El presidente de Gobierno español en funciones y líder socialista, Pedro Sánchez, y el líder del conservador Partido Popular (PP), Albeto Núñez Feijóo, se reunieron este miércoles, a instancias de Feijóo, a propósito de la investidura que este como presidente del gobierno, tal como le encargó el rey Felipe VI, en un encuentro sin ningún tipo de acuerdos.
Sánchez y Feijóo, que aspiran a ser investidos presidentes del Ejecutivo y han mantenido fuertes enfrentamientos durante la campaña electoral, han planteado cuestiones totalmente distintas durante un encuentro de casi una hora en el Congreso de los Diputados, que reflejó el abismo que los separa.
Feijóo, que como líder del partido más votado en las elecciones generales del 23 de julio, con 137 escaños de los 350 de componen el Congreso, defiende que es a quien le corresponde formar gobierno y pidió a Sánchez que facilite su investidura para una legislatura de dos años para afrontar en ese tiempo hasta seis pactos de Estado y después convocar elecciones generales, para evitar «un bloqueo político no deseable».
Los pactos serían sobre regeneración democrática, Estado de bienestar, el saneamiento Económico, un pacto territorial, además de otros dos sobre agua y familias.
Feijóo, en un encuentro posterior con la prensa, lamentó que Sánchez prefiera «acuerdos con el independentismo», en referencia a las conversaciones que el partido socialista mantiene con partidos vascos y catalanes que se declaran independentistas, ante una posible nueva investidura del actual presidente del gobierno.
Pero en el partido socialista (PSOE), su portavoz, Pilar Alegría, respondió que antes de llegar a esos pactos, el PP tendría que cumplir la Constitución y renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes del 31 de diciembre, sea quien sea la persona elegida como presidente del gobierno, pues ese órgano, encargado del gobierno de los jueces, está sin renovarse desde hace más de cinco años debido a la falta del acuerdo necesario entre los dos grandes partidos españoles: PSOE y PP.
Alegría, que calificó la investidura de Feijóo como «fallida», rechazó pactar con el PP, que se presentó a las elecciones con el objetivo de «derogar el sanchismo», en referencia a las leyes que el actual gobierno de coalición de PSOE con el grupo de izquierda Podemos hizo en la pasada legislatura.
Difícil camino hacia la investidura
El encuentro de este miércoles es el primero de Feijóo con líderes de otros partidos ante el debate de investidura, que está fijado para el 26 y el 27 de septiembre, al que si no hay cambios y sorpresas de última hora llegaría sin apoyos suficientes para ser elegido presidente del gobierno.
El PP cuenta con sus diputados, los 33 escaños del ultraderechista Vox y 2 más de sendos partidos regionalistas, lo que suman un total de 172, pero tiene la oposición de 178 diputados, por lo que no saldría elegido ni en primera votación, que necesitaría mayoría absoluta, ni en una segunda, en la que sería suficiente la mayoría simple, es decir, más síes que noes.
Tiene casi un mes para negociar con otros partidos, pero hasta ahora, excepto los citados, el resto ha rechazado apoyar al PP, entre otras razones porque ha aceptado acercarse a Vox.
En caso de no salir elegido, hay un plazo de dos meses para que otro candidato lo intente, y ese sería el momento de Sánchez, que ha mostrado su intención de someterse también a la investidura, con el argumento de que aunque con menos escaños (121), tiene posibilidad de conseguir el apoyo de más partidos y superar al PP.
Si tampoco saliera adelante esa opción, se convocarían nuevas elecciones generales.
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