¿Cuánto más habremos de tolerar todo tipo de amenazas? Aquellas que no se irán “ni por las buenas ni por las malas”. Nuevamente pronunciada por Diosdado Cabello, a modo de malandro delincuencial, nos preguntamos: ¿es esa la posición oficial del régimen Maduro? ¿Es esa la posición oficial de la institución que está en el deber constitucional de ser la Fuerza Armada Nacional de todos los venezolanos?
No, no somos ingenuos, amables lectores, al preguntarnos y preguntar abiertamente al mundo si será tolerado sin que ningún organismo rechace este persistente y continuado amedrentamiento a la libre expresión de la soberanía popular venezolana.
Se ha hecho evidente, sobre todo en estos últimos meses, la formación de una abrumadora mayoría ciudadana, dentro y fuera de Venezuela, que apoya el cambio. En la persona de María Corina Machado está representada la fórmula definitiva de movilizar y confirmar al mundo democrático nuestra clara decisión “más clara que la luna llena” de exigir el cambio de gobierno; para que salga el régimen de Nicolás Maduro de Miraflores y de Venezuela todos los intrusos cubanos castristas, rusos, iraníes, chinos y narcos.
Señores oficiales de todas los componentes de nuestra Fuerza Armada Nacional, en ustedes reside no sólo la atribución profesional, sino la responsabilidad y obligación patriótica de defender la legítima expresión de dicha soberanía popular venezolana.
Vayamos confirmando por todas las vías que nos sea posible, a través de las propias familias y allegados el estado de urgencia del cambio que está reclamando desde nuestro pueblo. Existe a la vez un estado de pre sublevación popular en todo el territorio nacional. No se dejen manipular como instrumentos de represión de tales legítimos reclamos que hace la familia venezolana, en cada rincón del país.
Además de las responsabilidades individuales que fehacientemente se exigirán a cada uno de ustedes los oficiales por separado, les será exigida la responsabilidad colectiva como institución que debe estar al servicio de la nación, su territorio y su carta magna. Es nuestra Constitución. No es la Constitución de los chavistas. Debe ser la Constitución de todos los venezolanos. Todos hijos de nuestros antepasados, civiles y militares, gloriosos libertadores como Francisco de Miranda, Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Andrés Bello y tantos otros.
Juventud militar y civil, ustedes tienen el deber de interpretar los nuevos tiempos que vive la nación venezolana, y el mundo. Debemos juntos asumir el desafío de libertad y democracia en el continente americano. Debemos lograr la comunicación entre nosotros los patriotas venezolanos, por las vías que sean necesarias.
Venezuela, América y el mundo han sido testigos del destrozo de decenas de miles de familias que se han echado a huir del territorio venezolano con desesperación, por selvas y mortales caminos, con saldo de casi 8 millones de venezolanas y venezolanos exiliados. Madres con niñas y niños, no pocos de los cuales han sufrido traumas con dolorosísimas pérdidas durante tales travesías. Otras han sido ultrajadas. Padres que salen a encontrar trabajo para poder mandar alimento a sus seres amados. Han soportado malos tratos, y hasta la cárcel, por intentar alcanzar la libertad de producir recursos para mantener a sus familias: alimentos, medicinas, hábitat digno con servicios de agua y luz eléctrica de calidad. Atención médica para sus mayores enfermos. Todo ello lo podemos lograr juntos en una Venezuela libre.
Bajo la persistente corrupción y enriquecimiento de unos pocos, que han abusado de todos los poderes del Estado, para acomodarse en su cinismo a las burbujas que si pueden pagar con robado, hacen de las lujurias y la prostitución su burla diaria hacia nuestras familias, se escudan en la mayoría de ustedes que son jóvenes que tienen la posibilidad de acompañar el cambio, más que muy importante y muy urgente, vital para reconstruir la patria venezolana.
La advertencia de quien una vez fuera oficial venezolano, pero que escogió ser amenaza como cualquier corrompido politiquero, al servicio de la invasión del castrocomunismo a Venezuela, y de otros intereses, como el de rusos, iraníes o de narcoguerrillas, les reiteramos que esa fue y es su personal responsabilidad, no la de ustedes. Esa responsabilidad y decisión de continuar pretendiendo que se sostiene en el poder a como dé lugar, de un gobierno que empobrece, día tras día, más y más a Venezuela, es la de un Cabello ya poca compañía. Ella forma parte de las pocas piezas que quedan del rompecabezas de una cúpula muy conocida y sin retorno, y que tenemos muy bien estudiada y resuelta.
Desde ya los jóvenes oficiales venezolanos y auténticos patriotas deben considerar y tener resuelta en la mente, para cuando llegue el momento, su posición frente al gobierno Maduro. Nótese que expresamos el “gobierno Maduro” cuyo rostro se muestra dictatorialmente con más de una década como la figura en la presidencia de Venezuela; aunque todos sepamos, incluido él mismo, que fue convertido por la inteligencia castrista en su títere, para sacarnos a todos nosotros los cobres que pudieran “por la buenas o por las malas”…
[email protected]/@gonzalezdelcas
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