del mundo. Segundo: no hace falta la instalación de reductores de velocidad, los llamados policías acostados, que en Venezuela son por lo menos sargentos. Así disminuyen los accidentes viales y hay menos pérdidas humanas. Al bajar la velocidad por la cantidad de irregularidades en el pavimento, en las calles, avenidas, carreteras y autopistas hay un ahorro gigantesco de gasolina que se evidencia en la desaparición de las colas en las gasolineras y estaciones de servicio. En la abundancia del preciado líquido, sobre todo en el interior de la república. Anjá, tomen su tomate opositores enceguecidos y radicales. Veamos otra ventaja. Los robos de bancos han desaparecido casi en su totalidad. El último de ellos fue en 2007 cuando se descubrió una banda organizada con múltiples brazos y tentáculos que robaba en los bancos; lápices, bolígrafos, engrapadoras, papel sanitario, papel bond y hasta computadoras. Desde que esa banda fue desmantelada los bancos han tenido unas vacaciones tranquilas y un envidiable sueño reparador. Excepto en el caso del Banco Universal en Boconoíto, donde los pillos se llevaron la caja fuerte y botaron los billetes. Así que nuestras instituciones financieras necesitan menos personal de seguridad y los cuerpos policiales menos aún, antes tenían un gentío cuidando reales ajenos, hoy pueden dedicarse a la lucha por entero contra la corrupción y el narcotráfico donde han tenido notable éxito. El gasto en pistolas, revólveres, carros, sirenas, motos para el cuidado del mundo financiero ha aterrizado en cero. La Superintendencia de Bancos que tenía exceso de personal ha dedicado buena parte de su personal al cuidado de plazas, jardines públicos y parques nacionales. Están quedando soñados. Jackeline Farías y su Bella Venezuela. Se han cerrado numerosas oficinas y agencias de todos los bancos lo que ha aumentado el número de inmuebles vacíos y en venta, evidentemente al incrementarse la oferta de oficinas los precios han bajado igual que los alquileres. Así que amigos cegatos opositores que no quieren ver “las vainas buenas del gobierno”, aquí les dejo dos ejemplos de la frase “Así, así, así es que se gobierna”.
@Eduardo_semtei
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