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Josué Benjamín cumple sus sueños esculpiendo un mundo de plastilina

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Josué Benjamín Figueroa Torres descubrió la plastilina cuando aún no sumaba 4 años de edad. Un día, durante su primer año de preescolar, tuvo entre las manos un poco del material plástico para trabajar en el aula. Josué Benjamín, como se le conoce al ahora escultor hiperrealista, quedó encantado. Volvió a su casa con un trozo. Aunque en ese momento no sabía bien lo que era, estaba fascinado. Su mamá, Elena Torres de Figueroa, notó de inmediato su interés así como su destreza. Poco después, el niño entendió que podía crear con sus manos cualquier figura que deseara con plastilina. En ese entonces ni él ni sus padres se imaginaron que a sus 14 años de edad se convertiría en el artista venezolano más joven en tener su propio espacio de arte: la Galería Josué Benjamín ubicada en el edificio Atlantic de El Rosal, Caracas.

Cuando tenía 4 años, el ahora también conferencista, escritor y cantante acompañaba a su mamá al centro comercial en Valencia, donde viven. Siempre pasaba frente a una juguetería que exhibía en su vitrina una figura de Super Mario Bros. Josué Benjamín lo vio, lo quiso y pidió que se lo compraran: era fanático del reconocido personaje de videojuego. Pero sus padres no pudieron complacerlo. Al llegar a casa su papá, el productor musical Alexis Figueroa, tomó un trozo de plastilina, moldeó un pequeño Mario Bros y se lo dio. Cambió la vida de su hijo para siempre.

“Mi papá me enseñó que con ese material yo podía crear cualquier cosa, cualquier juguete. En ese momento ni sabía lo que era la plastilina, no tenía idea de que existía ese material con el que podía crear. Sentí una emoción demasiado grande, me brillaban los ojos”, confiesa. Su mamá contó, en un artículo publicado para el portal de la marca de ropa Fino, fino con Bambino, que cada vez que salían de casa, su hijo mayor llevaba un trozo de ese material en sus manos. Nunca más volvió a soltarlo, incluso cuando lo acostaba por las noches tenía que quitarle trozos de plastilina del cabello: siempre estaba creando, moldeando y esculpiendo su propio mundo.

 Josué Benjamín

A los 4 años ni siquiera sabía lo que era la plastilina pero creaba con ella | Foto Jesús Navas @navas_jesus

La primera escultura que Josué Benjamín hizo, o eso recuerda él, fue la de Mario Bros. “Imagino que el Mario que hizo mi papá, como era de plastilina, al rato se habrá destruido. Yo lo volví a hacer. Tenía cuatro años”, comenta. A pesar de mostrar destreza e interés por crear los personajes de sus series favoritas o moldear sus propios juguetes, el joven, quien también tiene su propia línea de plastilina fabricada y distribuida por Ofimak, nunca recibió clases de escultura. Tampoco acudió a ninguna academia o vio clases. No le hizo falta.

“Nunca paré de hacer esculturas. Aprendí completamente desde casa, con mis manos, practicando todos los días. Era algo increíble, pasaba horas moldeando”, confiesa. Con el tiempo fue evidente que su interés no sería solo un pasatiempo que olvidaría con los años. Él no era, explica, como otros niños que un día quieren ser astronautas y al otro futbolistas. Él no. Siguió esculpiendo. “Pasaban los días y nunca lo dejé”.

Algunas de las obras del joven de 14 años | Foto Jesús Navas @navas_jesus

A los siete años de edad, Josué Benjamín dejó la plastilina y asumió el reto de hacer figuras con arcilla polimérica, un material que se utiliza para elaborar elementos decorativos, moldear figuras y crear piezas de bisutería. Cambió los personajes de sus series favoritas y los juguetes para comenzar a hacer esculturas humanas. “Empecé a evolucionar como evolucionaron los materiales. Se fue descubriendo con el tiempo que me iba dedicar por completo a esto”, afirma. Con la práctica fue capaz de moldear, con un estilo hiperrealista, a celebridades que le inspiraban.

