Organizaciones sociales y defensores de derechos humanos hicieron este viernes un llamado a la paz y también que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) pacte una tregua con las disidencias de las FARC en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.
Así lo expresaron en una carta abierta en la que señalan que «la paz requiere el compromiso y decisión profunda para hacer que prevalezca la vida, y sea través del diálogo que se encuentren las salidas y soluciones».
En el documento se asegura que desde este viernes «hay una movilidad de tropas» por parte del ELN y del Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC.
Sin embargo, están convencidos de que «solo el diálogo, inicialmente con cada grupo por separado por parte del Gobierno Nacional, permitirá empezar a resolver la crisis histórica y estructural del departamento de Arauca».
Por todo lo anterior le piden al ELN «disponerse a pactar una tregua en sus actuaciones contra el EMC-FARC» en tanto que a esa disidencia le piden «iniciar el 17 de septiembre la mesa de conversaciones de paz y disponerse a una tregua con el ELN».
El gobierno de Colombia y el Estado Mayor Central, acordaron el pasado 2 de septiembre «en desarrollo de la fase preliminar (de los diálogos) instalaremos la Mesa de Diálogos con toda su arquitectura jurídica, política, y presencia de la comunidad internacional como garantes y acompañantes», anunciaron en un comunicado conjunto.
Además, las organizaciones sociales también le pidieron este viernes al Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país que se hace llamar Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), «parar la expansión de operaciones de Casanare hacia Arauca».
Guerra por el control
La semana pasada lugareños informaron que nuevos enfrentamientos entre ELN y las disidencias de las FARC por el control territorial de zonas rurales de Arauca, dejaron al menos 16 personas muertas en combate.
El personero de la localidad de Puerto Rendón, Óscar Vanegas, dijo en ese momento a EFE que esos enfrentamientos también han provocado «desplazamiento masivo de comunidades», que han tenido que buscar refugio en zonas seguras y «confinamiento».
Este es un nuevo pico de violencia en una zona donde desde enero del año pasado estos dos grupos viven enfrentados por el control territorial, en una zona donde la presencia estatal es casi nula.
Desde entonces, según el personero de Puerto Rendón, ya van «más de 300/400 personas asesinadas desde enero del año pasado», además de desplazamientos y múltiples amenazas a líderes sociales.
Arauca es el principal fortín del ELN, que tiene en vigor un cese al fuego bilateral con el Gobierno pero no con otros grupos, y allí también operan disidencias de las FARC.
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