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Armando.info: Entre La Habana y Porlamar, el puente aéreo del desengaño es un negocio de pocos

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​Y.V. reunió dinero por años. Guardó y guardó dólares y esperó el momento indicado para usar los ahorros de toda una vida.

El momento pareció llegar en marzo de este año. Salió de Cuba por primera vez a sus 42 años de edad. Entonces despegó de la más grande de las Antillas con rumbo a otra isla del Caribe de la que sabía muy poco: Margarita.

Y.V. dejó en La Habana a su esposo y a su hija de ocho años. Pero solo por poco tiempo. Su primer viaje fuera de la patria tenía toque de queda: debía estar de vuelta en no más de siete días, por el permiso legal que se le había concedido.

Así que a esta oportunidad, limitada, tenía que sacarle el máximo provecho.

Y.V. sintió culpa al querer comerse unas fresas en ese viaje, solitario -es decir, sin su familia- aunque en compañía de otros 17 turistas cubanos. Ante la tentación, al final se contuvo: prefirió aferrarse a la fe de que podrá viajar en el futuro con su hija y disfrutar con ella de ese pequeño placer en algún mercado venezolano.

Sus esperanzas no son del todo infundadas. Desde mayo de 2022 se abrió una ruta turística oficial entre Cuba y la Isla de Margarita, para canalizar deliberadamente hacia este último destino parte del lucrativo turismo de compras que suple el mercado informal cubano con productos que no provee el sector estatal.

Claro: al menos faltaría que la propia Y.V. desee volver, algo que no ha quedado muy claro después de su primera –¿única?– experiencia en Margarita.

Y.V. es una mula. Así se conoce coloquialmente en Cuba a estos viajeros que salen al exterior para regresar con el equipaje lleno de productos revendibles. Suelen moverse entre países donde o no se les pide visa o pueden tramitar la visa con facilidad, que son pocos, en realidad: Panamá, Nicaragua, Guyana, Rusia, Ecuador y Haití, entre un puñado de destinos que se desarrollaron en la última década, y en medio de señales engañosas de un supuesto auge del emprendimiento privado en la isla.

Con nuevas facilidades de visas para cubanos desde marzo de 2022 y el interés bilateral de las agencias de turismo estatales de los dos países en el negocio, Venezuela se convirtió en otro de esos destinos, uno que hasta abril de 2023 había recibido 5.500 viajeros, de acuerdo con el Ministerio de Turismo.

La particularidad es que, a diferencia de lo que podía ocurrir con Panamá, por ejemplo, Margarita ya no es el próspero destino de shopping que llegó a ser en la época de mayor resplandor de su régimen de Puerto Libre. Sol, playa y rumba conforman su oferta turística, la misma que exhibe Cuba. Entonces, ¿qué incentivo puede haber para que los entes turísticos y viajeros cubanos se enrolen en un tour a Margarita?

Por Isayén Herrera/ Bárbara Maseda.

​Más detalles en Armando.info​.

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