Hollywood está paralizado frente a la huelga de actores y guionistas. La medida comenzó hace varias semanas y son muchos los proyectos que quedaron congelados ante la espera de una resolución. Si bien las voces de apoyo son prácticamente unánimes, en las últimas horas surgió una mirada disidente. El actor Stephen Amell manifestó durante una entrevista no estar de acuerdo con las medidas adoptadas por el Sindicato de Actores.
Durante una charla en una convención en Carolina del Norte, el actor que ganó fama por protagonizar Arrow se mostró en contra de la huelga y expresó: «Siento que mucha gente en este mismo lugar, no está al tanto del paro. Yo apoyo a mi gremio, desde luego, y estoy con ellos, pero no estoy de acuerdo con la huelga. No lo estoy».
Más adelante, y en referencia al mismo tema, Amell agregó: «Creo que como táctica de negociación es reduccionista, y siento que toda la situación es increíblemente frustrante. Y me parece que esta forma de pensar a los shows, como por ejemplo en el que yo trabajo, es miope».
Como era de esperar, el testimonio del intérprete causó un profundo revuelo. Principalmente porque se trata del primer actor que manifiesta su oposición a la medida llevada a cabo por el sindicato SAG- AFTRA, que agrupa a los intérpretes de Estados Unidos. En la cuenta de Instagram de Amell aparecieron durante las últimas horas numerosos mensajes en los que sus fans lamentan su postura, mientras otros lo acusan de haber enterrado su carrera.
El comienzo de una huelga histórica
El pasado 14 de julio comenzó el paro anunciado por el sindicato de actores de Estados Unidos (Screen Actors Guild, SAG), que alcanza a 160.000 personas, y que implica el cierre inmediato de toda producción cinematográfica y televisiva del que participan los afiliados a la entidad no solo en Estados Unidos, sino alrededor del mundo. Los actores también dejaron de participar de cualquier encuentro promocional y actividad de prensa.
Es la primera huelga formal que llevan adelante los actores desde 1980 y el paro, al mismo tiempo, adquiere connotaciones todavía más fuertes, verdaderamente históricas, porque se une a una medida de fuerza similar que vienen aplicando los guionistas. La industria de Hollywood no se encontraba ante un escenario similar desde 1960, 63 años atrás.
La huelga se hace en reclamo de mejoras en las remuneraciones para los actores y medidas de protección contra los riesgos de manipulación abiertos por el uso de la inteligencia artificial en la imagen de los intérpretes. Al anunciar el paro, las autoridades del SAG, encabezadas por la actriz Fran Drescher, criticaron duramente a los estudios de Hollywood por su intransigencia en las negociaciones. «A pesar de los esfuerzos de nuestro equipo, los estudios se mantuvieron firmes en su compromiso de devaluar el trabajo de nuestros miembros», señalaron.
«No teníamos opción. Somos las víctimas de una organización muy codiciosa. Estoy sorprendida por la forma en que las personas con las que hemos participado en este negocio nos están tratando. No puedo creer lo lejos que estamos en tantas cosas. Cómo alegan pobreza y pérdidas de dinero mientras dan millones a los ejecutivos. Es repugnante. Me avergüenzo de todo esto», dijo Drescher al anunciar la medida de fuerza.
La protagonista de la serie La niñera dijo que todo el modelo de negocios fue alterado por la llegada del streaming, el mundo digital y la inteligencia artificial. «Este es el momento de la verdad. Si no nos mantenemos firmes todos estaremos expuestos a ser reemplazados por máquinas y grandes empresas que se preocupan más por Wall Street que por ustedes y sus familias. ¿Qué hacemos moviendo muebles en el Titanic? Se terminó el baile. Nos mantenemos erguidos. Exigimos respeto y recibir lo que corresponde por nuestra contribución. Compartan la riqueza porque no pueden existir sin nosotros», agregó Drescher dirigiéndose directamente a la Alliance of Motion Pictures and Television Producers (Amptp), la asociación que nuclea a las cerca de 400 estudios y empresas productoras más poderosas de la industria de Hollywood, y que negoció hasta ahora sin éxito un nuevo acuerdo contractual. El fracaso de esas conversaciones llevó a esta huelga.
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