Y si todos realmente saben que os engañan; las nacionalidades y estratos sociales coinciden en que viven en “un mundo feliz” donde el sistema os engaña, donde se sabe que no hay vuelta atrás, a pesar de que lo que se ve en el horizonte no es nada alentador y agradable para los valores de la justicia, pues la generación que se levanta a futuro siempre sufre las consecuencias de los errores de la generación que le precede, así que detener o retroceder adonde se dirige la humanidad es necesario.
Llama poderosamente la atención ese punto: todo el mundo está de alguna manera consciente de que vive un sistema de negación absoluta de la tragedia que se traspone, tragedia que bastantes estragos hace en todos los ámbitos materiales y psicológicos, que son completamente inestables, donde están precisamente montadas las caras y contracaras de un sistema de programas sociales de control, llenos de sueños, planes y proyectos de todas y cada una de las personas.
Cuál será el motivo de ser tan proclives a una corriente de falsedades e ilusiones, no solamente falsas, sino que por resultado nefastas para la existencia personal de toda la humanidad. El motivo es el miedo que propaga el sistema como instrumento de control, además del cual se lucra y alimenta el mismo.
Todos saben del engaño, todos hacen la vista gorda, voluble, transigente, sin tomar en cuenta ese pequeño “problema” que le dejan a las generaciones que se levantan; la jeringuilla es de tal magnitud, que no hay cuerpo social o individual que resista la corrosión. Sin embargo, a estas alturas la humanidad sabe reconocer las mejores formas, alimentos y complementos para disfrutar de la vida, a pesar de que nada pasa.
Así ha procedido en todas las épocas, donde la humanidad se ha sobrepuesto a través de revoluciones de café y de sangre, entre otras cosas, que les haga ver la tragicomedia con respecto a la existencia.
Las esferas más altas saben que hasta ellos a largo plazo están amenazados, en su descendencia, sabrán los claros horrores que vienen cometiendo contra las poblaciones fundadas en el control social que a ellos también alcanza.
Entre tanto, la ingenuidad se manifiesta en todos los niveles de desarrollo psicológico y económico, creyendo que la arrogancia y presunción lo saben todo.
Se señala a la economía informal, y sumergida como la culpable de que se instalen sistemas tiránicos sobre las naciones, sabiendo que la realidad es que son las élites, los principales participantes financieros de las grandes campañas políticas que propaga la agenda de la tiranía global.
Es una pena la lamentable situación de las tiranías que se posan sobre los gobiernos del mundo, donde tanto sectores públicos y privados se transforman en auténticos zánganos, donde están inmersos colegios profesionales, universidades, Iglesia y academia, los cuales terminan transigiendo con la agenda de la tiranía; por tanto es, de claridad meridiana, el hecho que la clase trabajadora, profesional, científica, junto a la casta religiosa, política, empresarial y financiera, terminen sucumbiendo siempre a los planes de la tiranía en cercenar los derechos naturales, reducir las libertades, convirtiendo las naciones en cárceles o centros de control poblacional, contrario al desarrollo, la invención, la libertad y la paz.
Cuando se observa de forma detallada y sucinta cómo sobreviven los sistemas tiránicos sobre poblaciones cada vez más menguadas y debilitadas en la voluntad y libertad de ser, se aprecia el cómo los principales pontífices del Estado colectivista, donde no se descarta el sector privado, todo lo contrario, ambos sectores públicos y privados sirven al juego de destruir naciones sometidas por la agenda de la tiranía global, como servidores fieles al imperio del mal.
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