El caso Odebrecht es uno de los casos más emblemáticos y aberrantes de corrupción que ha habido en la región de América Latina, con la repartición de grandes sumas de dinero (en US $ generalmente) para políticos, empresarios y exfuncionarios de 12 países. Así, se descubrió por medio de una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, junto con 10 países más de América Latina, a la constructora brasileña Odebrecht. En esta indagación se relata como Odebrecht habría dado sobornos (conocidos también como coimas), a presidentes, expresidentes y funcionarios de los gobiernos de unos 12 países: Angola, Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela, durante los últimos veinte años. Cómo el caso Odebrecht es un entarimado enorme véase como se vea, nos limitaremos aquí al caso venezolano, en donde la constructora dejó un alud de obras públicas sin culminar.
Obras sin terminar
Actualmente las obras en ejecución que están pendientes de acuerdo con el tiempo del proyecto en las que la empresa Odebrecht fue contratada por el gobierno de Venezuela son las siguientes:
- Cabletren Bolivariano
- Central Hidroeléctrica Tocoma
- Línea 2 del Metro de Los Teques
- Línea 5 del Metro de Caracas
- Metrocable La Dolorita
- Metrocable Mariche
- Metro de Guarenas-Guatire
- Proyecto Agrario Integral Socialista José Ignacio de Abreu e Lima
- Puente Cacique Nigale
- Sistema Vial III Puente sobre el río Orinoco (también conocido como el Puente Mercosur).
Adicionalmente, Odebrecht fue contratada para un proyecto de modernización del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, incluyendo:
- La recuperación de la pista principal 10-28
- La ampliación del terminal nacional.
- La construcción de la plataforma remota internacional.
- La rehabilitación de las calles de rodaje.
- La modernización de la plataforma de carga
- La actualización de sistemas tecnológicos, de control aéreo, seguridad interna, y control de datos.7
Odebrecht finalizó algunas estaciones del Metro de Caracas, pero la gran mayoría de las estaciones planificadas tienen más de diez años en construcción y todavía no se logra poner en funcionamiento. La obra de la línea cinco del metro, que recorrería el este de Caracas, debía ser entregada en el año 2010, pero hasta 2016 la construcción solo alcanza un avance de 30%. Como gran cosota, en noviembre de 2015 una de las estaciones de la línea fue inaugurada.
Otra obra de la empresa brasileña es el Cabletren Bolivariano. El 14 de agosto de 2013 arrancan operando tres de las cinco estaciones correspondiente a la primera fase, pero una de ellas todavía permanece en construcción, el gobierno de Hugo Chávez contrató las obras en 2007 y ofrecieron tenerlas finalizadas completamente las obras en 2015, pero todavía no se han terminado.
Odebrecht también fue contratada para alargar la Línea II del Metro de Los Teques, en el estado Miranda, la cual tendría siete estaciones. Apenas tres de ellas están operativas para 2016. La entonces fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, viajó a Brasil para hacerle seguimiento al caso de corrupción de Odebrecht, donde se encontró con el procurador general, Rodrigo Janot. Esta vez el presidente Nicolás Maduro instó en que su gobierno terminará las construcciones paralizadas empleando a empresas venezolanas.
Las autoridades venezolanas indujeron una polémica internacional al detener y expulsar del país a los periodistas brasileños, Leandro Stoliar y Gilzon Sousa, que viajaron a la ciudad de Maracaibo, capital del estado Zulia, para constatar, el abandono de las obras del Puente Cacique Nigale, también llamado el segundo puente sobre el Lago, entre otras cosas.
De acuerdo con información que maneja el diario brasileño Valor Económico, el grupo Odebrecht habría aportado dinero ilegalmente a la campaña del líder opositor venezolano Henrique Capriles Radonski en 2012. Y todavía tiene los riñones de volver a presentarse como candidato, pues presiente que los electores somos candidotes, y muy olvidadizos.
En febrero del 2016 el asesor externo de la brasileña Odebrecht y representante del Consorcio OIV, cuando se le requirió, no pudo explicar en buenos términos a los diputados a la Asamblea Nacional, cómo era posible que el proyecto de la Central Hidroeléctrica Tocoma tuviese cuatro años de atraso, por lo tanto le fue declarada responsabilidad política a seis exministros de energía eléctrica: Rafael Ramírez Carreño, Alí Rodríguez Araque, Jesse Chacón, Argenis Chávez, Nervis Villalobos y Javier Alvarado. La fecha de inicio de construcción del proyecto data de marzo de 2007, y debió ser culminado en 2012
En octubre de 2017, la fiscal general Ortega Díaz dio a conocer al público un video donde Euzenando Prazeres de Azevedo, el exdirector de Odebrecht en Venezuela, declaraba a la Procuraduría General de Brasil que Maduro había recibido US$35 millones para financiar su campaña presidencial en 2013. En la grabación, Prazeres de Azevedo narra que Américo Mata, a quien identificó como un representante de Maduro, le contactó para solicitarle dinero para la campaña de Maduro.
Sea como fuere, el actual gobierno venezolano que fue el que contrató a Odebrecht, debería reclamarle a esta empresa o que termine estas obras o una indemnización en US $. También, debería exigirle perentoriamente a Lula quien ha vuelto a la presidencia de Brasil, la finalización de estas obras. De igual forma, esta enormidad de obras sin terminar es la mejor prueba del permanente derroche y falta de planificación del gobierno “revolucionario” que mantiene a Venezuela en la peor fase de subdesarrollo en América Latina. Nos extraña ahora que un número de una Revista del Grupo Ávila dedicada a Brasil para nada menciona este hecho gigantesco de corrupción que debería afectar las relaciones entre nuestros países. No veo tampoco que critiquen lo incongruente de la adhesión de Venezuela al Mercosur un mercado al cual tenemos poco que aportar.
Así son las cosas en nuestro país: alabamos al vencedor sin importar su moralidad. Actualmente Lula dice en foros internacionales —tan alabados por el Grupo Ávila— que en Venezuela no hay una dictadura, que eso es un montaje publicitario. Lula fue siempre un amigo incondicional del presidente Chávez, y aspira a través de Nicolás Maduro, sacarle algo a nuestro país, aunque creo que ya es imposible que se le puede sacar algo a Venezuela, excepto refugiados y presos políticos.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional