La abogada Tamara Adrián, precandidata presidencial por el movimiento Unidos por la Dignidad, dijo que permitir la inscripción de candidatos inhabilitados políticamente para la primaria de la oposición pudo haber sido un error ante la posibilidad de que finalmente deban elegir internamente a un sustituto que pueda inscribirse para la presidencial prevista para el año próximo.
«¿Cómo vamos a lograr que se inscriba con un régimen que no es democrático?», preguntó la diputada a la Asamblea Nacional electa en 2015 en una entrevista con El Nacional. Agregó que la dirigencia debe «dejar los egos» a un lado y enfocarse en la libertad de Venezuela, que solo se logrará con la salida de Nicolás Maduro del poder.
«Los egos nos han llevado a esta situación en la que estamos. Somos personas que hemos sacrificado mucho, pero hemos cometido errores una y otra vez; hay que actuar con táctica y con estrategia, sabiendo que hay un grupo que no ve la democracia y la alternancia como una alternativa, y hay que forzarlo a eso, pero la única forma es con unidad», expresó.
—A diferencia de otros candidatos, a usted no se le ve haciendo campaña con frecuencia o de gran alcance. ¿Por qué?
—Yo esperaba poder captar suficiente dinero como para una campaña de ese tipo. Desafortunadamente las contribuciones que he tenido me permiten solo cubrir el tema de periodistas, redes sociales y unas que otras actividades. Para pagar hotel, traslados, tarimas, son montos que en este país y en este momento escapan de cualquier posibilidad. Y solo aquellas personas que han tenido algún tipo de apoyo financiero eminente son las que están haciendo campaña. Fíjate que no soy solo yo, tú lo ves con otros candidatos, somos 13 y tú ves alrededor de 3, quizá 4, que hacen giras. De resto, hacemos un actico aquí, un actico allá.
—¿Eso no ubica a esos candidatos en una posición de ventaja? En algunas encuestas usted aparece entre las últimas posiciones.
—Fíjate que otras encuestas, al contrario, me ponen de número 4, 3, 5, de manera que depende de las encuestas, como todo. Y las encuestas se han equivocado en todos los países en los últimos 25 años. No ha habido una encuesta que la haya pegado de cerca en ninguna elección en los últimos 25 años. Siempre son outsiders los que terminan ocupando los espacios; el último que apareció fue el de Argentina, Javier Milei, pero lo mismo ha sucedido en Colombia, Costa Rica, en Europa, donde las encuestas están todas fuera de sintonía con la realidad. Creo que los encuestadores tienen que revisar muy bien eso porque no están dando la talla; pero, por otro lado, hay una realidad: no hay financiamiento en Venezuela para las campañas electorales, no lo hay, eso se eliminó de la Constitución del año 99, bueno… algunos partidos políticos que tengan esa capacidad, porque los partidos políticos están prácticamente judicializados, desde el Partido Comunista de Venezuela, que es el más reciente, pasando por Patria Para Todos, por Podemos, aquellos que fueron aliados del Polo Patriótico; luego, en el área más democrática, tenemos a Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática, etcétera; son partidos políticos que están ocupados y, aun cuando la Constitución dijera que hubiese una participación financiera para la campaña electoral, la verdad es que eso no tendría ningún sentido en una realidad como la venezolana, donde la coalición dominante ha excluido prácticamente todas las reglas del juego democrático. Porque entonces ese apoyo a Acción Democrática iría a Bernabé Gutiérrez o, en el caso de Voluntad Popular, iría a… ya no me acuerdo ni siquiera a quién, nadie sabe quién es; creo que en Primero Justicia tampoco nadie sabe quién es. A alguien iría. Hay una realidad muy complicada en Venezuela: no hay fondos. Algunos, es verdad, han tenido favoritismo y han logrado apoyo financiero muy importante, algunos, y eso se ve en la actividad de calle. Quienes no hemos tenido esa posibilidad somos 90% de los candidatos; entonces, lo que estás diciendo de mí, de no hacer actos de calle, tendrías que preguntárselo exactamente también a 8 o 9 candidatos más.
