Still: A Michael J. Fox Movie puede leerse de muchas formas. Es, en su forma más básica, un nuevo capítulo de la producción de Fox para crear conciencia sobre el mal de Parkinson a partir de su propia experiencia. El canadiense de 61 años ha escrito cuatro libros contando su batalla. Dos de ellos llevan en el título la palabra “optimista”. Los otros dos hablan en sus títulos de “sentirse afortunado” y de sus “lecciones de vida”. Tiene una fundación junto a su esposa, Tracy Pollan, dedicada a recabar fondos para la investigación del Parkinson. Tiene 35 años de casado con Pollan y cuatro hijos. Still (“quieto” en castellano) es una palabra irónica para un tipo que incluso se las ingenia para seguir saliendo en pequeños roles de cine y TV. “Quieto” es lo único que no sabe estar.
El canadiense de 61 años ha escrito cuatro libros contando su batalla. Dos de ellos llevan en el título la palabra “optimista”.
Imposible que un personaje así escapara al ojo de águila de Guggenheim, un trajinado documentalista con impecable olfato para estar ahí donde el Zeitgeist lo requiera. Una verdad incómoda (2006) –sobre Al Gore peleando contra el calentamiento global –, It Might Get Loud (2008) –donde reunió a los dioses de la guitarra Jimmy Page, The Edge y Jack White–, He Named Me Malala (2015) –sobre la activista pakistaní Malala Yousafzai–, The Road We’ve Travelled (2012) –sobre la campaña reelectoral de Barack Obama, o Waiting for “Superman” (2010) –donde desnudó las carencias del sistema educativo estadounidense; todas han sido piezas diseñadas para generar conversaciones de cultura popular a todo nivel. Aquí mismo estamos, pisando alegremente el palito.
Así pues, a nivel técnico y de ritmo narrativo, todo lo que vemos en Still es impecable. Fox testimonia mirando fijamente a la cámara en primer plano, una técnica documental perfeccionada por Errol Morris en La delgada línea azul de 1988. Guggenheim quiere a Fox lo más natural posible, así que lo veremos despeinado, sin afeitar, incluso con algunos moretones faciales producto de sus caídas. Guiados por el actor, revisaremos su vida y sus altibajos alternando con una ágil edición de sus películas más famosas que se insertan como reconstrucciones biográficas.
Lo que sorprende de Still es cuán sospechosamente se acerca a los “documentales” recientes de parte de estrellas que buscan promocionarse con miras comerciales: en Netflix están el expríncipe Harry y Meghan Markle, JLo triste por no ser nominada al Óscar, Taylor Swift y los vaivenes de sus giras, la esposa de Cristiano Ronaldo diciendo ser humilde mientras viste opulencias de diario. No es el caso de Fox pero Guggenheim, con toda la experiencia que tiene, se queda solo con su personaje central y su círculo casero como fuentes primarias del relato. Nunca vamos realmente a Canadá, no conocemos su barrio de Edmonton, Alberta, ni vemos a sus amigos, no hay testimonios de colegas. No se le acusa de nada, Fox no tiene errores salvo un leve caída en el alcoholismo.
Still es la vida de Fox en palabras de Fox y en versión única de Michael J. Fox. Para ser más claro: Still es una grata experiencia, conmovedora y entretenida, manejada al estilo de una historia edificante sin llegar a lo meloso de una producción de Hallmark. Tenemos filo pero faltaron más ángulos, más matices. Es un retrato incompleto porque, nos damos cuenta al cierre, Michael J. Fox no ha querido contarnos todo sobre su vida, sino que entendamos que es posible seguir viviendo con todo y las pruebas que le puso el camino.
El tipo ha ganado sus batallas, al final puede hacer lo que le dé la gana.
FICHA TÉCNICA
Película: Still: A Michael J. Fox Movie
País: Estados Unidos
Año: 2023
Director: Davis Guggenheim
Protagonistas: Michael J. Fox
Disponible en: Apple TV
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