California se ha erigido en el estado más combativo frente a las políticas del presidente Donald Trump.
El estado más poblado de Estados Unidos acaba de regresar al privilegiado grupo de las cinco economías más grandes del mundo.
California ocupó esa selecta posición en 2002, pero tras los embates de la crisis financiera de 2008, su economía cayó y el estado llegó a rozar la quiebra.
¿Cómo se explica su rápida recuperación y ascensión a los puestos más altos?
El sector agrícola es uno de los más poderosos en California, estado al que a menudo se conoce como «la ensaladera de Estados Unidos».
Diversificación
«Es bastante extraordinario pensar que, si fuera independiente, California sería la quinta economía del mundo», le dice a BBC Mundo Lee Ohanian, profesor de Economía en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
«El logro es excepcional y no se debe tanto a lo grande que es (el estado tiene casi 40 millones de habitantes, pero su economía ha superado por ejemplo la de Reino Unido, que tiene más de 60 millones), sino que denota la alta productividad desus trabajadores», añade.
Para Stephen Levy, director del Center for Continuing Study of the California Economy (Centro para el estudio continuo de la economía de California), lo importante no es tanto ser la quinta economía del mundo sino las razones detrás de este hito.
«Todas las partes del estado están contribuyendo a este éxito, no sólo la zona de la Bahía de San Francisco», señala Levy en conversación con BBC Mundo.
La tecnología es una de las grandes impulsoras de la economía de California, pero no la única.
«El volumen de comercio en el sur está en cifras récord, la hostelería y el turismo siguen creciendo, tenemos la industria del entretenimiento y, por supuesto, la economía de la tecnología», señala Levy.
«Además, es indudable el atractivo que tiene California si se tiene en cuenta que todo esto sucede en un momento en que los precios de la vivienda son muy elevados, el tráfico es difícil, los impuestos son altos, hay que pagar tasas adicionales para luchar contra la contaminación, costos por emisión de gases…», agrega.
«Pese a ello, mucha gente se quiere mudar aquí, la inmigración sigue siendo muy alta. Es un estado que da la bienvenida, a quien sea, sin importar de dónde venga, su religión u orientación sexual».
Subida del PIB
Irena Asmundson, economista jefa del Departamento de Finanzas de California, explicó que todos los sectores económicos -excepto el agrícola- contribuyeron a la subida del PIB de California el año pasado, que aumentó en US$127.000 millones.
Los servicios financieros y el sector inmobiliario lideraron el avance aportando US$26.000 millones al crecimiento del PIB.
Les siguió el sector tecnológico con un aporte de US$20.000 millones y el de las manufacturas, US$10.000 millones.
«La mayor parte proviene de empresas relativamente pequeñas que están muy especializadas», explicó Asmundson sobre el crecimiento de la industria manufacturera.
El crecimiento económico trae aparejados efectos menos positivos como el encarecimiento de la vivienda y la complicación de la circulación vial.
Además, California tiene 140.000 personas sin techo, un problema que es particularmente patente en ciudades como Los Ángeles y San Francisco.
«Supone un 25% de todos los sin techo del país, y el 10% está concentrado en el condado de Los Ángeles», reflexiona Ohanian.
«Es un estado con una gran desigualdad. El costo de la vivienda es carísimo, el precio medio de una casa es US$540.000. Solo un 30% de los hogares puede permitirse pagar una hipoteca así, asumiendo que pagan el 20% de entrada», señala el profesor de Economía.
«Las políticas económicas han dañado a mucha gente, aunque haya sido sin intención», reconoce.
Los desafíos del futuro
Ohanian divisa también nubes en el futuro si no se cambia el rumbo a tiempo.
«California enfrentará otra crisis si no cambia sus políticas. Me refiero al pago de las pensiones y al sistema de salud», le dice a BBC Mundo.
Esta preocupación por cómo cubrirá el estado los gastos de pensiones y de atención sanitaria la comparten algunos analistas económicos.
Para algunos analistas, California enfrentará dos grandes desafíos en el futuro: el pago de las pensiones y la financiación del sistema de salud.
Para otros, la posición fiscal del estado es lo suficientemente fuerte para enfrentar los principales desafíos.
Recuerdan que, cuando el gobernador demócrata Jerry Brown retomó las riendas del estado en 2011, se encontró con un déficit presupuestario de US$27.000 millones.
Y añaden que ahora, después de ocho años de expansión económica, el estado tiene un superávit de US$6.000 millones.
El porvenir económico de California es por tanto incierto según a quién se le pregunte.
Habrá que ver si le termina por afectar, y cómo, el pulso que mantiene con el gobierno de Donald Trump por sus grandes diferencias políticas.
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