Para muchas personas LGBT+ de todo el mundo, el hogar o la familia no son lugares seguros. Para el caso de Brasil, los refugios LGBT+ son un lugar de acogida vital para las comunidades locales. Estos hogares, esparcidos por varios distintos lugares de Brasil, ofrecen techo, comida y un ambiente seguro a quienes más lo necesitan. Además, funcionan de manera independiente y, por lo tanto, se enfrentan a muchas dificultades. Existe una falta de apoyo financiero y regulatorio para los refugios LGBT+ por parte del gobierno brasileño.
El movimiento global All Out lleva adelante una campaña para visibilizar y apoyar a estos espacios. Allí cuenta cuatro casos.
Casa Miga (Casa de la amistad) es el primer refugio LGBT+ en la región norte de Brasil, y se concentra en personas LGBT+ brasileñas, refugiadas e inmigrantes que han sido expulsadas de sus casas y/o se encuentran en situaciones de vulnerabilidad social. Funcionando desde 2018, es líder en acoger a personas LGBT+ refugiadas en América Latina, y ya ha apoyado a más de 400 personas LGBT+ de países como Brasil, Cuba, Colombia y Venezuela. Actualmente, Casa Miga cuenta con espacio suficiente para albergar a hasta 20 personas, pero necesitan apoyo para seguir realizando esta labor.
Centro Mais Liberdade es una iniciativa de la Asociación Mais Liberdade, que apoya a las personas LGBT+ que han salido del sistema carcelario en el estado de Mato Grosso. El objetivo del centro es proporcionar condiciones para la reintegración social, que empieza por ofrecer un techo a las personas que no tienen lazos con sus familias. Aunque ya cuentan con un espacio físico, Centro Mais Liberdade aún no puede funcionar porque le hace falta estructura y apoyo financiero para mantener el lugar.
LGBT+
Casa Resistências es parte del Colectivo Resistencia de Maré, que desde 2016 lucha por los derechos de las mujeres lesbianas y bisexuales de la favela —ya sean cis, trans o travestis. El refugio está ubicado en Complexo da Maré —una de las favelas más grandes de Rio de Janeiro— y es el primero en Brasil que se enfoca específicamente en apoyar a las mujeres lesbianas de favelas que han sido expulsadas de casa por lesbofobia. Incluso en esta situación de nuevos comienzos para estas mujeres, Casa Resistências está teniendo dificultades para mantenerse. Su mayor sueño es poder comprar el espacio físico en el que funciona el refugio, que actualmente es un espacio alquilado.
Inaugurada en 2019 en el centro de Salvador de Bahía, Casa Aurora proporcionó asistencia completa para jóvenes LGBT+ en riesgo social, que tuvieron que salir de sus casas por el rechazo de sus familias por su orientación sexual y/o identidad de género. Cerca de 2.500 personas recibieron el apoyo de Casa Aurora, en servicios, capacitaciones, asistencia psicológica y demás.Debido a los costos de operación del espacio y la falta de apoyo gubernamental, Casa Aurora ya no funciona como espacio físico desde finales de 2021.
Muchas personas LGBT+ que son víctimas de la violencia doméstica acaban siendo expusladas de sus casas. Un refugio, por más temporal que sea, puede garantizar la seguridad y la dignidad de estas personas en tiempos difíciles. La Política Nacional de Asistencia Social de Brasil (PNAS) no incluye a las personas LGBT+ como público objetivo para los refugios. Así, no solamente hay una deficiencia en las políticas públicas, sino también una falta de capacitación efectiva en toda la red de derechos humanos necesaria para garantizar que las personas LGBT+ reciban asistencia social.
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