Apóyanos

Djokovic se toma vibrante revancha ante Rune y avanza a semifinales en París

Por AFP
    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

En un duelo vibrante, la leyenda Novak Djokovic (1º ATP) se cobró la revancha contra el danés Holger Rune (7º), que le había derrotado en la pasada final del Masters 1000 de París-Bercy, batiéndolo por 7-5, 6-7 (3/7) y 6-4 este viernes para alcanzar las semifinales de la presente edición.

Djokovic jugará el sábado por un puesto en la final con el vencedor del último duelo de cuartos, que disputarán el australiano Alex de Miñaur (13º) y el ruso Andrey Rublev (5º).

Por el otro lado del cuadro se enfrentarán en semis el búlgaro Grigor Dimitrov (17º) y el griego Stefanos Tsitsipas (6º).

En un choque generacional, el partido de gala de la jornada en el Accor Arena se fue a las dos horas y 54 minutos, puro espectáculo para el viernes por la noche en la capital francesa.

Rune, de 20 años de edad, comparecía como invicto en el torneo, tras surfear su primera participación el año pasado eliminando de manera consecutiva a cinco jugadores del Top-10, con la guinda de remontar un set abajo ante Djokovic en la final.

Renqueante en la víspera debido a un virus estomacal ante el neerlandés Tallon Griekspoor (23º), contra el que se dejó un set, Djokovic no dio síntomas de fatiga frente a Rune, ofreciendo una lección de sobriedad, pura consistencia ante el tenis brillante pero más anárquico del danés.

A sus 36 espléndidos años el serbio, ganador de tres Grand Slams en este curso -Australia, Roland Garros y US Open-, busca en la pista cubierta a orillas del Sena ampliar su récord de seis títulos en el último Masters 1000 de la temporada ATP.

«El partido se pareció al del año pasado, con altos y bajos. Normalmente juego bien en los ‘tie-breaks’, pero hoy fue uno de los peores de mi carrera. Mantuve la calma y al final me salió bien», dijo Djoko.

Fallón en el «tie-break»

Tras una primera manga con ambos jugadores ciñéndose al guion, sin bolas de rotura hasta que Djokovic vendió el set a la primera que tuvo, la diversión comenzó en la segunda.

El partido se revolvió, se intercambiaron breaks con golpes que levantaron a los 15.000 espectadores.

En el «tie-break», el terreno en el que Djokovic es implacable, esta vez estuvo fallón, dejando que Rune, que había salvado antes una bola de partido, se llevara el premio.

El danés había iniciado la remontada, como en la final de hace un año, cuando descubrió al planeta tenis con una semana impecable en Bercy para un jugador casi adolescente.

Como acostumbra en situaciones similares, tras perder el «tie-break» Djokovic fue unos minutos a los vestuarios, entre irónicas sonrisas de respuesta a los pitos y abucheos que recibía de la grada.

Le sentó bien la pausa, llevando de nuevo el duelo a su terreno en la manga definitiva, con una rotura rápida que ya no fue capaz de ser contrarrestada por un Rune que a pesar de perder defendió su corona con honores.

Tsitsipas-Dimitrov, oda al revés a una mano

En el primer turno del día el renacido Dimitrov terminó con todas las esperanzas de clasificación al Masters de final de temporada de Hubert Hurkacz (11º), al que derrotó 6-1, 4-6 y 6-4.

Solo dos de los ocho boletos buscan poseedor. Alexander Zverev y Rune son por el momento los mejores colocados para hacerse con ellos.

Tsitsipas, que también recupera sus mejores sensaciones, había sellado el pase al Masters el jueves. Avanzó a semifinales eliminando con solvencia a Kharen Khachanov (15º), 6-3 y 6-4.

«Mi juego ha alcanzado un nivel interesante estos últimos días», dijo desde la pista, destacando que muestra un variado arsenal ofensivo, especialmente aumentando sus subidas a la red.

Ante Dimitrov protagonizará un duelo entre jugadores con revés a una mano, un arte que desaparece del circuito.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional