La Unión Europea aumentó este lunes su proyección de crecimiento económico para la zona euro en 2023, a raíz de un inicio de año mejor de lo esperado. Eso, en un contexto de desaceleración de los precios de la energía y mejoras en las cadenas de suministros.
El ejecutivo europeo también revisó al alza su estimación de inflación para 2023 en la eurozona a 5,8% (+0,2 puntos) y apuesta por que se mantenga en un nivel elevado tras el pico alcanzado el año pasado.
La Comisión Europea espera ahora un crecimiento del producto interior bruto de 1,1% en 2023 (+0,2 puntos porcentuales con respecto a la anterior estimación de mediados de febrero) y de 1,6% en 2024 (+0,1 puntos porcentuales), en los 20 países que comparten la moneda única.
La misma tendencia se observa para el conjunto de la Unión Europea, cuyo crecimiento sería de 1% (+0,2 puntos) en 2023, y 1,7% (+0,1 puntos) en 2024.
«La economía europea continúa demostrando su resiliencia en un contexto mundial difícil», indicó la Comisión en un comunicado.
«Precios de la energía más moderados, la reducción de las restricciones de suministro», tras los bloqueos logísticos heredados de la pandemia, así como un robusto mercado del empleo apoyaron un crecimiento económico moderado en el primer trimestre, disipando los temores de recesión, subrayó.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, dijo que los europeos pueden estar orgullosos de la notable resiliencia del bloque. «No es un resultado pequeño, teniendo en cuenta los golpes recibidos», agregó.
El PIB de la zona euro progresó levemente (+0,1%) en el primer trimestre de 2023 con respecto al trimestre anterior, en el que había estado estancado. Para el conjunto de la UE, también volvió el crecimiento, con un alza de 0,3% tras un repliegue de 0,1% en el cuarto trimestre de 2022.
Robusto mercado laboral
Otra buena noticia es que el mercado laboral es el más sólido desde hace décadas y debería mantenerse así a pesar de un crecimiento débil, dijo Gentiloni.
El índice de desempleo de la zona euro alcanzó su piso histórico en marzo, con 6,5% de la población activa. Sin embargo, los vientos de frente persisten, entre ellos el del índice de precios al consumidor.
La Comisión revisó al alza sus proyecciones de inflación en la zona euro para 2023 a 5,8% (+0,2 puntos) y 6,7% en la UE (+0,3 puntos).
Excluyendo las volátiles tarifas de la energía y la alimentación, afectadas por la guerra en Ucrania, la inflación subyacente continúa siendo preocupante y afecta con fuerza el poder adquisitivo de los hogares.
Esta situación presagia un mantenimiento del endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo, cuya prioridad es llevar la inflación al objetivo de 2%.
Esta política tiene como resultado un aumento del costo del crédito para los hogares y las empresas, lo que a su vez frena el consumo y las inversiones. Los países del sur de la UE resisten de manera global mejor que los del norte, pues el sector de los servicios sufre menos que la industria manufacturera.
Portugal y Grecia (2,4%), España (1,9%) e Italia (1,2%) registrarían este año un crecimiento superior a la media. La economía alemana, tradicional motor europeo, se expandiría apenas un 0,2%, mientras que Francia crecería 0,7%.
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