—Hay anuncios, afirmaciones, de que el proceso avanza bien. Me parece que hay desinterés, pero algunos candidatos aseguran lo contrario. ¿Cuál es su perspectiva?
—Yo salgo a caminar por cualquier avenida de Caracas y me paro en cada uno de los kioscos y hablo con cada una de las personas que están en esos kioscos, y les entrego… hago una campaña distinta. Porque hay que ser muy imaginativos en esas cosas. Pero algunas encuestas dicen que la gente está interesada en la primaria, otras dicen que la gente no sabe qué es la primaria. Mi impresión es que, uno, el bloqueo informativo existe, es real; dos, la ausencia de acceso a redes sociales, que afecta a 60% de la población; tres, los mecanismos de inteligencia artificial que crean ecosistemas en las redes sociales dependiendo de los intereses de cada persona, que hace que no te llegue sino aquello que la inteligencia artificial ha determinado que a ti te interesa y te va cerrando cada día más la información plural y te va llegando únicamente aquello que en alguna ocasión tú buscaste. Eso sucede con todas las redes sociales, con X, con Instagram, etcétera. Entonces, si alguna vez buscaste algo, la inteligencia artificial entiende que eso es lo que te interesa y es prácticamente lo único que va a llegarte. Se van creando ecosistemas cerrados donde no penetra la información plural. No teniendo medios libres, no teniendo información plural, habiendo cerrado (el chavismo) más de 350 emisoras de radio desde 2020, que era uno de esos pocos medios que tenía la gente, sobre todo en el interior del país, de conocer alguna visión plural. El espectro radioeléctrico prácticamente ha quedado en manos de gente que sigue una sola línea informativa, que es la línea que le impone la coalición dominante. Esos elementos limitan la capacidad de la gente de informarse sobre la existencia misma de la primaria. Yo creo que la gente en Caracas conoce razonablemente… las personas que están, bien sea porque trabajan en la ciudad, pero basta que tú empieces a subir cerros… hay gente que ni siquiera baja del cerro o no sale de su casa o de donde está porque no hay trabajo; en consecuencia, no tiene ningún sentido que baje (y queda aislada). Estamos en presencia de un bloqueo informativo y, es mi percepción, hay que informar mucho sobre la existencia de la primaria. Pero yo no estoy tan confiada, como dicen otros candidatos, de que la gente conoce la primaria, que se va abocar masivamente. Creo que hay elementos como el miedo, que existe, en una elección, que es pública y que es muchas veces en sitios públicos. ¿Cómo van a hacer esos 6 millones y pico de funcionarios públicos a cargo del Estado, del gobierno central, pensionados, para ir a votar? ¿Cómo va la persona que depende de una bolsa CLAP o del subsidio de gasolina? ¿Cómo van a ir a votar si saben que probablemente haya alguien que esté haciendo la labor de verificar quiénes son para quitarles cualquier beneficio? No soy tan optimista sobre la participación en la primaria, algunos hablan de 3 millones de personas, de 4 millones de personas; yo no soy tan optimista, pero no estoy tampoco con los pesimistas que hablan de montos de 100.000 personas en Venezuela, de 30.000 en el extranjero, pero estoy pensando, más bien, por lo que veo en la calle, por los obstáculos, que puede haber una participación de alrededor de 1,2 millones, 1,5 millones personas en la primaria.
—¿Cómo se garantiza la participación? Quedan solo algunos días, además se han reforzado las amenazas por parte del Estado.
