Cuando conocimos al Dr. Pablo Chiossone, en la Universidad Fermín Toro de Barquisimeto, nos dio la errada impresión de estar frente a un juez de esos malencarados y presumidos; no obstante, bastaron un par de horas para que descubriéramos a un extraordinario personaje. Adorado por la comunidad universitaria y admirado por los larenses en general.
Con el tiempo, sus pasos y sus acciones vislumbraron a un larense de una talla moral inquebrantable. Por su honorabilidad probada y su trayectoria intachable le devino el honroso título de defensor de los valores de la venezolanidad y de las libertades ciudadanas, conferido por la academia sin un mínimo de lisonja.
La fotografía que inmortaliza a nuestro biografiado y que ilustra esta semblanza fue tomada en 1979, en donde se observa al joven Dr. Pablo Chiossone cuando iniciaba labores como defensor público en el Edificio Nacional de Barquisimeto.
Estudios de profesionalización llevaron al Dr. Chiossone a concursar, primero como defensor público y al tiempo a optar al cargo de juez de Primera Instancia en lo Penal del estado Lara, ganando ambos concursos de credenciales hasta que fue jubilado por el Poder Judicial.
Las primeras décadas del siglo XXI las dedicó a la docencia en la Universidad Fermín Toro, donde se ganó el respeto de toda la comunidad universitaria, siendo Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Allí, en reconocimiento a su trayectoria, la academia -en vida- acordó nombrarlo director del “Centro de Estudio Jurídicos y Políticos” y como justo homenaje resolvió que este centro de investigación y promoción de actividades llevase su nombre.
Pero también fue un asiduo promotor de las más variadas expresiones de las bellas artes, desarrollando una importante labor como docente de Educación Artística en diversos institutos de educación media del estado Lara.
Coinciden juristas, personal administrativo y estudiantes, que el Dr. Chiossone fue un intelectual y estudioso del derecho penal.
Había nacido en Barquisimeto el 18 de octubre de 1935. Hijo de Carlos Chiossone Villamizar (1909) y Zobeida Anzola Murriera (1912). Inició sus estudios en el Colegio La Salle y luego pasó al prestigioso Liceo Lisandro Alvarado de su ciudad natal, en donde obtener el título de bachiller.
Su anhelo mayor era estudiar Derecho, por lo que un día empacó y se marchó a Caracas para inscribirse en la Universidad Central de Venezuela, cursando el primer año, pero al poco tiempo tomó la determinación de terminar su carrera en la Universidad de los Andes, en Mérida, de donde egresó en 1960 como abogado de la República de Venezuela.
Un año más tarde, el 18 de diciembre de 1961, Pablo Chiossone y María Lourdes «Yuyita» Ríos Carmona (una pianista de conciertos y entusiasta activista social), juraron amor eterno ante el altar de Jesucristo en Nueva York, Estados Unidos. De esa unión nacieron Juana Inés (médico, especialista en medicina del deporte) nacida el 18 de octubre de 1962; y Pablo Ernesto, piloto comercial, nacido 17 de mayo de 1968 y fallecido trágicamente el 20 de enero de 2018, en Kabul, Afganistán, tras un ataque del talibán cuando prestaba sus servicios a una línea aérea comercial.
La hora mortal del Dr. Chiossone se detuvo el 16 de junio de 2019. La cremación de sus restos se efectuó al día siguiente.
La Academia de Ciencias Políticas y Sociales, se refirió al Dr. Chiossone como «un destacado educador, claro en su palabra y rico en sabiduría» … destacando el comunicado: «… ejerció con notable rectitud y honestidad los cargos de defensor público de presos y de juez en materia penal en el estado Lara».
Barquisimeto se ufana de tener entre sus más ilustres hijos al Dr. Pablo Chiossone, un defensor de los valores de la venezolanidad y de las libertades ciudadanas, así como protector del patrimonio histórico y cultural del estado Lara.
@LuisPerozoPadua
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