Napoleón, el filme épico del director Ridley Scott, no se queda corto de momentos centrales de la vida del famoso emperador francés.
La cinta recorre buena parte de la vida adulta de Bonaparte, desde el fin de la Revolución Francesa y la ejecución de María Antonieta —cuando era simplemente un capitán de artillería— hasta su muerte durante su segundo exilio en Santa Elena en 1821.
Quizás, como era de esperar, la película agita el tiempo. Campañas enteras pasan en un abrir y cerrar de ojos.
No sabrías que Napoleón libró unas 60 batallas, ni que se enfrentó a cinco coaliciones de potencias aliadas durante su mandato como emperador.
Esta no es una versión fiel de las guerras napoleónicas. Esta es una fina película sobre Napoleón, un espectáculo de pompa alrededor del hombre que puso a Europa de rodillas.
Hay muchas preguntas sin contestar y aquí abordamos algunas.
Atención: este artículo contiene spoilers.
¿Es Napoleón de Ridley Scott una historia real?
En general, sí. Napoleón y todos los personajes principales de la película son figuras históricas reales y los eventos originales transcurrieron vagamente como se refleja en la pantalla. Pero como siempre, el secreto está en los detalles.
Tomemos una de las líneas publicitarias de la película: «Vino de la nada. Lo conquistó todo». Ninguna de estas cosas es cierta, dice el historiador Zack White.
«Napoleón vino de una nobleza menor de la isla de Córcega», explica White.
«Eso significa que no era influyente en la sociedad francesa antes de la revolución».
Sin embargo, el ser de la nobleza, aunque fuera menor, le dio a Napoleón una ventaja crucial.
«Significó que era alguien y, algo particularmente importante, que su padre podía mandarlo a una academia militar para que fuera educado en Francia», dice White.
«En términos prácticos, para Napoleón fue una ventaja. Tuvo una carrera que fue regalada como parte de los esfuerzos del rey francés para integrar a la nobleza menor y construir una sección de la sociedad que estaba en deuda con el rey».
¿Qué ocurrió durante el sitio de Tolón?
«La idea de que Napoleón lideró el sitio de Tolón es algo que hace que Scott juegue con el mito napoleónico. Pero como en todos los buenos mitos, tiene un núcleo de verdad muy significativo detrás», dice White.
Tolón, una ciudad portuaria en la Riviera francesa, se había revelado contra la revolución en favor de la monarquía e invitó a que los británicos tomaran el control sobre la flota francesa que moraba allí.
«Napoleón siempre tuvo un ojo para el terreno y no le tomó mucho hacer dos cosas significativas. La primera fue reorganizar la artillería, lo cual hizo con las asombrosas velocidad y energía que serían tan típicas de su carrera. Pero también consiguió identificar un punto débil clave en las defensas británicas».
El punto débil era un reducto particular que, si era capturado, podía dominar el puerto interior. Tomando el reducto, la posición británica se volvería insostenible. Y es exactamente lo que hizo Napoleón.
“Napoleón era alguien que, en ese momento, estaba inclinado a ponerse manos a la obra, por lo que dirigió personalmente uno de los ataques a este reducto y fue herido en el muslo. Si la bayoneta hubiera avanzado unos centímetros en la dirección opuesta, es muy posible que Napoleón hubiera muerto”.
¿Disparó Napoleón contra las masas durante la insurrección vendimiaria?
Cuando el Napoleón de la película acepta sofocar la insurrección realista en las calles de París en octubre de 1795, es con la condición de que se haga a su manera.
Lo que luego vemos es una multitud avanzando arrastrando los pies hacia la artillería de Napoleón, que se encuentra entre ellos y los edificios gubernamentales. Napoleón, con cara de piedra, indica a sus hombres que disparen directamente contra ellos.
«La forma en que se retrata la insurrección en la película es interesante», dice White. «Tienes que observar las acciones [de Napoleón] y decidir si realmente te sientes bien con eso o no».
Aquí hay una nota de advertencia.
“A menudo se dice que se trataba predominantemente de una multitud de mujeres y niños, y eso no es del todo verdad. Había muchos realistas armados —si no soldados profesionales entrenados, ciertamente una milicia bien armada— que estaban dispuestos a participar en esta lucha. La naturaleza de la metralla es que es muy eficaz como arma antipersonal. Limpia efectivamente las calles y Napoleón es recompensado por ello».
White añade que este incidente provoca que Napoleón sea nombrado comandante del Ejército en Italia, por lo que este episodio se considera clave para el ascenso de Napoleón hacia el poder.
¿Cómo era la relación entre Napoleón y Josefina?
Josephine du Beauharnais es una figura poderosa durante la película, cumpliendo un rol vital para el Napoleón, un estratega brillante pero un inepto social.
Sin embargo, su relación es feroz, una historia de amor apilada sobre la necesidad, la infidelidad y la manipulación.
Se conocieron en 1795. Ella era viuda, seis años mayor que Napoleón, y entonces amante del líder político Paul Barras.