—¿Quién está interesada en que no haya primaria? La coalición dominante; ¿a quién le interesa que implosione la primaria? La respuesta es clara: a la coalición dominante. Tienen una doble opción: o la bloquean judicialmente -ya han metido múltiples acciones, pero no han sido decididas, creo que si le molesta demasiado y no logra implosionarla a lo mejor saca una decisión de paralizar la primaria. Por cualquier razón, por allí lo han anunciado porque supuestamente es ilícito el uso del listado del Consejo Nacional Electoral, que no puede hacerse una elección sin el apoyo técnico del CNE; cualquier excusa es buena si ellos quieren tumbar eso. Ahora, si ellos ven, en cambio, que la participación es muy baja -y eso es lo que están empujando, que no se sepa dónde van a ser los centros, bloquean el acceso a la página por Cantv, por Digitel, por Movistar, y hay que usar VPN para ver cuál es tu sitio electoral-, y eso ¿quién lo hace? De nuevo la coalición dominante. Entonces ahí entra el miedo (en el chavismo) de que la elección primaria ocurra. Ahora, la finalidad de la elección primaria es lograr un candidato único. Si esa finalidad no se logra –porque hay dos posibilidades: uno, que el candidato electo no se pueda inscribir porque está inhabilitado, esa es una posibilidad; y dos, no se acuerda un orden de sucesión en caso de que esa persona no se pueda inscribir si estaba inhabilitada. Entonces si la primaria no sirve para lo que es, que es para lograr un candidato único o una alternativa de un candidato único, en caso de que esa persona electa no pueda inscribirse lo que estamos haciendo es crear un nuevo problema o difiriendo un problema. Por eso es que yo he venido diciendo siempre eso que algunos no quieren tratar, “¡ay, asco, de eso no se habla!”, que es el orden de sucesión; hay que hablarlo, en secreto, no tenemos por qué decirle a nadie que lo hemos establecido, de una manera muy objetiva, muy amplia. Pero yo tengo algunas sugerencias, por ejemplo: uno, no debería poderse elegir a nadie que no haya participado en la primaria, es decir, nunca un outsider, a menos de que eso sea decidido por la unanimidad de los que participaron en la primaria, es la (alternativa) mínima de todo; dos, no puede ser una elección del G3, del G4, de un grupito de partidos, tiene que ser una elección de los que participaron en la primaria; tres, tiene que ser una elección con criterios muy objetivos. Por ejemplo, que sea, de los candidatos más de 75%, y que las personas que votaron representen más de 75% de los votos válidos emitidos durante la primaria. Son criterios objetivos que pudieran respetarse.
—¿No le parece que la participación de candidatos inhabilitados ha sido un problema?
—Mi opinión ha sido que quizás ha habido un error en dejar participar a las personas inhabilitadas en la primaria. ¿Por qué? Porque, como decía antes, si es para lograr una solución de un candidato único y ese candidato único no se puede inscribir porque depende de una presión nacional e internacional, que es aleatoria, no estamos haciendo nada. Lo que hay que hacer es ya tener el orden de sucesión. Eso sí es verdad, ya que nos metimos en este camino, que entren en las primarias las personas inhabilitadas, tenemos que tener un orden de sucesión. Porque algunas de estas personas que dicen que “no hay que hablar del orden de sucesión porque vamos a lograr que nos inscribamos”. Okay, vamos a lograr, eso suena Poliedro, pero, en fin, ¿cómo vas a lograr que se inscriba con un régimen que no es democrático? Venezuela va primero. Siempre digo: hay que dejar los egos de lado. Los egos son lo que nos ha llevado a esta situación en la que estamos en estos momentos pensando que cada uno es la mamá de Tarzán, la última coca-cola del desierto, y no, somos personas que hemos sacrificado mucho por la democracia, pero hemos cometido errores una y otra vez, y lo dije en la Católica durante el debate: hemos actuado con lo que yo llamo “el anarquismo salvaje-anárquico” y con el voluntarismo, también salvaje, “vamos a lograrlo, tal y qué sé yo, porque sí lo vamos a lograr”. No, hay que actuar con táctica y con estrategia sabiendo que hay una situación en la que hay un grupo que no es democrático, que no ve la democracia y la alternancia como una alternativa dentro de su horizonte y hay que forzarlo a eso, pero la única manera de forzarlo a eso es con unidad, en unidad, sin que nadie esté por fuera. Cualquier persona que se presente por fuera de esa unidad es, en definitiva, un colaboracionista con el grupo de poder. Esa es la verdad. De que dejemos de lado el comportamiento anárquico, dejemos al lado el voluntarismo; aquí lo que hay que tener es una estrategia muy clara, una táctica muy clara, y esa estrategia tiene que ser unidad, unidad, unidad, unidad, al costo que sea. El primer costo que hay que pagar es enterrar el ego de cada una de las personas.
