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Obreros de Hiram Abiff: La verdad y la masonería (II)

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Decíamos que el tema de la verdad es difícil de hacer una reflexión sobre ella: en este plano “la verdad es relativa”, porque solo la observamos con la razón, y es la que llamo no trascendente. Y la “verdad” que llamamos “absoluta”, que es trascendente, está más allá de la razón, mas allá de lo físico, no discutible. La verdad es “comprendida”, pero todo depende del nivel de nuestro Estado de Conciencia. Anny Besant nos dice: “Cuando el discípulo está preparado verá llegar los pies del Maestro”, esto quiere decir, que cuando empiezas a “abrir conciencia” ves el Universo diferente, porque lo ves con la luz de la intuición (órgano espiritual que nos hace distinguir entre lo trascendente y no trascendente). La “verdad” es espiritual, y la “verdad” espiritual o trascendente es la que Es, como es la Gran Energía Universal Creadora, es la que “Es”. La cantidad de libros, artículos e incluso estudios profanos que se dedican al estudio de la Verdad, son buscadores externos, porque la Verdad terrenal no existe, solo la nombramos y está sometida a nuevas investigaciones y sus resultados están siempre cambiantes. Hay verdades absolutas: Hay un Ser Superior que sostiene la creación con sus leyes – Las siete leyes o Principios Herméticos (Hermes Trimegistro): “Todo Es Mente”, “El Universo es mental”, la única realidad de las cosas es mente, el Universo en sí mismo es una creación mental, vivimos en la mente del “Todo”, quien mantiene el cosmos por medio de la concentración mental. La Mente Infinita del “Todo” es la matriz del cosmos. – “Correspondencia”, “Como es Arriba es Abajo”, la gran escala de la vida va desde la materia al espíritu, y en el medio una escala infinita vibratoria, las mismas leyes que actúan en lo denso, o también en lo espiritual. – “Vibración”, “Nada esta Inmóvil”, todo se mueve en el Universo, todo vibra y la vibración más alta del Universo es la Gran Energía Universal, El Todo. Si el Universo llegara a quedar estático, se destruye. Todo lo que compone el Universo, su manifestación es de diferentes vibraciones cada objeto o personas. Nuestro cuerpo físico es un conjunto de sistemas que vibran a una misma frecuencia, y la salud es solamente la armonía vibratoria. – “Polaridad”, “Todo es Doble”, todo tiene dos polos, dos caras, los opuestos son semejantes en naturaleza pero diferentes en grado, “Las verdades son sami verdades, es “La Ley de la Dualidad”. – “Ritmo”, “Todo Asciende y Desciende”, existe la “acción y reacción” y se aplica a todo. – “Causa y Efecto”, “Toda causa tiene un Efecto, y Toda Efecto tiene una Causa”, nada es casual, todo es causal en este plano. El azar no existe. Todo ocurre de acuerdo con las leyes del Universo. – “Generación”, “Todo tiene su principio masculino y femenino”, no es sexo, esto se refiere a la estructura de los órganos generadores, macho y hembra, corresponde al plano físico. El género es la fuerza impulsora de la vida, y actúa hasta en el átomo, energía positiva y negativa de donde se crea la energía. Ahora bien, la ciencia, en este plano trabaja sobre la relatividad, sobre los experimentos y sus efectos, que no siempre son los mismos. Ejemplo de generación: el que ora junta las palmas de las manos para, para oponer lo positivo y lo negativo, se hace Uno con el Uno. Igual ocurre cuando dos seres copulan, los dos se convierten en uno con el Uno Creador, esto es trascendencia, no es físico. Otra verdad absoluta, es cuando dejamos este plano, es inevitable y todo está sometido a un ciclo de vida. Es bueno recalcar que una cosa es conocer, entender y otra cosa es “comprender”, de ahí que el mundo espiritual es el mundo del silencio y de la meditación. El intelectual, el teórico, se infla de ego y le nubla la comprensión, y solo puede llegar a resultados subjetivos, trabaja con un solo polo generador. De aquí la necesidad de buscar un Maestro para que le ayude a abrir conciencia. Quizás sea difícil en nuestro tiempo donde abunda el orgullo, no reconocemos nuestras debilidades y fracasos. Tendremos que actuar dignamente, dominando nuestras pasiones, respetando nuestra honra y la de nuestros hermanos. La filosofía interpreta las enseñanzas masónicas, donde también encontramos la tolerancia, que es un principio del amor y la paz, donde reconoce que cada ser humano tiene su propia concepción y se adapta a ellas con actitud de respeto. El ser humano en este plano nada en un mar de bajas pasiones, hipocresía, ambición desmedida, ambición de poder y fanatismo, que tiene al mundo en vilo de guerra para imponer sus creencias, prejuicios, materialismo y su “verdad”. Pero la masonería con su proceso de enseñanza lleva al ser humano por el sendero de la luz y de la paz espiritual, que es la “verdad”. La masonería es una augusta institución que conduce a sus miembros y adeptos a construir su “Templo Interior y Exterior”, que están apoyados en sus columnas que representan “La Verdad” y “la Justicia”. La masonería no posee la “verdad”, pero con el estudio de su simbolismo llega a “comprenderla”, porque la verdad no se estudia, no se conoce, no se razona, solo se “comprende”, porque está más allá de lo físico, y es intransmisible, porque es espiritual, y lo del espíritu del espíritu es, solo en esos niveles de conciencia es que se comprende. La verdad está dentro de nuestro interior. La palabra “comprender” la escucho desde el día que me inicie en los Augustos Misterios, cuando me explicaron que los grados en la masonería son “Grados de Comprensión”, con esto me quisieron decir que no dan “estatus profanos, ni masónicos”, son solo niveles de estado de conciencia, por consiguiente ningún masón puede decir que posee la “verdad”. Ahora bien, el camino para buscar la verdad lo escogemos nosotros mismos, porque somos “libres” de fanatismo y dogmatismo. Para concluir: la verdad absoluta solo está contenida en la Gran Energía Universal, y la masonería nos instruye que el sendero iniciático es hacia la Luz y la Verdad, que la “verdad es un atributo de la divinidad”.

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