Víctor Navarro, ex preso político venezolano, se encuentra detrás del proyecto que describe, a través de una experiencia inmersiva de realidad virtual, cómo se vive detrás de las rejas de El Helicoide, la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), considerada el centro de torturas más grande de Latinoamérica.
“Es tortuoso, sombrío. Hay un silencio que aturde y los pocos sonidos que hay son gritos de gente torturada, gritos de auxilio. Es perder la noción del tiempo, la capacidad de saber si es de día o de noche. Es hundirte en tus pensamientos. Es ir perdiendo poco a poco la vida y de alguna manera la razón de ser”, son las palabras que usa Navarro para describir a Infobae España lo que es un día en El Helicoide.
Navarro permaneció cinco meses soportando torturas físicas y psicológicas en esa sede de la policía venezolana. Logró salir gracias a una negociación política y se instaló en Argentina, donde solicitó estatus de refugiado.
Buscando una manera de canalizar lo que había pasado en Venezuela, tuvo como primer impulso escribir un libro para que todo el mundo conociera lo que ocurría en El Helicoide, pero no fue suficiente.
Durante la pandemia comenzó a pensar cuál podía ser el mejor medio para visibilizar lo que estaba pasando en Venezuela. Fue un amigo suyo quien le dio la idea al ponerle un casco de realidad virtual y mostrarle la casa de Ana Frank. En ese momento decidió que debía mostrar El Helicoide a través de esa tecnología.
Con esa idea sobre la mesa, su organización, Voces de la Memoria, se puso a trabajar en cómo llevarla a cabo. Reunió a 30 personas que estuvieron allí detenidos arbitrariamente procedentes de diferentes sectores: bailarinas, activistas de derechos humanos, estudiantes, diputados o menores de edad.
“Empezamos a recopilar los testimonios junto con psicólogos especialistas en trauma. Recreamos, a través de la realidad virtual, los lugares donde estábamos detenidos y generamos una experiencia inmersiva para que otras personas puedan dimensionar y tener muchísima más empatía de cómo vive un preso político”, explicó.
Es decir, crearon una experiencia a través de esta tecnología, sirviéndose del testimonio de 30 víctimas, que otros ciudadanos pudieran ver cómo son las celdas, cómo vive un preso político y hasta escuchar lo que otros presos oyen cuando están torturando a una persona en El Helicoide.
Navarro contó que entre los testimonios recopilaron todo tipo de métodos de tortura. “Cargan pistolas, las desbloquean y le ponen pistolas en la boca a las personas. Ponen insecticidas a bolsas de plástico y asfixian a las personas. Hay un método de tortura que se llama el Cucarachero, que es que te meten en un lugar repleto de cucarachas y te ponen un pulpo (una especie esposas) con el que te amarran desde la cadera hasta los pies y las manos, mientras te van pasando cucarachas por el cuerpo”, relató.
En cuanto a la tortura psicológica, detalló que les obligaban a defecar en las bandejas de comida, no tenían baños y, durante una, dos o tres semanas, tenían que convivir con la basura en su pequeño cubículo sin poder salir de él.
La experiencia inmersiva de El Helicoide ya ha sido llevada a diferentes universidades, congresos de derechos humanos y hasta a Times Square, en Nueva York. Ahora aterrizará este primero de noviembre en España, en la plaza de Callao, en Madrid, donde mostrarán a los ciudadanos lo que es vivir un día en la piel de un preso político de El Helicoide gracias a la realidad virtual.
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