Es sorprendente la reacción de algunos personajes que responden casi violentamente cuando se les pregunta, después de oír sus quejas políticas ¿Y tú qué propones? Las airadas respuestas son sospechosas, en realidad cuando nos oponemos a algún designio es porque esperamos, creemos, nos esforzamos en encontrar algo nuevo y distinto, al estilo Descartes o quizás osamos proponerlo. Por estas razones y con el perdón de los sensibles al tema voy a formular algunas preguntas a los candidatos en competición, que personalmente considero importante reconocer.
1. ¿Qué podemos hacer con esa denigrante situación de la administración de justicia en el país? ¿Cómo limpiamos, damos lustre a las personas que administran la justicia, cómo podemos aceptarlos sin ninguna sospecha, saber que no están vendidos, son serviles a algún interés ajeno al de servir el ciudadano? ¿Qué pasa con el TSJ y con los jueces, tienen capacidades intelectuales y ética para ejercer sus cargos? ¿Se eligieron por su formación y trayectoria o son simples peones del régimen? La ciudadanía puede conocer sus ofertas de servicios como ocurre en muchas partes del mundo. ¿Cómo podemos cambiar la situación y recuperar la confianza en las instituciones y personas que administran la justicia?
2. ¿Cómo enderezamos el sistema de salud después de la brutal acometida de Barrio Adentro, y otras instalaciones precarias con las cuales pretendieron sustituir la red hospitalaria y ambulatoria que existía en todo el territorio nacional? ¿Cómo recuperamos los 300 hospitales y 4.000 ambulatorios que antes no servían y ahora están en proceso de franco deterioro? ¿Cómo logramos una recuperación, regreso, recalificación del personal sanitario, los médicos, enfermeras, el personal que participa en el cuidado de nuestra salud? ¿Cómo detenemos y salvamos de la destrucción la red hospitalaria? ¿Podremos construir una red de ambulancias con cobertura territorial que atienda pronto y de forma segura los requerimientos de los ciudadanos?
¿Qué se puede hacer con las oleadas de médicos integrales que no califican como médicos por considerarlos operadores políticos, sin destrezas profesionales?, ¿cómo recuperar a estos jóvenes para que puedan servir al sistema de salud?
Es posible esperar el planteamiento de un sistema de aseguramiento de salud eficiente y de bajo costo que proteja las eventualidades y coyunturas de salud de la familia venezolana. ¿Estamos aprendiendo de algún modelo exitoso, ejemplo Chile, España, Italia y otros países donde la gente no muere de mengua?
3. ¿Qué hacer con el sistema educativo en todos sus niveles? Empezando por el aspecto humano, ¿qué puede responderse a los reclamos de los maestros, cómo salvar la escuela inicial, básica y media, abandonada y en trance de entrar en quiebra? La asistencia escolar no supera dos días a la semana, 80% de las escuelas no tiene instalaciones sanitarias, no hay servicios alimentarios ni sanitarios como respaldo a la labor educativa. La misma situación prevalece en la red de universidades autónomas y en las escasas instituciones de formación para el trabajo. El INCE ahora es un organismo político, encargado de ideologizar y no formar a los aspirantes a ingresar al mercado de trabajo y a los trabajadores activos. ¿Cómo garantizamos la remuneración, las pensiones, los seguros de vida del personal docente activo y jubilado? ¿Cómo poner al día en la tecnología que recorre el planeta a nuestras instituciones educativas? ¿Cómo hacemos para que nuestra juventud e infancia no se queden atrás en un mundo creativo, innovador que descubre cada día nuevas fórmulas para producir y crear conocimientos que ayuden al mundo a vivir mejor?
4. ¿Qué hacemos para que los servicios públicos sean eficientes: agua, electricidad, control de deshechos, seguridad, protección ambiental, equipamiento urbano, vías de comunicación, transporte? ¿Por dónde comenzamos para responder a los requerimientos ciudadanos en las ciudades, en los pequeños pueblos, en las zonas rurales? ¿Cómo se enfrenta el problema de servicios públicos en las comunidades informales, sin derechos de propiedad y sin conexión con las tramas de servicios urbanos? Sospechamos que allí viven la mayor cantidad de venezolanos, mucho más que los 15 millones de habitantes que habíamos conocido antes.
5. ¿Podemos recuperar la confianza en la justicia? ¿Estas instituciones estarán al servicio del ciudadano o del futuro gobierno y su clientela? ¿Qué habría que hacer para que Venezuela tenga jueces en quien podamos confiar nuestras vidas, bienes y libertad? El Tribunal Supremo de Justicia debe sufrir una metamorfosis total, puede pensarse en un proceso que nos permitirá confiar en el Sistema de justicia. ¿Qué se puede hacer igualmente para que las fuerzas de protección del orden público y de la comunidad le sirvan de verdad al ciudadano y no al partido de gobierno? ¿Se ha pensado en ese proceso, quiénes son sus líderes y cuáles reformas proponen?, ¿están estudiando, observando algún modelo exitoso en alguna parte del mundo?, porque sí existen. ¿Podemos tener confianza en la recuperación del sistema de justicia?
6. ¿Cómo recuperamos toda la red de comunicación, sus instituciones que expresan directa e inmediatamente las preocupaciones y temores de los ciudadanos? ¿Las estaciones de radio, televisoras, los periódicos, las editoriales de textos educativos y de salud, los medios sociales que están hoy cerrados, amenazados, sin posibilidad de ponerse a la par con otras sociedades donde los estados que gobiernan garantizan el acceso ciudadano a todo tipo de comunicación? ¿Cómo reabrir medios como Radio Caracas, El Nacional, los periódicos estadales y locales que fueron cerrados, los cientos de estaciones de radio de alcance nacional y de ámbito local que apoyaban e informaban al ciudadanos sobre sus avatares, cómo recibir información, respuestas apropiadas a los problemas?