—¿Hasta la fecha los candidatos, sobre este punto, no se han puesto de acuerdo?
—Hemos conversado, no se ha acordado.
—Pero ya queda poco tiempo para la primaria.
—Queda poco tiempo. Eso tendría que ser antes del 22 de octubre, para mí. Otros dicen que eso tiene que ser después. Bueno, ese «lo vemos después» es visionando esto como una acción posterior de los partidos políticos que han tenido la preeminencia en la toma de decisiones en los últimos años. Es decir, lo que llamaron el G7, el G4, el G3, cualquier cosa.
—Hay algo en lo que ustedes sí están de acuerdo: apoyar al candidato ganador. Eso lo firmaron, pero ¿cómo se logra? Insisto en las inhabilitaciones porque es un tema que preocupa. María Corina Machado se ha mostrado segura de que, de ganar, le levantarán la inhabilitación y se postulará a la presidencial; ella plantea conversar con líderes latinoamericanos para que obligan a Maduro a levantar la inhabilitación y dar garantías. ¿Es posible?
—Yo no lo descarto 100%, (pero) le doy pocas probabilidades. En política nunca puedes decir “no, eso es imposible”. La política se define a veces como el arte de lo posible y casi todo es posible, pero de ahí a darle un cálculo de probabilidades de que se logre depende de muchos factores que hoy yo no veo que estén presentes. ¿Cuáles son esos factores? Uno, una presión nacional muy brava; yo no veo, en este momento, las condiciones para que 2 millones o 3 millones de personas estén en la calle…
—¿Ese es un escenario que se puede presentar? El chavismo dice que desde algunos sectores se está incitando a la desobediencia civil.
—¡Claro! La desobediencia civil va porque tú no obedeces la Constitución, porque cuando un presidente no obedece la Constitución el pueblo puede estar en desobediencia civil. Eso es verdad. Ahora, lo que yo no veo son las condiciones para que eso ocurra en este momento. Puedo estar equivocada porque en política todo cambia. Cuando en abril del año 2017 empezaron las protestas, nadie le daba medio partido por la mitad a las protestas, y un mes después estábamos en plenas protestas. El tema ‘contagio social’ puede darse, pero no no veo las condiciones en este momento.
—¿Eso es un riesgo? Porque el país y los dirigentes están sometidos. Si hay alguna protesta, inmediatamente habría represión, detenciones; se ampliarían las inhabilitaciones y las sanciones.
—Todo eso puede pasar y todo eso está en las expectativas. No hay maneras en este momento… sí sabemos algo: el grupo que está en el poder puede pretender cualquier cosa. El informe de la Misión de determinación de los hechos dice que siguen los mismos hechos (violaciones de los derechos humanos), siguen las mismas prácticas, o sea, no ha habido un cambio de conducta. A veces esta gente llega y dice “levántennos las sanciones…”, vamos a ponerlo en el ejemplo más ramplón: llega una persona, está en un colegio, en un liceo y es un mala conducta; pone en riesgo a la clase entera, a la gente, a los compañeros y todo lo demás, y lo sancionan, y esta persona empieza a decir —“bueno, levántenme la sanción para yo volver al colegio, pero yo no cambio en nada, ni un ápice, mi conducta”, —“pero si la sanción es para (que rectifiques)”, —“no, porque las sanciones me están perjudicando a mí y al grupo de los que me seguían”, —“justamente, en aras de un interés colectivo, porque hay reglas generales de vida o de convivencia en democracia, las sanciones no son una finalidad, son un medio para lograr un cambio en la conducta”. En consecuencia, cuando se habla del poder de las sanciones, es mínimo, en definitiva, lo han demostrado 40 o 50 años de sanciones en contra de numerosos regímenes. Pero el derecho internacional público no tiene cárceles para los países. Ahora está la Corte Penal Internacional y, efectivamente, puede haber cárceles para alguna violación de derechos humanos muy grave, pero hasta la creación de la Corte Penal no había una cárcel para los violadores de los derechos humanos. Entonces