«¿Está mi vida a punto de cambiar?», bromea la Josefina de la película. Para Napoleón seguro que sí.
«Mientras que el joven general estaba completamente atontado, mandando carta de amor tras carta de amor, Josefina permaneció ambivalente», dice la historiadora Laura O’Brien sobre el Napoleón real.
«Finalmente aceptó casarse con él, reconociendo que estaba en ascenso y que podía proveerle seguridad y protección».
Esas cartas de amor, apunta White, eran tan intensas e inocentes que «indican su inmadurez cuando se trataba de amor».
Igualmente, en muchos sentidos, añade White, Josefina era el apoyo de Napoleón.
«Por todo ello hubo problemas con la relación, y por toda la inseguridad y la infidelidad frecuente de ambos lados, había un rol importante que Josefina podía jugar», dice White.
«Ella era muy inteligente, perspicaz y bella. Capaz de usar sus muchos encantos para congraciarse con gente al convertirse en la emperatriz de Francia. Fue capaz de moverse en ciertos círculos y crear niveles sutiles de influencia».
También tuvo un rol mucho más que ceremonial que no se ve en el filme.
«Cuando Napoleón se fue a invadir Rusia en 1812, fundamentalmente dejó a Josefina a cargo. Ella fue la que tuvo que firmar los edictos del gobierno francés», explica White.
Incluso después del divorcio, Josefina permaneció siendo la confidente de Napoleón de por vida.
¿Disparó Napoleón contra las pirámides?
En 1798, durante la campaña egipcia, la batalla de las pirámides fue un golpe tan grande para los mamelucos que abandonaron El Cairo, permitiendo a Napoleón entrar a la ciudad casi sin oposición.
La película muestra a Bonaparte y sus tropas bajo la sombra de la Gran Pirámide Giza, a la que luego dispara directamente, haciendo que porciones de rocas caigan.
Eso no ocurrió. Las pirámides se encontraban a la vista, pero no cerca.
«La batalla ocurre a alrededor de 15 kilómetros de distancia de las pirámides, fuera del rango de artillería de la época», dice White.
La audiencia también estará decepcionada al saber que Napoleón tampoco disparó contra la nariz de la esfinge.
¿Era Napoleón bajito?
Tras la batalla de las pirámides, los hombres de Napoleón abren el sarcófago de un faraón y, deseando estar cara a cara con la momia que hay dentro, se ve obligado a pararse sobre una caja para poder contemplar su rostro marchito.
Aquí se juega con el viejo cliché de que el verdadero Bonaparte era más bajo que el hombre promedio.
«Aprovecha el mito de que Napoleón medía 1,58 m» y, como resultado, tenía el llamado ‘complejo de Napoleón», dice White.
«En términos de medida estándar, debido a que diferentes naciones usaban diferentes longitudes de medida en ese momento, Napoleón medía un poco más de 1,68 m», justo por encima de la altura promedio del soldado de infantería francés durante la batalla de Waterloo».
¿Se coronó Napoleón a sí mismo?
En su coronación como emperador de Francia en diciembre de 1804, el Napoleón de Scott muestra a Bonaparte agarrando la corona y colocándola sobre su cabeza, provocando jadeos ahogados de la multitud que lo observaba.
Pero, ¿realmente lo hizo? Por supuesto que sí.
«Se representa como un gesto controvertido porque fue un enorme gesto controvertido», dice White.
“Napoleón sabía cómo llamar la atención, y coronarse a sí mismo fue la máxima expresión de eso porque el Papa estaba presente. Es casi como golpear al Papa en la cara y decirle: ‘No eres la persona más significativa en este salón. Mi autoridad es mayor porque yo represento al pueblo francés».
¿Napoleón se creía igual que Alejandro Magno o Julio César?
Ciertamente, Napoleón se compara con Alejandro Magno y Julio César en el filme, y el Napoleón de la vida real insistió en que el escultor neoclásico Antonio Canova creara un desnudo suyo como el dios romano Marte.
Pero desentrañar lo que Napoleón sentía acerca de sí mismo y de su propio lugar en la historia es complicado, dice White, porque Napoleón era un maestro propagandista.
«Ciertamente estaba inclinado a presentarse como alguien a la par de Alejandro Magno o César», dice White.
Y después de su segundo exilio a Santa Elena, pudo disfrazarse de tales hombres teniendo el lujo de contar su propia historia.
“A pesar de ser el perdedor, Napoleón es la excepción a la regla de que la historia la escriben los vencedores, porque fue capaz de dictar sus memorias para reflexionar y echar culpas y calumnias contra quienes le fallaron».
¿Fue forzado por su madre a tener una aventura amorosa?
Una presencia sorprendente en el filme, ausente de cualquier publicidad, es la madre de Napoleón, Letizia Bonaparte
En la película de Ridley Scott, se infiere que Napoleón tenía una fuerte deferencia hacia su madre incluso después de convertirse en emperador, junto con un leve complejo de Edipo, viendo a su madre en Josefina.
