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Vitrina Venezuela: El dinero no es todo

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Pareciera que tenemos arraigado el criterio de que, si entra dinero, todos los problemas económicos se resuelven. Cuando en realidad los problemas económicos son solo síntomas que indican que hay problemas mayores y de más profundidad: los estructurales. Entonces se crea una cortina de humo para continuar difiriendo la verdadera solución, la que no se logra a “realazos”, sino con un verdadero cambio y medidas de fondo.

Generalmente los problemas económicos de una empresa (o país), no se solucionan con dinero. Por el contrario, obtener más dinero, si bien puede ayudar a correr la arruga, y trasladar al futuro el problema, generalmente genera distorsiones que terminan complicándolo y agravándolo; ya sea que el dinero provenga de endeudamiento, ya sea de inyecciones de capital. Me refiero tanto a la situación de una empresa, como a la del país que está enfrentando una situación de crisis.

En todo caso, la solución pasará por una revisión del negocio; de cómo se hacen las cosas; de la conciliación entre los ciclos reales y los percibidos y del entendimiento del modelo de negocio a la luz de las nuevas condiciones del entorno. Y luego deberá pasar por la toma de decisiones. Si bien es cierto que las decisiones pesadas y de fondo requieren espacio político (no tiempo; solo espacio), no hay que olvidar que las decisiones en definitiva se clasifican en buenas o malas. Y, en la mayoría de los casos, no tomar decisiones es en sí mismo, una mala decisión.

El líder de una organización debe tener una percepción clara de adónde quiere llevar a la empresa o al país; esto es, debe tener la visión de la empresa/país que quiere tener al cabo de cierto tiempo. E identificar aquellos tres (3) a cinco (5) aspectos esenciales y relevantes que le permitan lograrlo. Es establecer la hoja de ruta para moverse desde el punto A (hoy) hasta el punto B (futuro).

Si se producen los cambios necesarios, no desde el punto de vista del dinero, sino desde el punto de vista de la agregación de valor y de mejora social, las ventajas económicas llegan solas por añadidura. No milagrosamente; pero sí por añadidura.

Por ejemplo, sí el tamaño del estado se reduce a un nivel acorde con el servicio que presta, para lograr el fin social que persigue, es casi seguro que el nivel de los ingresos fiscales será suficiente para generar automáticamente su repago. No hay que olvidar que el problema de falta de dinero en el estado es en general debido a que hay que mantener nóminas y contratos colectivos escandalosamente grandes y costosos para el nivel de resultados que se generan (sin hacer comparaciones sobre la relación de cantidad de empleados públicos por punto del PBI en otros países). Y con una situación así, el dinero nunca será suficiente. Puede notarse entonces que, en este caso, el problema no se soluciona con dinero, sino reduciendo el Estado.

Los conceptos del párrafo anterior son válidos también para una empresa privada; aunque es poco probable que resista mucho tiempo con una estructura atrofiada (a menos que se trate de un sector de alta rentabilidad, como el petrolero), pues a los accionistas privados, les duele el bolsillo en forma más directa.

Debo comentar que cuando una empresa tiene una estructura operativa que le requiere un cierto nivel estándar de apalancamiento, y las tasas se disparan a las nubes, o bien se recupera el equilibrio con inyecciones de capital, o bien se reduce la escala de operación; opción esta última que no parece aconsejable, pues se trataría de una decisión estratégica basada en un problema táctico/transitorio.

La diferencia entre el problema financiero y el económico, radica justamente en que el primero se soluciona con dinero, mientras que el segundo sólo con cambios de fondo.

La tesorería es el área de la empresa que sirve como caja de resonancia para la situación del país. Así como Finanzas y el Banco Central lo son para el país como estado/gobierno. En nuestro caso, los problemas generales de las finanzas del país “arropan” a la situación privada. Por ejemplo, así una empresa venezolana esté financiera y operativamente bien, al estar en el entorno de imagen país negativa, se ve arrastrada, y su valor en bolsa puede llegar a ser sustancialmente más bajo que su real desempeño y valor económico.

Hay que estar claros que el área de tesorería de una empresa no es la fuente de valor (excepto tal vez en una empresa financiera), sino que es un área en la cual se busca el mejor retorno por el manejo de los recursos financieros obtenidos por el área de negocios (comercial, industrial, servicios u otros). Si los costos de operar el área de negocios superan a los ingresos producidos por esos negocios, esa empresa o institución está en problemas, así lo disimule o difiera, jugando financieramente con el maquillaje contable o los movimientos patrimoniales o de endeudamiento, para durar un poco más.

En el país a nivel del estado, ocurre algo similar, solo que como los países no quiebran, el problema se corre en el tiempo, sin que nadie corte por lo sano y produzca el cambio. Hoy creo que para tomar las decisiones adecuadas no hace falta tiempo; tal vez sí para implementarlas; todo lo que hace falta es la decisión que abra caminos para que comience el proceso.

Experiencias de otros países de la región nos han mostrado que la combinación de una visión clara del futuro, con capacidad ejecutiva de toma de decisiones, crea un entorno favorable que alinea hasta a las oposiciones más acérrimas, quienes no se atreven a salir de la línea trazada, que es la línea del progreso y la evolución.

Estamos en A, y debemos llegar a B: Sólo un líder visionario puede mostrarnos como es B y conducirnos hasta allá. Y hoy, en Venezuela, nadie nos está mostrando cómo es B… nadie nos habla del futuro.

Quiero resaltar que las habilidades gerenciales (si bien no son despreciables para el presidente de una empresa/país), no son tan importantes como las de tener una visión clara y el liderazgo suficiente para tomar las decisiones que encaminen hacia el éxito.

El nuestro, no es un problema de dinero, sino un problema de decisiones, o mejor dicho de falta de decisiones.

Las decisiones. Las decisiones que sugiero para ser tomadas inmediatamente, pues aún no es tarde para hacerlo:

  • Unificar y dejar flotar el tipo de cambio bolívar/dólar, y legalizar la circulación y administración del dólar.
  • Eliminar la creación de dinero inorgánico.
  • Producir los recortes presupuestarios a medida que se agota la caja (producto de los dos anteriores), y utilizar como válvula de descompresión la creación de microempresas.
  • Eliminar los subsidios tal como están concebidos y manejarlos como transferencias directas desde un ente central adscrito al presidente de la República (para evitar que, por cada bolívar de subsidio, se gasten 100 bolívares para administrarlo y mantenerlo).
  • Mejorar o privatizar 100 procesos burocráticos que son fuente de irritación popular.
  • Cesar las operaciones de las empresas públicas que dan pérdidas, e intentar venderlas luego sin operar (no hay indicios que hagan pensar que manteniéndolas abiertas van a mejorar).
  • Todos estos aspectos están dentro de las facultades ejecutivas del gobierno, y lo poco que no esté, hay que buscar cómo hacerlo rápidamente.

No estoy hablando de milagros; estoy hablando de decisiones, las cuales deberán arrojar resultados rápidamente:

  • Bajar la inflación y las tasas de interés.
  • Dar un mensaje sostenido (adentro y afuera) de que el país está mejorando.
  • Bajar los niveles de irritación de la gente.
  • Abrirle el camino al país hacia el futuro.

Insisto, lo que hace falta hoy, son decisiones y no dinero.

Noticias destacadas

  • Síntesis Financiera: La brecha entre paralelo y oficial se amplió a 7,1%. La aceleración en el paralelo es el principal motivo del ensanchamiento de la brecha. El mercado paralelo refleja la inercia de los fuertes desembolsos destinados al pago del aumento en el ingreso mínimo de la semana pasada
  • Petro designó nuevo embajador en Venezuela. Milton Rengifo Hernández, quien trabajó con el presidente de Colombia cuando fue alcalde de Bogotá, sustituirá a Armando Benedetti
  • Venezolanos en el exterior podrán votar en primarias previa actualización de su dirección. Jesús María Casal: Hay protección de identidad del votante a pesar de asistencia del CNE
  • Caso Petro:
    • El excandidato a la presidencia 2022 Federico “Fico” Gutiérrez radicó ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes una denuncia formal en la que le solicita al Congreso que investigue posibles irregularidades en la campaña presidencial de Gustavo Petro.
    • Ingrid Betancourt, ex candidata presidencial, por Twitter: Ahora nos enteramos que quien le financió la campaña a Petro fue Maduro. Los recursos transitaron por el clan Torres allegado a Benedetti. Laura Sarabia ad portas de irse a la cárcel. Y Colombia controlada por Narco-Venezuela.
    • El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que su campaña electoral no recibió dinero del narcotráfico ni su Gobierno ha hecho nada ilegal, en respuesta a las amenazas del exembajador en Venezuela Armando Benedetti, de que puede revelar secretos de las elecciones de 2022.

Lo que no fue noticia (y debería serlo)

  • Que la participación del CNE en las primarias desalentará a los votantes; tanto a los que están en Venezuela, como a los que están en el exterior. Hay un tema de falta de confianza que hace que la gente tema represalias por votar en contra del gobierno. Porque el gobierno tiene control absoluto sobre los poderes públicos, incluyendo al CNE; que requeriría que sus miembros sean todos independientes, y en vez de eso, hay 3 del lado del gobierno, y 2 del lado de la oposición… y en esos dos, los opositores no creen mucho
  • O que el caso Petro involucra a Venezuela como actor relevante en su campaña electoral. Habrá que ver el alcance de las investigaciones de oficio que se abrirán por los audios del ex embajador Benedetti; y si quedaron cabos sueltos que los investigadores puedan encontrar. Petro dice que todo se hizo bien… pero Benedetti implica lo contrario
  • Ni que las intervenciones del BCV en el mercado cambiario tienen impacto principalmente en el dólar oficial; porque el paralelo se alimenta de los estímulos del mercado, y de las expectativas de la gente, que no son buenas. Por eso se mantiene la brecha entre los dos mercados. Pocos creen que el segundo semestre será mejor; no hay medidas ni situaciones por venir que así lo indiquen
  • Tampoco que más pronto que tarde iba a ocurrir lo de los billetes falsos. Porque los billetes usados de baja denominación suelen circular solo en los países que tienen al dólar como moneda legal. En Venezuela, no tenemos una “autoridad” que certifique si el billete es bueno o no lo es. Solo las máquinas de los bancos pueden garantizar la validez del billete… pero los que circulan no tienen nada que ver con los bancos. ¿Cómo hace un ciudadano que recibe como vuelto un billete de U$ 20 en una estación de servicio, para saber si es bueno o no lo es? No puede saberlo…

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