La selección de Venezuela afronta a partir de este sábado su quinto Mundial de Baloncesto, que se disputa en esta ocasión en Japón, Filipinas e Indonesia. El equipo acude con la ilusión de repetir o incluso mejorar su última prestación en China 2019, cuando logró sorprender a la anfitriona. Ese año, pasó a la segunda fase del torneo por primera vez en la historia, terminando entre los 16 mejores.
Tras aterrizar en Okinawa el lunes 21 de agosto, la Vinotinto siguió con la preparación para sus citas mundialistas en el grupo F. Allí comparte grupo con la Eslovenia de la estrella de la NBA Luka Doncic, la selección de Cabo Verde de Edy Tavares y una Georgia en la que destacan Giorgi Shermadini y Tornike Shengelia.
Con la selección eslovena entre las favoritas a conseguir medalla, Venezuela aspira a quedarse con la otra plaza en juego para la siguiente fase, y así repetir el brillante logro de la edición anterior.
Venezuela debutará el sábado frente a Eslovenia con el reto de frenar el peligro de un Doncic difícil de defender. La estrella destaca por su destreza para generar opciones para sus compañeros y sus buenas decisiones sobre la cancha.
Ante Cabo Verde, su segundo rival del Mundial de Baloncesto, Venezuela se jugará previsiblemente su futuro en el torneo. Lo hará ante un Edy Tavares de 2,20m con una extraordinaria capacidad de defensa. El jugador del Real Madrid con experiencia en la NBA es uno de los mejores pívots de Europa y la piedra angular de su equipo. También destacan en el combinado africano los hermanos Ivan y Joel Almeida, claves para el cuarto puesto en el AfroBasket 2021.
Y el tercer enfrentamiento del equipo que dirige Fernando Duró será ante Georgia, el 30 de agosto. Ahí se decidirá la suerte de la Vinotinto en el Mundial si todo transcurre según lo previsto.
El conjunto de Ilias Zouros, que presenta una de las rotaciones más profundas del torneo, debutará con su juego interior como punto fuerte.
El poder anotador de Thad McFadden, Toko Shengelia, el gigante Giorgi Shermadini y jóvenes de la NBA como Sandro Mamukelashvilli y Goga Bitadze, hacen de la selección georgiana un conjunto con talento que buscará el que sería un histórico pase a la segunda ronda.
Figuras conocidas
De cara al mundial, el seleccionador venezolano presenta un bloque en el que figuran muchas de las conocidas caras que lograron la AmeriCup 2015 y se clasificaron para los Juegos Olímpicos de 2016.
Un HeisslerGuillent, que marcó la diferencia en China 2019 con su acierto exterior, acompañado del infalible anotador Jhornan Zamora; la dureza en la defensa y en los rebotes del ala-pívot Néstor Colmenares y del base Gregory Vargas; la destreza de Michael Carrera, segundo máximo anotador del equipo en 2019; y la efectividad en el ataque por parte de Garly Sojo son algunas de las armas del equipo sudamericano.
Un grupo capitaneado por David Cubillán con una estatura media de 1,96 metros y 30 años de promedio, pautado por la complicidad: «Ellos son mis hermanos. Jugamos juntos desde que tenemos 15 o 16 años. Ganamos el campeonato suramericano. Vencimos al entrenador cuando dirigía a Argentina, en 2003. Luchamos, cantamos, lloramos y ganamos juntos. Ellos me respaldan y yo a ellos», declaró el capitán venezolano en la víspera del Mundial.
«Creo que para muchos de nosotros está llegando el final y vamos a tratar de disfrutar esto y darlo todo», expresó el dorsal ‘8’ en sus primeras palabras en la sede mundialista este jueves.
La selección de Venezuela llega a este Mundial de Baloncesto tras una gira de preparación para olvidar. Tuvo siete derrotas en siete amistosos contra España, vigente campeona, Australia, Argentina, Francia, Brasil, Angola y Sudán del Sur.
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