La ola de calor que afecta a la mitad sur de Francia y una parte del este se agudizó este domingo con temperaturas que superaron los 40 grados en el valle del Ródano. Una circunstancia que se repetirá a comienzos de la semana próxima.
El servicio meteorológico estatal Météo France anunció en su página web que este lunes añadirá un departamento más, el de Charente-maritime, a los 49 que ya estaban este domingo (casi todos en la mitad sur) en alerta naranja por un episodio de canícula «intenso y duradero, particularmente tardío para la estación».
En esa zona en alerta, que cubre más de la mitad del territorio francés, ya se habían registrado a media tarde temperaturas de entre 35 y 38 grados; pero con picos de hasta 41 grados en diversas ciudades del curso bajo del valle del Ródano como en Nimes y Orange.
Además, se rozaban los 40 en Aviñón o Carpentras. Más al norte, en Lyon, la temperatura tocó techo en 37 grados.
Météo France anticipa que el lunes las temperaturas se mantendrán a un nivel comparable o incluso podrían subir ligeramente. Las mínimas serán sensiblemente más elevadas en la fachada mediterránea, donde el termómetro por la noche podría no bajar de los 26 a 27 grados.
En el valle del Ródano, subirán hasta 40-42 grados y no se descarta que se puedan superar algunos récords de máximas. La situación se mantendrá hasta mediados de la semana y se prevé una caída de las temperaturas a partir del jueves o el viernes.
El calor se agudizó en el sur de Francia y superó los 40 grados en el valle del Ródano
Aunque esta ola de calor apenas afecta al norte de Francia, el servicio meteorológico subraya que a escala del conjunto del país «este episodio es el más caluroso del verano de 2023. Y también uno de los más tardíos con este nivel de intensidad».
Para hacer frente a esta situación excepcional, tanto el gobierno como muchos ayuntamientos han tomado medidas para prevenir riesgos sanitarios. En Marsella, el acceso a las piscinas es gratuito hasta que termine la ola de calor.
El ministro de Transportes, Clément Beaune, se desplazó hasta esa ciudad para dar cuenta de la aplicación del plan «canícula» desde la estación de tren de Saint Charles; donde como en todas las de las zonas en alerta se repiten los mensajes para los viajeros para protegerse del calor.
Beaune explicó que la compañía ferroviaria estatal SNCF ha reforzado sus equipos de mantenimiento. Sobre todo porque las altas temperaturas pueden tener impactos en las catenarias y en los raíles. Aunque por ahora no se tenía constancia de ningún incidente por esas causas.
Por otro lado, la compañía eléctrica estatal EDF había anticipado que desde este fin de semana reduciría la producción de dos de sus centrales nucleares del valle del Ródano (Bugey y Tricastin, con cuatro reactores de 900 megavatios cada una) por la elevada temperatura del agua del río, que utiliza para la refrigeración de sus circuitos.
En contraste, en la parte norte de la fachada atlántica francesa las temperaturas máximas no han llegado ni van a llegar en los próximos días a los 25 grados en las costas de Bretaña y Normandía.
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