Pero su interacción más destacada se produce cuando Letizia engatusa a un tímido Napoleón para que tenga una aventura de una noche para «resolver» la cuestión de si la falta de un heredero se debe a él o a Josefina de una vez por todas.
¿Realmente pasó? El incidente de la cama es seguramente ficción e incluso en el filme Napoleón admite haber tenido aventuras mucho antes de esto. En la vida real, estas aventuras ya habían resultado en descendencia ilegítima.
Lo que es cierto, dice la historiadora Laura O’Brien, es que los Bonaparte «detestaban a la vieja (como se refieren a Josefina) porque sentían que lo había robado del clan» y trataban activamente de girar la mirada de Napoleón hacia otras candidatas posibles, aunque esto solían ser maquinaciones de sus hermanas, no de su madre.
¿Se ahogaron miles de soldados en la batalla de Austerlitz?
Una de las grandes victorias de Napoleón es también el escenario de uno de sus grandes mitos.
La batalla de Auterlitz, librada en 1805 contra una colusión de fuerzas del zar ruso Alejandro I y el emperador austriaco Francisco I, cementó la reputación de Napoleón como genio militar.
La película se aferra al mito popular de que Napoleón llevó al Ejército austro-ruso hacia un lago helado, algo de lo que solo se dan cuenta cuando las balas de cañón empiezan a llover. Miles de personas se ahogan en una muerte escalofriante.
El problema es que no había ningún gran lago, solo un puñado de estanques para pescar.
“Napoleón sabía cuántos hombres habían muerto de esta manera porque él mismo ordenó que los drenaran”, dice White.
«Los franceses encontraron muchos carros y muchos caballos en esos lagos, y solo hallaron dos cadáveres».
El verdadero Napoleón nunca tuvo la intención de atrapar a los Ejércitos austriaco y ruso en un lago, pero aquí es donde resurge el propagandista.
«Aprovechó la oportunidad para que pareciera que eso siempre había sido parte del plan», agrega White.
«Quería hacer creer que había engañado al enemigo para que estuviera exactamente en la posición en la que él quería que estuviera para matarlos a todos de una manera particularmente horrenda».
¿Conocía al duque de Wellington?
La batalla de Waterloo de 1815 es uno de los momentos definitivos de las guerras napoleónicas, marcando la última derrota de Napoleón y los últimos enfrentamientos entre el emperador francés y su némesis británica, el duque de Wellington.
Frecuentemente, a ambos se les representa como los enemigos perfectos, y aquí se encuentran cara a cara a bordo del HMS Bellerophon poco después de que Napoleón sea enviado a Santa Elena.
Pero dicha reunión nunca ocurrió.
«La realidad es que Wellington fue una figura insignificante hasta mucho después de las guerras napoleónicas. Fue solo con su éxito en España y Portugal que asciende a una posición de respeto en Europa», dice White.
“Nunca estuvieron cerca de encontrarse. Lo más cerca que estuvieron y, de hecho, la única vez que pelearon, fue en la batalla de Waterloo. En las últimas etapas se encontraron a aproximadamente 800 metros uno del otro».
¿Qué pasó con la segunda esposa de Napoleón, María Luisa de Austria?
En la película, Josefina ocupa la mente de Napoleón, incluso después de anular su matrimonio, y hacia ella se dirige su mente al morir.
¿Qué pasa entonces con la mujer por la que deja a un lado a Josefina, la archiduquesa de Habsburgo María Luisa?
En la película y en la realidad, la búsqueda de un heredero por parte de Napoleón lo lleva a encontrar a otra mujer.
«No había otra candidata matrimonial más deseable», dice la historiadora Deborah Jay sobre María Luisa.
«Estaba relacionada con prácticamente todas las dinastías gobernantes de Europa».
María Luisa le dio a Napoleón el hijo que anhelaba y se convirtió en su leal devota, poniéndose del lado de Francia incluso después de que su padre se aliara con Rusia contra su marido.
“Después de una dura campaña, a María Luisa finalmente se le concedieron los ducados de Parma, Piacenza y Guastalla que le habían prometido los aliados para asegurar la primera abdicación de su marido”.
Partió hacia Parma en 1816, aunque su etapa como duquesa sería precaria.
¿Cómo murió?
En la película, se desploma suavemente en su exilio en Santa Elena, después de hacer un último comentario sobre quién incendió Moscú en 1812 tras la batalla de Borodino (no fue Napoleón; los rusos lo hicieron ellos mismos).
“El día después de su muerte bajo custodia británica, el 5 de mayo de 1821, 16 observadores asistieron a la autopsia, entre ellos siete médicos”, escribe Siân Rees, autor de Las muchas muertes de Napoleón Bonaparte.
«Fueron unánimes en su conclusión: había muerto de cáncer de estómago».
Eso no ha frenado las teorías de que el emperador francés tuvo un fin prematuro —ya sea a instancias de los británicos o de sus rivales franceses— o, de hecho, que Napoleón nunca llegó a Santa Elena.
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