Las autoridades británicas, italianas, belgas, colombianas y estadounidenses que por casi una década rastrearon multimillonarias transacciones corruptas del barranquillero Alex Naím Saab Morán observaron desconcertadas cómo el pasado miércoles 20 de diciembre, cinco días antes y bajo el más absoluto hermetismo, el presidente Joe Biden firmó de su puño y letra un perdón total o clemencia, poniendo fin a los 1.280 días en prisión de Saab, capturado en Cabo Verde el 12 de junio de 2020 y extraditado a Estados Unidos en 2021.
En su momento, su detención significó una especie de ‘trofeo’ judicial para agentes de inteligencia que no dudan en calificar a Saab como una de las más importantes fichas corruptas del régimen de Nicolás Maduro y el guardián de las rutas para llegar a bóvedas con oro y dólares del saqueo a Venezuela.
Para la DEA y el FBI, el colombiano conoce las fortunas ocultas de Maduro y su séquito, los movimientos de oro y dólares del régimen y los acuerdos con Turquía, Rusia e Irán. A este último país viajaba a liberar un barco con gasolina y a canjear oro por comida, cuando fue capturado.
En la investigación en su contra por una megaoperación de lavado de activos –superior a los 350 millones de dólares– se le señala de ser el poder corruptor para torcer opositores, infiltrar blancos y hasta espiar para Maduro.
Comida podrida
De ser un fracasado comerciante de toallas y llaveros en Colombia, Saab pasó a ser la cabeza de un entramado de empresas que se extendía por México, Panamá, Hong Kong, Emiratos Árabes, Turquía y Estados Unidos.
Su incursión en Venezuela empezó con la firma de un convenio con Hugo Chávez para la construcción de casas subsidiadas a través de su empresa Fondo Global de Construcción SAS. Este quedó grabado en un polémico video de una reunión bilateral donde aparece el entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos, que en entrevista con EL TIEMPO señaló que no conocía quién era Saab y que ordenó que lo investigaran.
Saab saltó luego a importar comida para armar las famosas cajas de los Comités Locales de abastecimiento y Producción (Clap) que la izquierda venezolana subsidiaba para las familias más pobres.
En ese momento, la fiscal en el exilio, Luisa Ortega, aseguró que la empresa Group Grand Limited que Saab usaba era realmente de Maduro y graduó al barranquillero como testaferro del dictador.
“Se comprobó que le vendía a Venezuela alimentos a mayores precios y que la comida llegaba podrida”, recuerda un ex alto oficial de la Policía Fiscal y Aduanera de Colombia que, al mando del entonces general de la Policía, Juan Carlos Buitrago, lideró una investigación que compartió con los federales.
Piedad Córdoba, lujo y DEA
Saab llegó a estar tan acorralado legalmente que luego se supo que empezó a negociar con la DEA la entrega de información y hasta su sometimiento.
Para ese momento, su actual pareja, la exmodelo italiana Camilla Fabri, ya estaba en la mira de las autoridades, a sí como su hijo mayor, que pasaban los días en un lujoso apartamento en el bulevar Saint Germain, de París, y en otro en la Via dei Condotti, una cotizada zona de Roma.
En el apartamento en París pasó varios días la senadora Piedad Córdoba, a quien la Corte Suprema de Justicia investiga por enriquecimiento ilícito, ligado a negocios opacos con Caracas y a otras actividades que ella niega.
La propiedad en Roma se le incautó a Fabri, quien además se prestó para mover fondos en un fideicomiso británico y por una empresa en Dubái.
Es tal la fortuna que Saab alcanzó a amasar que también le localizaron una mansión en Estambul, yates, cinco aviones privados, obras de arte, más sus bienes en Colombia. Aún no se sabe qué tiene en Rusia y qué parte es de él y qué de otros corruptos de Venezuela.
La liberación de Saab y la plata
Pero mientras el Departamento de Justicia de Estados Unidos nutría el indictment de Saab con evidencia, el Ejecutivo negociaba su libertad.
“El perdón al señor Saab hace parte de un acuerdo más ambicioso, que incluye desde el control a la migración, pasando por la habilitación de la oposición para que participen en las elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela, hasta la liberación de presos”, explicó una fuente federal.
Y aseguró que la reunión en Qatar (en junio pasado), a la que asistió Maduro, y otra en Barbados (el pasado 17 de octubre) fueron definitivas para que Saab esté hoy libre.
A la cita en Qatar asistió Antony Blinken, secretario de Estado del gobierno Biden. Allí, Maduro se habría comprometido a garantizar la participación de la oposición en las presidenciales y volvió a condicionar el acuerdo a que le devolvieran a Saab.
Su salida de prisión se produjo en momentos en los que una corte de apelaciones estaba a punto de confirmar que Saab no es ningún diplomático con inmunidad.
“Ese era el único argumento que tenía su defensa para tumbar su captura. Nunca atacaron la evidencia sobre la conducta corrupta del ahora exconvicto y de su entorno, incluido su socio, Álvaro Pulido”, aseguró una fuente desde Miami.
Y agregó que una persona inocente, como ahora se proclama Saab, no hubiera ofrecido negociar con la DEA.
También señala que antes de la firma de la clemencia por parte de Biden, a Saab se le alcanzaron a localizar y quitar cerca de 12 millones de dólares.
Saab, de corrupto a héroe
La versión en Caracas es que Maduro trabajó por la liberación de Saab porque es un héroe del régimen. Según dice, se arriesgó a violar los embargos de Estados Unidos y volar a Irán a intercambiar oro por alimentos y gasolina.
“Estábamos en plena pandemia y solo había combustible para dos días y él se arriesgó”, explicó una fuente en Caracas.
La otra versión, sin embargo, es que Saab tiene varios secretos del régimen y las claves para abrir bóvedas con dólares y lingotes, algunas de las cuales tienen acceso con sistema biométrico con los datos de Saab.
Esas mismas versiones indican que en un segundo indictment en contra de Álvaro Pulido se iba a incluir a Saab por nuevos hechos corruptos y que la clemencia de Biden no impide que el llamado testaferro de Maduro siga en la mira.
Por ahora, el régimen de Maduro, que posterior a su captura había nombrado a Saab embajador plenipotenciario en África, le acaba de otorgar un nuevo cargo: ficha del equipo en la mesa de diálogo con la oposición.
La fiesta, Jhony y la urea
Mientras tanto, agentes de inteligencia indagan los negocios corruptos con Pdvsa que tienen a Pulido preso. Y hay una nueva pista de negocios corruptos que pasan por Colombia.
“El supuesto nuevo Saab es un colombiano al que le dicen ‘Jhony’, quien tiene contactos para mover negocios en el sector gasífero y petrolero y con el contrabando de urea. Es allegado a políticos colombianos”, le dijo a EL TIEMPO una fuente desde Miami.
Y sobre Saaab admitió que le parece difícil, pero no imposible, que este vuelva a caer en manos de la DEA si Maduro incumple acuerdos o si el barranquillero sigue con sus negocios oscuros.
Por ahora, en Caracas corre la versión de que se hizo una gran fiesta, con invitados colombianos, para celebrar la libertad del llamado testaferro de Maduro. Además, que planean moverlo hacia Turquía o Rusia.
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