Empezó esculpiendo figuras de sus programas favoritos | Foto Jesús Navas @navas_jesus

Tito El Bambino, Nicky Jam, Residente, JBalvin, Marc Anthony, Yulimar Rojas, Cristiano Ronaldo… Todos han salido de sus manos. Su talento excepcional llevó a su mamá, creadora de contenido de 33 años de edad, a abrirle un perfil en redes sociales llamado El mundo de plastilina de Josué. A través de ellas, Josué Benjamín se dio a conocer.

En Instagram muestra su trabajo, su proceso y pide a sus seguidores que lo ayuden a divulgar sus creaciones. El esfuerzo ha dado sus frutos: “Todas estas celebridades a las que les hice una escultura me contactaron. Hoy en día puedo decir que son mis amigos”, señala. Con el reconocimiento, la constancia y la práctica no solo perfeccionó sus esculturas, también logró cumplir varios sueños: a los 10 años escribió un libro titulado ¿Qué culpa tengo yo? Y a los 12 se convirtió en presentador de televisión de su propio programa en Nickelodeon, El taller de Josué. La plastilina fue solo el inicio.

 Josué Benjamín

Josué también tiene un programa de TV y un libro publicado | Foto Jesús Navas @navas_jesus

Personas que inspiran

Cada vez que el joven artista hace una escultura piensa, antes que nada, en aquellas personas que inspiran con sus mensajes, sus logros, sus vidas. Escoge a las que más lo impactan. “Si voy a hacer a una persona es porque me parece un gran ejemplo a seguir o me encanta el mensaje que da”, explica. Luego, se dedica a estudiar su rostro para pensar cómo lo va a moldear. Una vez tiene el rostro, se dedica al cuerpo. “Lo hago con la técnica de realismo, ya no trabajo con la técnica de la caricatura”, comenta. Terminar ese tipo de escultura hiperrealista le toma un día.

Personajes como las Tortugas Ninjas, los superhéroes del universo Marvel, artistas como José José, Olga Tañón o Nacho son algunas de las figuras que han pasado por sus manos. En la Galería Josué Benjamín, inaugurada el 15 de julio, se muestran algunas de esas esculturas que forman parte de su colección. En la muestra también hay figuras de resina de mayor tamaño. Bustos de Simón Bolívar, de Batman o del Joker son algunas de las piezas que captaron las miradas. Sin embargo, una de las predilectas tanto del público como del artista es una iguana de gran tamaño y una pantera negra que lleva en su boca a su pequeña cría.

“La escultura que tuvo más proceso, no es que sean complicadas precisamente, son las esculturas grandes en resina. La de la pantera y la de la iguana son mis esculturas preferidas, diría incluso que son mis obras maestras. Me encantan demasiado. Me tardé en ellas una semana, cinco días más o menos”, revela. Las piezas están disponibles para la compra. La iguana tiene un costo de 8.700 dólares, la encargada de la galería contó que es una de las más populares. Incluso hubo una visitante que pidió una versión más pequeña para la sala de su casa.

La iguana es una de sus esculturas favoritas | Foto Jesús Navas @navas_jesus

Para Josué Benjamín todas las esculturas de la galería tienen un valor significativo porque todas salieron de sus manos. “Hay muchas opiniones, hay gente a la que le gustan más las esculturas realistas, a otros les gustan las creaciones en pop art o esculturas tipo clásicas. Yo no sabría decidir cuál estilo me gusta más por ahora”.

En la galería hay esculturas de osos con un estilo urbano, un Mario Bros detallado y un elefante con un ratón como la popular fábula de niños. Hay figuras de menor tamaño en el segundo piso que se pueden solicitar bajo pedido y un cuadro moldeado de dos guacamayas frente al Ávila. Sin embargo, la preferida de Josué Benjamín siempre será la pantera. “Creo que refleja cosas muy bonitas como la fuerza de una madre y la ternura con la que carga a su hijo. Me parece muy bonito lo que transmite, además de su tamaño, muy imponente. Me encanta”.

