Existen fórmulas fiables para que el dinero permita que quienes enfermen codiciándolo se apropien de él, porque es omnipresente y se prostituye con facilidad, pero no existen estrategias exitosas para judicializarlo por consentir que sea exhibido u ocultado: es «didaktos» (01) en cualquier lugar del mundo donde siempre e inevitable golpeará fortísimo, sempiterno y letal. Pero: así como extorsiona premia cuando le place hacerlo y según sea la dirección de vientos huracanados. Pareciera tener personalidad jurídica, te atiende o da puntapiés en circuitos para criminar e imputar, dopa tu lucidez, encorva tu rebeldía y propósitos de emancipación. Lo sagrado en él condena experimentar penurias a miles de millones de seres menos inhumanos.
Cuando eres niño y comienzas preguntar o exigir explicaciones a tus padres sobre el endiosamiento de los «lletes» (02) ellos te miran de manera acusativa, cometes al presumir que responderán sobre una ley tabú jamás derogada históricamente a partir de cuando los hombres fundaron sociedades [tribus].
Durante su fugaz vida, todo individuo en proceso de crecimiento [niñez, pubertad, adolescencia] será sometido a silencios y amenazado con cepos. Sólo cuando logra madurez el tumulto desquiciado obliga a cada cual pertenecer a fraternidades o marginarse. Una minoría de paranormales con el Don de la Inteligencia Superior [no aludo «supremacías», sólo dilucido lo mejor que se puede] ordenará a los regimientos quién vive o muere prematura y abruptamente. Igual su confinamiento, tortura, exposición al escarnio público.
Así como la Humanidad no puede permitir la «beatificación de la violencia», tampoco impedir que suceda conforme a los derechos inmanentes a cada individuo que haya irrumpido en parto abrupto con genes perversos, no rigurosamente punibles por atrofia. El Estado, su concepto, es macabro por reverendo, y se ha materializado conforme a su reciedumbre mediante la infusión del mesianismo como prosopopeya en los confines del planeta.
No fui un infante con pensamiento sumiso ni proclive al pugilato físico, pero asumí contiendas intelectuales frente a desalmados y toleré también forajidos sin convertirme en cooperador o cómplice. En cuanto a ello, permanezco inamovibles mis preceptos o causalidades. Me impulsaba la curiosidad, auscultaba la realidad, era vidente, la capnomancia me imantaba con por causa de mi innata pre-claridad [lo digo sin altivez o arrogancia] y tengo por misión aproximarme a ellos para inocularles fluidos curativos extraídos de antípodas.
Al cabo de más de medio siglo de existencia, me miro antípoda y mensajero de los elegidos para asumir la temporalidad e inmediatismo con fortalezas efímeras y venenos cuya efectividad destructiva son de peligrosísima explosividad. Es tránsito lo que ejercen y sustancias con antídotos las que usan para deslastrar lo que son trazas en los caminos de cerriles históricos.
No nací en un cuchitril de andrajosos ni soy conspirador para incitar cruentas batallas entre sujetos que persistirán con discursos y actos de guerras propugnando guerras fratricidas que el futuro se divierta en coliseos donde gladiadores rindan honores antes de morir. No fomento concilios vistiéndome con manteos agujereados que pastores o profetas mantienen mohosos en guarda ropas de sótano. El mundo es una cuerda floja que camino sin miedo precipitar hacia el vacío, porque soy un mensajero ungido por la https://albertjure2009.medium.com/conciencia-universal-del-bien-885c5fb1a080
NOTAS
(01) https://educalingo.com/es/dic-fr/dictat
(02) «Prócer impreso»
@jurescritor
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