7. ¿Qué se piensa en relación con los barrios populares? ¿Cuántos barrios informales existen y quién se va a ocupar de ellos de forma integral, sus instalaciones educativas, sanitarias, servicios de agua, electricidad, transporte, redes de aguas servidas, seguridad? ¿Cómo se responde a esa demanda no oída, atrasada, incumplida a las comunidades de barrios marginales? Puede pensarse en un esfuerzo por lograr que la diferencias y desajustes que caracterizan las condiciones de vida de la mayoría de los venezolanos que viven en barrios tiendan a disminuir, encuentren respuestas efectivas no demagógicas. Barrios donde la propiedad del suelo no está establecida formalmente, las normas urbanísticas y sanitarias no se cumplen por carencia de recursos, y asistencia tecnológica. Espacios habitados por millones de venezolanos, muchos expulsados del mundo rural por falta de oportunidades. Venezuela puede aspirar a un regreso de millones de venezolanos que forman parte del éxodo reciente, estaremos preparados para recibirlos sabiendo que su gran mayoría provienen de estos barrios marginales donde los recursos y el apoyo para su reintegración se convierta en una posibilidad inmediata.
8. Sin entrar en las particularidades técnicas del tema económico, al ciudadano le interesa saber qué se ha pensado en relación con la recuperación de las empresas generadoras de empleo, cómo apoyar su reapertura, expansión y capacidad de generar empleos. Empresas con maquinarias inactivas, con procesos productivos en suspenso por el acoso de las instituciones gubernamentales y por la disminución del consumo de la sociedad. ¿Cómo debe ser la relación entre el gobierno y la representación gremial de las empresas y trabajadores? El gobierno oirá al planteamiento de los responsables directos de la actividad económica, establecerá acuerdos con los productores, procesadores, con la industria, la agroalimentación, el comercio. Actuará decididamente para apoyar planes para lograr mayor productividad y desarrollo tecnológico de las empresas. ¿Cómo se hará para reentrenar la fuerza laboral y apoyar a las empresas para su participación en el mercado mundial? ¿Qué principios estudian para reactivar el sector agroalimentario y el desarrollo rural de la población que vive en ese medio y no se estimule el éxodo a las zonas urbanas marginales?
9. Nos queda, sin considerar de segundo orden, las preguntas sobre el arte, la cultura y el deporte. ¿Podremos ser un país que sea parte de los movimientos, expresiones, manifestaciones artísticas y deportivas que hoy existen en el mundo? ¿Apoyaremos a nuestros artistas, atletas, creadores, organizaciones como el Sistema Nacional de Orquestas, un orgullo nacional? ¿Los conjuntos folklóricos? ¿Apoyaremos y brindaremos seguridad social a nuestros artistas en cualquier etapa de su vida creativa, en la actividad plena, la juventud y el retiro como personas que han entregado su vida a sus públicos?
10. ¿Cuán importante es el tema de la descentralización, supera su carácter administrativo y se convierte en un tema de convivencia política? Venezuela hasta ahora ha vivido con un Estado centralizado, con una concentración de responsabilidades a nivel nacional en temas como la educación, la salud pública, la prestación de servicios de electricidad, agua, manejo de desechos, seguridad, transporte y vías de comunicación. Esta concentración ha operado al margen de la importancia que debe tener el municipio, la cual debe recuperar su carácter como responsable de la calidad de vida y de los servicios públicos a las comunidades.
El poder municipal puede ser descrito como el origen, el espacio fundante de la condición ciudadana se define técnicamente como la entidad político-jurídica en que se dividen los estados, integrada por una población asentada en un espacio geográfico, con normas jurídicas propias y un órgano de gobierno que es el ayuntamiento. No es sólo una demarcación territorial es un espacio de comunicación, cohabitación y convivencia con unas normas prefijadas por las leyes vigentes.
Avanzar en la desconcentración y descentralización conlleva directamente a reforzar el poder del municipio, hoy casi inexistente en nuestra gestión de gobierno es un punto clave de un nuevo modelo de gobierno y gobernabilidad que será imprescindible en corto tiempo.
¿Cuántos de nuestros problemas económicos y morales los confrontamos o comenzamos a resolver en el ámbito íntimo, personal, en el espacio doméstico y como primer plano externo en nuestro vecindario o municipio? Allí donde vivimos y compartimos con otros, iguales y distintos a cada uno de nosotros.
Podríamos comenzar reconociendo que el municipio es definido de manera coloquial, no-técnica, como el espacio político directo en el cual el ciudadano se expresa como tal. La historia universal dice que el municipio fue la unidad político-administrativa más pequeña dentro del Imperio Romano y podemos agregar que debería continuar siendo en nuestro momento actual.
El poder municipal gráficamente representa al opuesto del Poder Ejecutivo concentrado y centralizado es la raíz de la nación entendida como “un concepto histórico y cultural, que hace referencia al conjunto de personas que tienen en común una lengua, una historia, una cultura y un conjunto de tradiciones. El país nace por tanto en el municipio, los municipios podríamos decir que integran el compuesto nación, como suma de la existencia de la ciudadanía.
Qué haremos para rescatar el poder del municipio y con ello asistir al resurgimiento del poder ciudadano como eje hacia el cual debe girar, mirar y oír el gobierno central, es una pregunta que no se puede obviar. La imperiosa necesidad de un nuevo modelo de gobierno y gobernabilidad.
Probablemente no recibiremos respuestas a estas interrogantes, pero basta comunicarlas y despertar inquietudes de aquellos que aspiran a gobernar, no quedarnos sólo esperando a Godot.
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