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Cardenal Baltazar Porras y monseñor Helizandro Terán reciben palio arzobispal en Roma

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El cardenal Baltazar Porras, arzobispo metropolitano de Caracas, y monseñor Helizandro Terán, arzobispo metropolitano de Mérida, recibieron este jueves en Roma el palio arzobispal.

La entrega se dio durante la ceremonia central de solemnidad de san Pedro y san Pablo, que tuvo lugar en la Basílica de San Pedro, informó la Arquidiócesis de Caracas.

“La celebración estuvo presidida por su santidad el papa Francisco en la que le impusieron ambos palios a los arzobispos venezolanos”, indicó.

El palio arzobispal es un ornamento litúrgico que el Papa otorga a los arzobispos metropolitanos como signo de su comunión con la sede apostólica y de su autoridad pastoral en la Iglesia local. Se trata de una banda circular de lana blanca, decorada con seis cruces negras. Esta se coloca sobre los hombros y de ella penden dos tiras sobre el pecho y la espalda.

Este ornamento simboliza la oveja que el buen pastor lleva sobre sus hombros, recordando a los arzobispos su misión de cuidar y guiar al pueblo de Dios.

También tiene un significado espiritual que representa la unidad de los pastores con el sucesor de Pedro, así como la comunión entre las iglesias particulares y la Iglesia universal.

Está confeccionado con lana de corderos bendecidos por el Papa en la fiesta de santa Inés. Posteriormente se coloca sobre la tumba de San Pedro hasta el día de su entrega.

Palio arzobispal

El Papa impone el palio a los nuevos arzobispos en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo el 29 de junio, en una ceremonia que expresa la comunión eclesial y el servicio a la misión evangelizadora.

“Estamos felices de haber acompañado, por esta vía, a nuestro arzobispo metropolitano de Caracas recibiendo este signo distintivo tan importante de su ministerio episcopal”, celebró la Arquidiócesis de Caracas.

En el material audiovisual compartido a través de Twitter, la institución religiosa precisó que es la segunda vez que el cardenal venezolano recibe esta bendición por parte de la Santa Sede y la comunidad local que representa. La primera ocasión le fue impuesto el 29 de junio de 1992, tras su nombramiento por el papa Juan Pablo II como arzobispo metropolitano de Mérida.

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