las maneras que tenían los países de decir “tú te estás portando mal” era ponerle sanciones, pero están claros los países de que esas sanciones son generalmente simbólicas, que no han producido nunca la salida de un régimen, pero lo que demuestran o quieren decir es que “tú te estás portando mal”, es la única manera que tienen los países de decirle a la comunidad internacional que ese país está portando mal. Si no hay un cambio de conducta, si no hay propósito de enmienda, si no hay contrición, de nada sirve levantar las sanciones, así como tampoco sirven las sanciones en sí, en líneas generales, para lograr ese cambio. Pero, sin duda alguna, estamos en presencia de un momento histórico. Voy a ponerlo de otra manera: si yo fuera el grupo de la coalición dominante en el poder, haría lo posible para que hubiese elecciones razonablemente libres para el 2024 y 2025; si yo fuera ellos -sé que tienen un riesgo muy grande porque su intención de voto es muy pequeña-, abriría las puertas a una mayor participación, a una mayor democracia, porque, si yo gano me van a tener que reconocer todos los países y me van a tener que levantar todas las sanciones. Ahora, si yo no hago nada, las sanciones van a seguir.
—¿En qué escenario ve posible un levantamiento de las sanciones?
—Por ahora yo no veo en el panorama garantías democráticas para las elecciones 2024 y 2025. Se está trabajando en eso, se está forzando en eso, pero yo no veo signos claros. Al contrario, el signo contrario es “levántame las sanciones y yo, a lo mejor, permito alguna cosa”, pero eso es desconocer en qué consisten las sanciones. La mayoría de las sanciones son impuestas individualmente en juicios que tienen que ver con tráfico de dinero, con tráfico de drogas, son sanciones individuales en un juicio penal. Eso tendría que solucionarse en ese juicio penal, individualmente. Nadie puede pensar que se pueden eliminar todas las sanciones. Lo que pasa es que esta gente, como ha amalgamado el Estado, ha eliminado la separación de poderes y ha amalgamado el Poder Judicial dentro del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo, y se convierte en una especie de amalgama única, donde “mira, tienes que hacer esto, tú, juez”, entonces creen que se pueden levantar las sanciones a nivel internacional como se pueden levantar aquí diciéndole al Tribunal Supremo o a cualquier tribunal “mira, haga tal cosa”. Eso no se puede. ¿Por qué? Porque en todos esos países existe independencia de los poderes judiciales y puede perfectamente ese poder judicial continuar las investigaciones de lo que llevó a la imposición de esas medidas individuales. Otra cosa son las medidas colectivas, que tienen una fecha muy posterior, 2019. Para que la gente lo entienda: seis o siete años después de la crisis, cuatro años después de la hiperinflación, siete años después de la caída de la industria petrolera. Es decir, nada de lo que se vivió hasta el 2019, que incluye la hiperinflación, aquellos períodos terribles donde teníamos que estar buscando al bachaquero para que nos vendiera un kilo de arroz, un poquito de carne; nada de eso es atribuible a las sanciones, sino a la mala gestión que ha sido asumida por una serie de corruptos. Esa es la verdad. El resto de las sanciones, esas que se impusieron a partir de 2019, efectivamente, sí le hacen más difícil a Pdvsa, al Banco Central, las relaciones internacionales financieras, ahí hay una serie de limitaciones y sí, tienen unas consecuencias, entre otras, que no habiendo transparencia para la venta de petróleo se hagan componendas donde se van por los sumideros de la corrupción 20.000 millones de dólares, 20 millardos, eso se dice fácil, ¡pero eso es una cantidad tan grande! Hoy en día, pensamos, porque no hay cifras oficiales, que puede haber un ingreso total de Venezuela entre 40.000 y 70.000 millones de dólares. Es decir, que eso (que “desapareció” de Pdvsa) pudiera ser entre la mitad o la tercera parte del ingreso del año en