Derrotar todas las barreras

Resultaría otra violación de los derechos humanos, contra la seguridad social, quitarle los alimentos a la gente, como presión para que acudan al referéndum consultivo. No es obligatorio votar. Cuidado con la manipulación política en el tema del Esequibo. Sería un juego político peligroso utilizarlo para armar un estado de excepción. Otro peso más que los impulsa al fondo, que los jala hacia abajo.

Por el contrario, Venezuela tiene que defenderse, no hay más tiempo que perder y proceder ya a integrar el mejor equipo multidisciplinario, que lo tenemos en grado de excelencia, para defender nuestros derechos históricos y hacerlos valer ante la Corte Penal Internacional.

Concentrarnos en la defensa jurídica en uno de los momentos más importante del país en su historia republicana. Presentemos una contramemoria inobjetable.

Con respecto al horizonte de unas elecciones libres, el régimen considera que al cerrárseles sus despropósitos totalitarios, rodearía la vía comicial de contornos de violencia pura.

Al liderazgo del coraje legitimado le toca presionarlo, para que se desnude completamente. No permitir ningún vacío de comunicación. Dime qué hacer para hacerlo, le dice la gente. Ponerle la pelota lo más caliente para que quede en evidencia. La presión de la gente es significativa, para derrotar todas las barreras que arbitrariamente imponga.

La violencia tiene rendimiento decreciente y hay una negativa perceptible contra el sometimiento ominoso. Las mentiras cada día van dejando de ser creíbles.

El liderazgo del coraje debe cuidarse de los pescueceros irredentos que no suman nada y a trastienda, porque estiman que si no dicen nada terminan por desaparecer, y se convierten entonces  en el eco del régimen, porque carecen de voz real. Son un eco obscuro y reproducen al régimen al insistir en arrastrarse.

Insistimos en que el liderazgo del coraje se centre en mantener la atención y comunicación con sus bases sociales, que en esta lucha existencial se trasforman en fuerza política.

Somos conscientes de que hoy rigen las mismas posibilidades de dominio institucional, pero no las mismas condiciones políticas para desarrollar la maldad. Elementos distintos generan situaciones distintas. La lucha es contra todo el poder, contra el Estado transmutado en forajido. La tarea es desmontar el modelo de fraude. Mediante una organización poderosa lograremos ejercer la soberanía popular y cambiar al régimen.

Los demócratas celebramos el triunfo clamoroso de Javier Milei. Tiene claro el arte de gobernar que le corresponderá como presidente: delegar tareas; fijar el rumbo hacia donde se quiere ir y cuando surjan problemas corregirlos buscando siempre el bienestar de los argentinos. Gobernar es un desafío de todos los días.

¡Libertad para Javier Tarazona, Emilio Negrín y John Álvarez! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!