Sylvester Stallone está listo para contar su historia sin reparos, y para eso lanzó un documental en el que revela algunas historias nunca antes escuchadas. Titulado simplemente Sly, la obra ya está disponible en Netflix y repasa la carrera cinematográfica de la estrella de 77 años de edad, sin olvidar su infancia problemática y los abusos físicos y verbales que el actor sufrió a manos de su padre, Frank Stallone Sr., quien falleció en 2011.
“Fui criado por un padre muy físico, así que no fui ajeno al dolor serio”, reveló Stallone. Nacido en Manhattan y criado en la zona rural de Maryland, a los 13 años de edad y tras el divorcio entre Frank y Jackie, su madre, la futura estrella de Rocky llegó a estar clasificado a escala nacional como polista, deporte que practicó desde niño.
Un día, según afirma en el documental, su padre lo interrumpió “en la mitad de un partido” para retarlo. “Yo iba a realizar un revés cercano, no había hecho nada mal. Él me dijo: ‘Estás tirando demasiado fuerte del caballo’”, recordó. “Le respondí: ‘Sé lo que hago’. Y me dijo: ‘¡No lo sabes! Gritando desde las gradas”.
“Levanté el caballo para prepararme para otro lanzamiento, y de repente salió de las gradas, me tomó por el cuello, me tiró al suelo, agarró el caballo y se fue del campo”, contó compungido. “Me quedé allí tirado y pensé: ‘No quiero volver a ver un caballo en toda mi vida”.
Más adelante en el documental, su hermano Frank Jr. también recuerda cómo Sylvester “llegó a ser un excelente jugador de polo” y podría haber jugado al más alto nivel “si no fuera porque mi padre lo intimidaba. Y por eso dejó el polo”.
“Empecé a jugar de nuevo cuando tenía unos 40 años”, cuenta Sylvester. Tras su éxito en Hollywood como guionista estrella de las franquicias Rocky y Rambo invirtió en caballos y polistas para poder jugar con su padre: “Voy a formar con mi padre un superequipo. Y nos enfrentaremos en el Wellington, el campo número uno del mundo”, anunció hace algunos años.
“El caballo me pasó por encima”
Pero en aquel partido de polo de 1989, documentado por Entertainment Tonight y otros medios de comunicación, Frank volvió a usar la violencia en el campo. Stallone recuerda: “Me golpeó por la espalda. Me golpeó tan fuerte que caí… El caballo pasó por encima; no sé cómo no me mató”.
El actor aseguró que aquella experiencia lo hizo dejar de practicar el deporte para siempre. “No volví a jugar al polo desde ese momento. Lo vendí todo, vendí todos los caballos, el rancho, el camión, y ese fue el final”.
En el documental también se pueden ver imágenes de la rueda de prensa posterior al partido, cuando la estrella le dice a la multitud: “Si se dan cuenta, el primer golpe bajo, y único golpe bajo del partido, lo administró un padre a su hijo”. Además, muestra imágenes de Sylvester visitando a su padre poco antes de que Frank muriera. “Está en su lecho de muerte”, relató. “Me dijo: ‘Sabes, Sly… Deberías aprender a amar y perdonar a la gente’. Yo le dije: ‘¡De verdad! ¿Se te acaba de ocurrir esto cuando los malditos ángeles están a punto de susurrarte al oído? ¿Cómo si acabaras de tener una epifanía?’ Y me dijo: ‘Sí, la tuve”.
La historia de Stallone es una de resiliencia. Antes de lograr su primer gran éxito cinematográfico, el actor estaba tan arruinado que incluso tuvo que vender su perro para poder comer.
“Tuve que vender a Butkus por 40 dólares justo antes de entrar a un supermercado porque no podía pagar la comida”, escribió en una publicación de Instagram en 2017. “Poco después, cual milagro moderno, logré vender el guion de Rocky y pude recuperarlo, aunque el nuevo dueño sabía que yo estaba desesperado y me cobró 15.000 dólares por él. ¡Valió cada centavo!”, agregó sobre esta historia con final feliz.
Stallone es hoy es una de las estrellas de acción más ricas de la historia de Hollywood, con un patrimonio neto de 400 millones de dólares y una lista de películas que han recaudado más de 4.400 millones de dólares en todo el mundo. Tras su estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2023, Sly ya se puede ver en Netflix.
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