Venezuela; con eso se hubiese podido solucionar el problema de todos los hospitales, de todas las escuelas, de todos los funcionarios públicos, de todos los pensionados, con eso se hubiese podido solucionar. Se fue por los albañales de la corrupción. Y en eso incide, ciertamente, la oscuridad financiera que deriva de las sanciones generales. Ahora, decir que todo es culpa de las sanciones… no, ya lo decía antes, aquí hay algunas cosas que derivan o son influenciadas de las sanciones, pero la mayoría del desastre económico está generada por la mala gestión, la ausencia de rendición de cuentas y la cantidad de miles de millones de dólares que se han desaparecido en los sumideros de la corrupción por falta de rendición de cuentas, por falta de transparencia. Venezuela es un país que tiene 9 años sin presupuesto ni rendición de cuentas, ¿qué puedes esperar tú? Nada de lo que se ha hecho en los últimos años ha permitido realmente que haya inversiones en Venezuela ni hay posibilidades de que mejore la situación financiera de los venezolanos. Estamos a un 20% de lo que se producía hace 15 años y estamos ligeramente por encima de Haití, por debajo de Honduras, como segundo país más pobre de América Latina. Es muy poco lo que se puede hacer si no hay democracia, y siempre insisto: tú no comes democracia, pero sin democracia no comes, y eso es lo que la gente no entiende.
—Hay sectores que apoyan que se posponga la primaria y que se acepte el apoyo técnico y logístico del Consejo Nacional Electoral.
—No estoy cerrada a ninguna alternativa. Yo dije que era indispensable el apoyo técnico del CNE como mecanismo de viabilidad del proceso, algunos de los participantes negaron eso, se aferraban a un sistema autogestionado, yo advertía sobre las dificultades de un sistema autogestionado, que se están viendo; viene la exvicepresidenta de la Comisión Nacional de Primaria y dice que hay tales problemas; sí, esos problemas se sabían desde el día uno, cuando la coalición dominante pidió la renuncia del Consejo Nacional Electoral para impedir de esa forma el apoyo técnico a la primaria. Hay que decir cómo son las cosas. Se había solicitado el apoyo técnico al Consejo Nacional Electoral, estaba en proceso de verificación y, de la noche a la mañana, un día miércoles se hizo una reunión en el Consejo Nacional Electoral y el jueves aparecieron tres de los rectores, con sus suplentes, diciendo que habían sido solicitadas las renuncias, la cual aceptaron; de igual manera, nombraron a la comisión y la suspendieron. ¿Cuál era la finalidad? Evitar el apoyo técnico. Entonces, pensar ahora en un apoyo técnico, cuando desde el otro lado lo impidieron… aquello de los pajaritos en grama y los pajaritos premiados. Creo que hay que crecer.
—Específicamente, ¿cuál es la coalición dominante?
—Cuando hablo de la coalición dominante me refiero a la coalición dominante en el poder, por eso es dominante, es una hidra de mil cabezas en donde están el grupo de Nicolás Maduro, el grupo de Diosdado Cabello, el grupo de Cilia Flores, de los hermanos Rodríguez, de los tres o cuatro grupos de militares; allí hay como 15 grupos distintos.
—¿Se pecaría por inocente al confiar en el CNE?
—No hay que creer en pajaritos preñados, si ya nos metimos en esta vía, que es difícil, que tiene cualquier cantidad de dificultades, que es hacer una elección manual, en sitios muchas veces no aptos, en la oficina, en la casa de alguien, en un galpón, en una plaza, esos son sitios que no necesariamente son aptos. ¿Por qué? Porque no hay sitios tradicionales, como iglesias y centros educativos, porque los amenazaron, y los amenazaron públicamente. Jugar a la política para lograr restablecer un Estado de derecho en un país no democrático no es fácil. No se está jugando con las reglas de la democracia. Este no es un problema de derecho, este no es un problema constitucional, este es un problema de que le dio la gana a alguien hacer algo para sacarnos del juego. Esa es la verdad.
