Jesús Rondón, de 28 años de edad, y Ángel Sánchez, de 64 años, fallecidos el jueves y el lunes pasado respectivamente, son dos de los pacientes renales que murieron en una semana, en el Hospital Universitario de Maracaibo, por no recibir a tiempo todos los medicamentos indispensables para evitar el colapso de sus riñones y la descompensación total de sus cuerpos al retener líquidos.
Un familiar de Rondón afirmó que la Unidad de Cuidados Intensivos está colapsada desde hace más de un año. “Del tratamiento de seis medicamentos, solo le suministraron dos, pero no fue suficiente para controlar sus niveles. Es triste que un joven muera por la mala administración de insumos por parte del Estado”, dijo al diario La Nación.
Ángel Sánchez, de 64 años de edad, también falleció al no recibir los fármacos para evitar perder su trasplante de riñón.
Se informó que en el Hospital Universitario de Maracaibo hay dos personas con rechazo agudo por la falta de las drogas.
“Lamentablemente, los pacientes con trasplantes no se escapan de la crisis; unas seis personas murieron por falta de medicinas”, declaró al medio Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida, quien reiteró que en el primer cuatrimestre del año se registraron 70 rechazos de órganos. “La cifra se puede incrementar si los entes competentes no buscan una solución inmediata a la escasez de medicamentos por la que atraviesa el país”.
Desde hace un año el gobierno tiene suspendidos los trasplantes de órganos en los hospitales públicos, y los únicos centros de salud que los realizan son las clínicas privadas, pero el costo promedio de una intervención quirúrgica de esa magnitud puede llegar a 40.000 dólares, indica Valencia.
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