Algunas obras se pueden solicitar bajo pedido | Foto Jesús Navas @navas_jesus

Tener su propia galería fue un sueño que logró con la ayuda de amigos y aliados. En especial, el joven destaca a Abraham Woginiak, el propietario de Okimak, quien también lo ayudó a lanzar su propia línea de plastilina este año. “Sacamos mi propia línea de plastilina y arcilla polimérica o plastilina para hornear. Ya lo estamos distribuyendo a nivel nacional. Internacionalmente ya está en Panamá”, específica.

Una vida normal

Aunque presentó su propio programa, da conferencias o canta con grandes estrellas, Josué Benjamín asegura que su vida es como la de cualquier joven. “Juego fútbol con mis amigos, además de la plastilina y el arte de las esculturas también soy cantante, conferencista, presentador de mi propio programa de televisión. Soy muchas otras cosas”. Precisamente fueron esas vivencias en su día a día lo que lo llevaron, a los diez años, a escribir su propio libro.

Quería, explica, contar lo que había vivido como un niño que se dedicaba al arte en Venezuela. “Pensé que mis experiencias podrían ayudar a muchas personas. Esas experiencias  que dejan un mensaje muy bonito”. No le resultó complicado escribirlo, sabía cuál era la historia y cómo quería transmitirla. El ejemplar incluye 20 relatos breves sobre su vida. Allí narra cómo descubrió la plastilina o cómo empezó el reto Toma mis zapatos en las redes sociales, en el que invita a las personas a regalarle zapatos a los niños en situación de calle. “El libro abarca experiencias muy bonitas. Creo que el libro transmite cosas muy hermosas como amor, fe, gratitud y esperanza. Invito a todos a que lo lean”.

 Josué Benjamín

Josué Benjamín insiste en que su vida es normal | Foto Jesús Navas @navas_jesus

Josué Benjamín explica que lo tituló ¿Qué culpa tengo yo? porque muchas veces los niños son los que pagan las consecuencias de las malas decisiones de los adultos. “Esa es la idea del título, muchas veces ocurre eso en la época de las colas, las guarimbas en Venezuela”, matiza. La experiencia le sirvió para aprender muchas cosas, sobre todo, del mundo editorial. “Nunca había escrito un libro, me pareció bastante interesante el proceso de creación, la redacción, el proceso fue muy genial. Fue muy único para mí, tal vez escriba otro pronto”.

A la par de la escritura, la música también es muy importante para él. En su familia todos son músicos, incluyendo sus hermanas menores, Elena, de 8 años de edad y Lucía de 5 años, quienes cantan y pintan. Como músico, Josué Benjamín cuenta que tuvo la oportunidad de cantar con Ricky Martin en los Grammys. “Canté con los Black Eyes Peas en los Latin American Awads, Ozuna y con Servando y Florentino… He tenido una experiencia muy bonita con la música”, señala. Sin embargo, su pasión y su foco siguen en la escultura aunque no quisiera dejar la música por fuera. “Seguimos montando algunos covers y canciones en Instagram”.

 Josué Benjamín

La música para Josué también es importante | Foto Jesús Navas @navas_jesus

El taller de Josué

Además de su propia galería, Josué Benjamín intentó conseguir dos récords Guinness como el escultor hiperrealista más joven del mundo y la escultura hiperrealista más grande por su réplica de la Batalla de Carabobo. No lo consiguió, pero su trabajo y su esfuerzo sí lograron algo más: despertó el interés de Nickelodeon. El artista llegó al popular canal de televisión por una réplica miniatura que hizo de Fondo de Bikini, la ciudad en la que vive el reconocido personaje de animación Bob Esponja. “Fue algo muy increíble porque es de las cadenas de entretenimiento para niños más importantes del mundo”.