—¿Han evaluado los riesgos que pueden ocurrir al día de la primaria?
—Cuando yo me inscribí en la primaria, introduje una carta al Consejo Nacional Electoral diciéndole que evaluaran, para el extranjero y para Venezuela, el uso de la tecnología blockchain. Yo sé que tiene problema, pero creo que era la única manera de llevar a cabo un proceso en el cual todos los riesgos no se plantearan. Inmediatamente salieron otros candidatos y dijeron que “no, porque yo lo que quiero son las papeletas, los papelitos, y yo lo que quiero es que la gente vote, que haya mucha gente que vote”. Es verdad, 60% de los venezolanos no tiene acceso a Internet, entonces habría que haber buscado mecanismos para lograr que pudieran haber accedido a la tecnología blockchain, pero el reconocimiento del iris por medio del teléfono, que es un medio de identificación mucho más importante y claro, y más certero que el de la huella digital, permitía tener una seguridad y asegurar una persona, un voto, en unas circunstancias en la que lo importante era la participación masiva; yo creo que ahí sí, con la tecnología blockchain, hubiera participado muchísima más gente, dentro y fuera de Venezuela. Creo que una de las cosas que fue disuasiva en la inscripción masiva de personas en el extranjero era la ubicación de los centros de votación, que obliga a mucha gente a desplazarse y eso cuesta dinero, y la gente en el extranjero no es que está boyante, y tiene que trabajar. Se hubieran solucionado el cierre de las calles, los colectivos, el tema de la abstención de los funcionarios públicos por miedo, todos esos temas lo hubiera solucionado el voto por medios digitales. Pero eso no se aprobó por una oposición, sobre todo de dos candidatos, una candidata y un candidato, y ni siquiera se consideró. Yo les había dado informaciones de al menos tres compañías internacionales que estarían dispuestas a dar ese desarrollo blockchain para que exploraran esa posibilidad, pero eso no se exploró. Todos los riesgos se hubieran solucionado si ese hubiese sido el caso. Ahora, no es el caso, bueno, no vamos a llorar sobre el agua derramada; el agua está en el piso, ya olvídate, ya no vamos a llorar; además, la copa está rota y ni siquiera la puedes recoger porque tiene vidrio. Entonces el tema es cómo lograr salir en las mejores condiciones posibles de esta situación, yo creo que el apoyo, por ejemplo, de las fuerzas policiales depende exclusivamente de que haya alguna señal, una pequeña apertura internacional. Vamos a estar claros: estamos jugando a la política contra un grupo malandro que tiene secuestrado a un país, grupo con el cual tenemos que seguir entendiéndonos porque, como decía el padre Luis Ugalde, no van a desaparecer, tenemos que convivir como ha sucedido en todas las transiciones. A mí me dan ganas, a veces, hasta de escribir un libro de autoayuda para el chavismo, yo tengo el título: Hay vida después de la muerte. Si eres democrático, puedes volver al poder siempre que sigas ciertas reglas democráticas. Los países a lo largo de la historia, con distintas suertes, han probado eso. Tenemos que entender que los procesos políticos nunca son lineales y que pensar que hay una línea de crecimiento es desconocer cómo funcionan los países y cómo funciona la democracia.
—Mencionaba que al menos 1,5 millones de venezolanos participarían en la primaria en Venezuela. De los migrantes, de su imposibilidad de movilizarse, de la ubicación de los centros, del bajo registro. ¿Cómo proyecta la participación de los venezolanos en el extranjero? ¿Hay posibilidad de apoyo de países y de organismos internacionales como Naciones Unidas?
