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Respuesta a la carta abierta de mi amigo Julio Castillo acerca de la candidatura de la señora Machado

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Querido Julio:

Leí tu carta. Pensaba responderte por vía sólo privada para no tener una polémica pública. Yo ando retirado ¡y feliz! en mis cuarteles de invierno literarios. Así que esquivo las contiendas. Sólo que los periodistas a veces me invitan a los programas y me jurungan la lengua. Y claro, el único activismo que me queda es la palabra (y eso a veces): escribo y hablo. Pero al final creo que sí vale la pena circular esta respuesta escrita al voleo aunque sea a algunos amigos.

Al grano, como dices.

No sabía que apoyabas a la señora Machado, tan, tan lejos de nuestras viejas militancias. Y te sorprendes porque diga que su eventual gobierno será peor que el de Maduro, y enumeras los incontestables desastres del gobierno actual, en buena parte herencia en particular de Chávez y de Maduro I, más que obra de Maduro II. Y resultado también de las cientos de sanciones gringas propiciadas por la oposición, hay que decirlo. Pero de esto no hablemos ahora porque es otro tema.

En todo caso, Julio, tú eres un buen conocedor del castellano. Dije «peor». Leíste, ¿no? Peor: adjetivo comparativo de malo, dice el DRAE. O sea, que afirmo que este gobierno es malo. Así que no sé de dónde sacas que yo haya dicho que con Maduro se estaría «mejor» que con la señora Machado y me pides que diga algo positivo de este gobierno. No, amigo: estaríamos «más mal», si te sirve, para que me entiendas (aunque podría citar la tímida «deschavecización» de la economía como algo positivo).

El punto es que tú partes de una premisa equivocada cuando afirmas tácitamente que el de Machado sería fatalmente un buen gobierno: tu error es que crees -de buena fe, supongo- que Machado podrá gobernar. No, querido amigo. Permíteme informarte que no podrá hacerlo, ¡no la dejarán!… a menos que se disponga a negociar y cohabitar con los otros cuatro poderes chavistas, con los 20 gobernadores y 200 alcaldes chavistas, y con el «detallito» de una Fuerza Armada con influjo determinantemente chavista. Si es así, entonces que lo diga.

Pero dudo que lo haga una señora que tiene en su historial:

  • Haber apoyado el golpe de Carmona, que entregó a Chávez la Fuerza Armada.
  • Haber impulsado el paro petrolero, que entregó a Chávez Pdvsa.
  • Haber denunciado un fraude inexistente en el revocatorio, lo que hirió de muerte la credibilidad en el voto, principal arma de los demócratas frente a un régimen autoritario.
  • Haber provocado la abstención de 2005, que entregó a Chávez todos los Poderes Públicos.
  • Haber adversado la participación de la oposición en las presidenciales de 2006, golpe de timón que, gracias a la candidatura de Teodoro, permitió retomar la ruta democrática (que ella no comprendió jamás) y, por consecuencia, posibilitó: ganarle un referendo al más poderoso Chávez en 2007, conquistar las principales gobernaciones y alcaldías en 2008 y 2009, y obtener más votos que el PSUV en las parlamentarias de 2010.

Todo en contra del parecer de esa «estratega» del coraje que dice ser la señora Machado.

Luego protagonizó esa monumental irresponsabilidad que fue La Salida Ya, contra un gobierno que acababa de ganar las municipales de 2013. Lo que se saldó con la muerte inútil de decenas de compatriotas, opositores… y chavistas.

Y después la línea insurreccional desde 2016 (choque de trenes que no podíamos ganar, como alertamos muchos, y que nos hizo sacrificar la AN en el altar de los delirios extremistas) hasta 2021, incluyendo la patética farsa del «interinato». Por no hablar de su penoso ruego de una intervención militar extranjera, de hinojos a las puertas del Departamento de Estado. ¿Tú compartes eso? ¿Tú, mi querido amigo extrotskista y exmirista?

Como ves, está emparentada con todos los fracasos extremistas y se resistió a las primeras victorias de la ruta democrática (por cierto, todos los fracasos de estos 25 años han sido resultado del extremismo y todas las victorias han sido electorales y resultado de la moderación). Así que veo difícil que un eventual triunfo suyo en 2024 no conduzca a un 2025 de camorra, violencia y confrontación que, por una parte, le impedirá cualquier acción de gobierno, generando caos y más pobreza, inflación y miseria, y, por la otra, provocando otro choque de trenes como el de 2016 y con el mismo saldo para la oposición: derrota, muerte, torturas, cárcel, exilio, dispersión y ruina.

Ya una vez alertamos, tú y yo, acerca del sentimiento de venganza que se anidaba en el Chávez de 1998, que no anunciaba nada bueno. No voy a dejar de hacer lo mismo ahora que veo que igual atrofia se reproduce en la señora Machado, pero en el otro extremo. Otra vez la venganza y la fractura, cuando lo que requiere Venezuela es reconciliación y un gobierno de unidad nacional.

Por ser tú, voy a dignarme responder la alusión que me haces acerca de los derechos humanos. Aunque estoy retirado del activismo, como te dije más arriba, mi posición sigue siendo la misma de siempre. Cuando denuncié los crímenes del 27F acepté conferenciar con Alliegro y el Alto Mando. Cuando protestábamos por pensiones justas, terminábamos siempre negociando en la presidencia del IVSS. No hay contradicción entre la reciedumbre y la conciliación. Me niego a creer que tú, un político curtido, no lo sepas. Pero si tienes dudas, pregúntaselo a los demócratas de Chile que negociaron con un criminal como Pinochet y buscaron un candidato que tuviese su «aquiescencia» (como debe hacerse aquí frente al régimen autoritario). O a Mandela que cogobernó con los racistas del apartheid (peorcitos que los peores chavistas). O a Solidaridad y Walesa que cogobernaron ¡dos años! con los comunistas: presidente, jefe de las Fuerzas Armadas, viceprimer ministro y ministro de Interior comunistas (entre otros).

Así que cuando acusé en Fiscalía los crímenes de las OLP; o a los magistrados del TSJ por sus sentencias antidemocráticas y antilaborales; o a Cabello por su abuso de poder y peculado en VTV; o al Estado por violación masiva y sistemática de los derechos humanos ante la ONU; o cuando frecuentemente exijo la libertad de todos los presos políticos; o expreso que el régimen chavista tiene varios 27F encima, por no mencionar sino algunas de mis muchas denuncias, nada de eso me lleva ni a aceptar que se use a los derechos humanos como arma arrojadiza del debate político subalterno ni a negar la necesidad de un acuerdo para pactar una transición con el chavismo, en la que, como en todas las transiciones democráticas pacíficas exitosas que en el mundo han sido, se les desplace del gobierno pero se les deje en el poder, compartiéndolo, y con la posibilidad garantizada de volver al gobierno con el voto.

Yo te recuerdo como un político informado, culto, inteligente y práctico. Difícil creer que no te des cuenta de esto. Y también me cuesta trabajo creer que siquiera te imagines que la señora Machado, fanática e intransigente, talibana, como he dicho y repito, pueda conducir un proceso tan complejo de este tipo. Pero a veces ocurre que, como dijo aquél, la gente inteligente se pone muy bruta. Ojalá no sea tu caso.

Aceptado el café.

Enrique Ochoa Antich

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