Llegar a su propio programa fue una hazaña increíble para él, continúa. La réplica la había hecho para presentar la categoría a Mejor Película Animada en los Kids Choice Awards, un apartado que la película de Bob Esponja ganó. Luego de eso, Nickelodeon lo llamó para pedirle una entrevista. “Empezaron a hacer preguntas sobre mis gustos o quién era, yo respondí. Resulta que todo era para un programa”, cuenta. En el show, que contó con tres temporadas de 20 episodios cada uno y una duración de 8 minutos por segmento, Josué Benjamín entrevista desde su taller donde crea, experimenta y se divierte, a invitados especiales y figuras de la cultura.

 Josué Benjamín

Josué llamó la atención de Nickelodeon | Foto Jesús Navas @navas_jesus

Los episodios se publicaron en el canal de YouTube de Nickelodeon en Español todos los sábados desde 2021. “Allí incentivo a los niños al arte a crear con las manos, enseño a hacer creaciones y esculturas. Todo el programa surgió en pandemia cuando los niños estaban con el teléfono, así que los incentivó a hacer actividades artísticas. Es muy lindo”.

Si tuviera que escoger un capítulo que le haya gustado, diría que “el más genial y divertido” fue cuando entrevistó a Carlos Vives y a su hija Elena. “Aprendí muchísimo. Nunca había tenido mi propio programa ni había sido presentador de televisión. Es una experiencia única estar ahí grabando, la energía. Y después de horas de esfuerzo ver el resultado final es muy satisfactorio”, comenta. Llegar a Nickelodeon, además, le valió el premio Inspiración del Año en los Kids Choice Awards 2021.

Josué Benjamín no recuerda haber sentido miedo escénico o temor de hablar en público. Como su padre es productor musical, creció familiarizado con las tarimas, los escenarios, el aplauso. Lo que siente es emoción. “He dado bastantes conferencias. Me encanta poder inspirar a las personas en esos encuentros porque siempre traen un mensaje muy bonito de motivación, los sueños sí se cumplen. Cuento además mi experiencia porque creo que pueden ayudar a muchas personas. Ha dado charlas en República Dominicana, México, Colombia y en Venezuela. La última fue en Margarita hace un par de semanas. “Es muy bonita la experiencia de ver a la gente allí”.

A futuro, desea ser el escultor más reconocido del mundo. Para lograrlo, quiere formarse con los mejores y estudiar en Europa, el continente que vio nacer el arte que ama. No contempla formarse profesionalmente en el país. “Me encantaría poder estudiar a los escultores más reconocidos del mundo. En Europa es donde están las raíces de la escultura así que es allí donde me gustaría estudiar”. Su meta es ser el mejor en lo que hace y desde ya está consciente de que no a todo el mundo le gustará su trabajo.

Algunas de sus piezas son parte de su colección privada | Foto Jesús Navas @navas_jesus

El pasado mes de diciembre, tuvo que hacerle frente a comentarios negativos sobre la escultura tamaño real que hizo de Cristiano Ronaldo. Algunos internautas señalaron que el trabajo del joven no se parecía al de otras esculturas hechas por profesionales en museos especializados. En ese entonces, Josué Benjamín respondió que sus creaciones no tenían por qué parecerse a las de otros artistas. Él tiene su propio estilo. “Las críticas negativas me rebotan por completo. Si me comentan diciendo que mis esculturas no se parecen, bueno, esa es tu opinión. Me rebotan completamente, yo sigo haciendo mi trabajo. Me dan muy igual las críticas negativas porque las opiniones están muy divididas. No a todo el mundo le va a gustar lo que tú haces y todo el mundo tiene su opinión. No te voy a convencer de que te guste algo que no te gusta. Me da igual”.

Le pide a los padres que siempre apoyen a sus hijos en lo que les gusta, en sus pasiones. Y concluye con un mensaje: “A los niños me gustaría decirles que siempre trabajen por sus sueños. Nunca dejen de luchar por lo que les gusta y no paren de hacer lo que aman. Si hay una pasión muy grande que los llena, nunca paren”.

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