—Lo de los países apoyando el proceso no tengo noticias de que eso se haya logrado. Naciones Unidas, apoyando más allá de simbólicamente el proceso, no tengo noticias. Todo esto ha sido a fuerza de pulso, de pulmón, de voluntad, de voluntarios alrededor del mundo. El número bajo de inscripciones en el exterior también me llama la atención y sé que forma parte también mucho del bloqueo informativo que hay, porque la información no necesariamente llega… yo viajé justo cuando estaba abierto ese registro y estuve en varias ciudades donde hay un número importante de venezolanos y se suponía que eran venezolanos instruidos, informados, y ninguno de ellos sabía que había que inscribirse. Entender que el voluntarismo no basta, que los bloqueos informativos existen, que nuestra lucha es cuesta arriba. Y comencé (la entrevista) diciendo unidad, unidad, unidad, unidad, dejar los egos de lado, aquí nadie es indispensable, pero todo el mundo es necesario.
—Fíjese que también está la desconfianza que generó la oposición, y ahora se presenta la oportunidad de la primaria, que está amenazada y quizá los venezolanos no se involucran porque persiste ese desgaste físico y emocional.
—Debemos reconocer algo: la coalición dominante en el poder, el grupo que detenta el poder en este momento de facto en Venezuela, el que está en Miraflores, el que está en la Asamblea Nacional, el que está en el TSJ, esa gente, ha sido muy buena usando la desinformación, las noticias falsas, las noticias tendenciosas, el uso de las redes con miles y miles de troles, de bots y de mecanismos de desinformación. Estoy en grupos donde, tengo la certeza absoluta, hay en cada uno de esos grupos, infiltrados que lo que hacen es crear la desesperanza, “es que todos son iguales, es que ninguno sirve para nada”. Lo único que están es reproduciendo exactamente el mismo discurso que genera esa coalición para crear desesperanza aprendida, para restablecer la desesperanza aprendida, y digo restablecer porque hubo un momento en el que esa desesperanza se redujo y, hoy en día, hay que reconocerlo, está por encima de 60% de la gente, que está pensando cómo sobrevivir con una economía que está prácticamente por encima de Haití, con un producto interno bruto per cápita de 900 a 1.200 dólares por año, por persona, uno de los más bajos del mundo; con la creencia real de que cada día estamos peor, acaba de salir una nueva encuesta que señala que 85% de la gente cree que está peor este año que lo que estaba el año pasado. Y eso es lógico. Las burbujitas que se crearon con el uso del dinero que no podían sacar afuera y el lavado rápido de dinero para crear bodegones y grandes restaurantes porque hay un 5% de gente que sigue con un nivel de consumo derivado de ese enchufe que tiene y puede a veces mantener parte, pero ya no chorrea como chorrea antes, como chorreó en el 2020, en el 2021 y en el 2022. Ya en octubre del 2022 comenzó la caída del consumo de Venezuela, y el consumo ha caído casi en 42% en promedio. Entonces ya no hay consumo y donde no hay consumo hay una crisis profunda de consumo, que es diferente a la crisis que hubo en 2016, 2017, 2018, 2019, que es una crisis de oferta, esta es una crisis de demanda. La crisis de oferta era porque en aquel momento se cerró el acceso completamente al mercado de divisas, no había importaciones y no había productos que ofrecer; en este caso es una crisis de demanda, están los productos, pero no hay quien los compre. Eso está generando una caída precipitada de la economía por el lado del consumo que afecta el producto interno bruto. Aquello que se decía de que vamos a crecer 18% este año…. en este último trimestre vamos a crecer 0%, y probablemente decrezcamos alrededor de 4% a 6%. Estamos muy mal y aquello de que Venezuela se arregló, ya ese mito se fue al pozo, de manera que quienes en ese 60% creen que todavía pueden subsistir en esta economía mínima, sí, puede subsistir, pero no puedes mejorar, no puedes crecer, no vas a tener prosperidad, ni para ti ni para tus hijos ni para tus nietos, no vas a tener un país de oportunidades. Ese país, si no hay democracia, no va a existir y hay que crearlo en democracia, y esa es la razón por la que la gente tiene que entender que no somos las personas que estamos en la política, somos cada uno los que tenemos una responsabilidad en este proceso.
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