Un terremoto, de 4,7 grados, sacudió por segunda vez este lunes el oeste de Afganistán en medio de las operaciones de rescate de víctimas tras el seísmo y las consecutivas réplicas que vivió la zona el pasado sábado, y que dejaron algo más de 2.400 muertos y unos 2.00 heridos.
El sismo de 4,7 de magnitud se reportó a 30 kilómetros al sureste de la aldea de Qarabagh, en el distrito de Gulran en la provincia de Herat, de 10 kilómetros de profundidad, en el oeste de Afganistán, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
Este es el segundo movimiento telúrico reportado en esta provincia, aunque en distritos distintos, precedido de otro de 4,9 de magnitud reportado en horas de la mañana del lunes.
Esto mientras centenares de voluntarios buscan, con palas e incluso a mano, sobrevivientes o los cuerpos sin vida de los desaparecidos tras la serie de terremotos de hasta 6,3 de magnitud que sacudieron esta misma provincia el pasado sábado.
Según datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), hay además unos 516 desaparecidos.
El país está desbordado con hospitales saturados y sin recursos suficientes para atender a las víctimas, a la espera de que las naciones y organismos internacionales respondan al llamado de la emergencia.
Hasta ahora sólo unos pocos países, entre ellos Irán, Pakistán o China, han ofrecido ayuda humanitaria, en forma de medicinas y alimentos esenciales, a pesar de que el país necesita urgentemente tecnología y equipos de rescate especializados para las operaciones.
«La situación no es normal, el miedo se refleja en los rostros de la gente, la gente pasó la noche al aire libre, el hospital se enfrenta a una sobrecarga de heridos y los servicios no son suficientes», dijo a EFE Ghulam Yahya, un residente de Herat testigo del primer temblor de esta mañana.
Afganistán sintió el pasado 7 de octubre al menos siete temblores. El primero y el cuarto, los de mayor magnitud, fueron de 6,3 grados y se produjeron en el distrito de Zindah Jan, de Herat, según el USGS.
Se trata de en uno de los peores y más mortíferos seísmos registrados en el país en las últimas décadas.
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