En los últimos años la diversidad sexual es percibida como algo mucho más normal de lo que era a finales de los noventa, o incluso durante la década del 2000. Actualmente, es frecuente encontrar en la televisión programas con personajes abiertamente homosexuales que llevan una vida feliz, sana y estable.
Sin embargo, para que esto ocurriera hubo precedentes en la historia de la pantalla chica y uno de ellos fue Will & Grace. Una comedia situacional que apostó por sacar a relucir los problemas que enfrentaban los homosexuales, usando como catalizador la risa.
Will Truman (Eric McCormack) es gay, un joven abogado exitoso, pero tiene la desdicha de contar con menos suerte en el amor que en el trabajo. Grace Adler (Debra Messing) es su mejor amiga y compañera de apartamento, decoradora de interiores y un desastre total en sus relaciones con los hombres.
Frente a ellos vive Jack McFarland (Sean Hayes), que para algunos representa al homosexual típico, pero al mismo tiempo uno de los personajes más mordaces de la serie junto con Karen Walker (Megan Mullally), la amiga millonaria con problemas de bebida y secretaria de Grace.
En el regreso del show las cosas son retomadas donde se dejaron, pero omitiendo los sucesos del capítulo final, que es presentado ahora como un sueño de Karen. Esto da pie a que los amigos vuelvan a tener la dinámica en el set de los personajes que cautivaron a los televidentes durante ocho años.
Ahora se ve en la pantalla de FOX, los miércoles a las 10:00 pm, a unos amigos que cargan una década más a cuestas y aún tienen los mismos problemas, que son abordados con perspectivas diferentes. En la novena temporada los autores logran tomar el humor original de la serie para adaptarlo a la sociedad actual y los conflictos que existen en ella.
La edad, los nuevos retos de la sociedad LGBTI+, la política actual y la incansable búsqueda del amor forman parte de las aventuras de Will, que decide dejar su trabajo; Grace, que se enfrenta al reto profesional más grande de su carrera; Jack, que ahora es abuelo; y Karen, una fiel seguidora y amiga del presidente de Estados Unidos.
A pesar de las críticas que pueda recibir el argumento de la serie original ante los ojos actuales, en su momento fue un hecho revolucionario presentar a este grupo de personajes y lo deja en claro el segundo episodio, en el que Will le dice a un chico más joven con el que está teniendo una cita: “El momento en que olvidamos lo que atravesamos para llegar hasta aquí es el mismo en el que todo se nos puede arrebatar”.
La fórmula que exhibió la serie original tuvo éxito, pues la comedia recibió 16 premios Emmy entre 1998 y 2006, y fue nominada 29 veces a los Globos de Oro. Durante la campaña presidencial de Hillary Clinton el elenco original se reunió para grabar un especial de diez minutos en el que invitaba a votar por la candidata demócrata. Este capítulo fue difundido a través de la web y fue tal el recibimiento del público que los creadores Max Mutchnick y David Kohan decidieron darle continuidad a la historia.
En Estados Unidos Will & Grace es transmitida por NBC, canal en el que consiguió ser la comedia más vista de la temporada 2017-2018. Además, según The Hollywood Reporter se ubicó en el segundo puesto de todas las sitcom de la temporada, empatada con Modern Family, de ABC y solo superada por The Big Bang Theory. Hasta ahora han sido ordenadas las temporadas 10 y 11 de Will & Grace. Esto significa que la serie estará al aire, al menos, hasta 2020.
Los nuevos conflictos de la pareja de amigos parecen estar orientados a la nueva cercanía familiar que aparentemente tendrán Will y Grace. Pero el reconocimiento de los derechos de las minorías, la disconformidad con la gestión presidencial y la amistad prometen seguir presentes en la trama.
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