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Carta abierta a Abraham Gómez

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Abraham Gómez

Con relación a su artículo sobre Guayana Esequiba (El Nacional, 21/12/23), me parece que es muy relevante lo que usted dice sobre la población «que ocupa esa extensión territorial».

No recuerdo haber leído artículos de prensa sobre este importante aspecto que puede alterar la naturaleza del tema en discusión.

Mientras esa población sigue sintiéndose atada a sus antepasados que habitaban esa zona cuando fueron sometidos por los usurpadores europeos, esa población es la verdadera propietaria de las tierras que Guyana y Venezuela se disputan y lo son no solamente porque lo dice la mente a primera vista, sino porque lo dice también la juridicidad que reconoce a esa población como habitantes que siempre han sido poseedores de esas tierras.

La posesión desde los ancestrales hasta la población vale más -factual y jurídicamente- que el abusado principio del uti possidetis juris utilizado sagazmente por zonas independizadas para lograr territorio desde su independencia.

Pero esas zonas no existían como países al momento de la independencia porque en ese momento solamente existían las personas combatientes que por haberse ganado su independencia podían hacer «país» de ahí en adelante.

Por consiguiente, habían sino extensiones geográficas usurpadas. A los habitantes independizados les correspondía trazar territorio y acordar la frontera con los vecinos.

Venezuela cometió el error de definir su frontera como la que existía con demarcación dada por el europeo usurpador. De paso le reconoció legitimidad al usurpador puesto que la independencia implicaba nulidad de las normas de los usurpadores y por tanto las fronteras que los usurpadores habían determinado no existían, no tenían validez y mucho menos se podían heredar

Corresponde verificar que a esa población no se le ha impuesto la nacionalidad de alguno de sus países vecinos, lo que implica que esa población ha existido sin ser país y si se le ha impuesto no es válida. No es improbable que esa población por razones culturales pudo consentir la «nacionalidad» que no entendía como tal ni las consecuencias.

Para efectos de interés nacional, lo anterior solo puede considerarse a nivel de entidades competentes. La ONU puede organizar la formación de un pequeño país para esa población.

Como venezolano le agradezco su aporte a la discusión y entendimiento de este tema, pero como venezolano también creo que Venezuela no debe continuar legitimando las normas impuestas por los usurpadores europeos y que debe ceder a Guyana lo que Venezuela nunca tuvo, nunca ha usado y nunca ha necesitado, menos ahora que solo requiere extraer su riqueza y venderla dentro o fuera de la OPEP mientras se acomoda para volver al agro como miembro de la CAN ampliada con Paraguay y Uruguay y así disfrutar del mejor emporio natural.

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