La localidad italiana de Pietrasanta acoge este sábado con gran expectación el funeral del artista colombiano Fernando Botero, quien ubicó en este pueblo de la Toscana su taller y residencia en los últimos años, y donde sus cenizas reposarán junto a las de su esposa, Sophia Vari, tal y como él deseaba.
Para permitir la participación de todos los que han querido darle un último adiós, muchos de ellos colombianos residentes en Italia que se han desplazado hasta el lugar, el Ayuntamiento ha decidido prolongar la apertura de la capilla ardiente durante la mañana del sábado.
La ciudad se ha volcado en la despedida de Botero, con carteles que agradecen su legado y las banderas decoradas con el crespón negro en señal de luto.
A media mañana, sus cenizas serán trasladadas en una procesión desde la Iglesia de la Misericordia hasta el Duomo de San Martino, que acogerá un acto de despedida y la misa por el funeral.
En principio la despedida iba a celebrarse en la pequeña Iglesia de la Misericordia, decorada con dos frescos del artista que representan la «Puerta del Paraíso» y la «Puerta del Infierno» (1993), pero la gran afluencia obligó a cambiar los planes y buscar un espacio más grande.
Funeral de Botero
El funeral del sábado contará con la presencia de la embajadora de Colombia en Italia, Ligia Margarita Quessep Bitar; del cónsul general de Colombia en Roma, Carlos Ivan Castro Sabbagh, y de la hija del artista, Lina Botero, entre otras personalidades.
En la capilla ardiente, abierta el pasado jueves, la urna con las cenizas de Botero reposa sobre un pedestal con flores blancas bajo un retrato suyo, a cuyos pies hay una composición floral con el mensaje «Ciao Maestro» (Adiós maestro) con las banderas de Italia y Colombia.
Esta pequeña localidad, de algo más de 20.000 habitantes y a unos 125 kilómetros de Florencia, se convirtió en una segunda patria para Botero, quien fue laureado con la «Ciudadanía honorífica» en 2001.
La huella del colombiano está presente por infinidad de rincones de Pietrasanta, decorados con sus voluptuosas esculturas de mármol, todas ellas elaboradas en la zona por su cercanía con las canteras del tan apreciado mármol de Carrara.
«El amor que el maestro Botero y su familia nutrían por Pietrasanta era sincero y genuino. La Ciudadanía Honorífica entregada en 2001 fue un acto que, en buena medida, certificó lo que Botero era para nosotros: un convecino», dijo el alcalde de Pietrasanta, Alberto Stefano Giovannetti, el pasado jueves.
Al término de las exequias, la urna será llevada en procesión hasta el cementerio, donde reposarán en el área reservada para los ciudadanos ilustres de la localidad junto a su esposa, la artista griega Sophia Vari, fallecida cuatro meses antes, el pasado mayo.
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