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Guerra Fría y espionaje

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Se suele decir que, terminó  la guerra fría, ese periodo de espionaje que se mantuvo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y el desmoronamiento de la Unión Soviética, pero la verdad es que el espionaje como instrumento de lucha del nuevo hegemón internacional, se mantiene.

Hay que subrayar que las dictaduras han hecho e hicieron mucho daño en las poblaciones, pero lo más importante, es que la democracia con sus tintes variopintos han hecho muy poco para trascender los daños antropológicos que hicieron dictaduras y tiranías en décadas y siglos pasados.

Por otro lado, si los clérigos y fieles de la iglesia, se hubieran percatado lo que implicaba asumir indulgencias al nuevo orden materialista, de seguro hubieran rechazado la aceptación de espalda a la fe, la vida contemplativa, y de advocación al poder Divino.

De la misma manera, si el componente militar, autoridades, filósofos, científicos,  intelectuales, catedráticos, juristas, profesionales, obreros, el hombre en sí, supieran a los que se exponen al ceder la libertad a los planes de proyectos salomónicos, contrarios al carácter humano, se darían cuenta los grandes peligros inminentes de desaparecer, además del mundo que les están dejando a los más chicos.

Sin embargo, en toda la prospección de los medios, cada día, queda en evidencia a la expectación del usuario, que los actores políticos, son meros actores de reparto de un elenco de una novela distópica,  que señala las mentiras del sistema.

Aunque, se ignora tanto la historia contemporánea, que queda para la antigua ,no teniendo conciencia alguna de lo que acontece, ni de la dimensión de lo que se ignora, bien está escrito en los proverbios “ vanidad de vanidades, todo es vanidad, todo está cantado, no hay nada nuevo debajo del sol” permitiendo ir por los senderos de la vida, sin reparo alguno de los graves efectos contra natura que se están cometiendo, no sólo en el espectro social, político, económico, sino también en el ámbito científico, sanitario, médico, que de haberse tenido maestros de la historia, se entendiera que los desarrollos de la ciencia, muchos de ellos han sido perjudiciales al mediano y largo plazo, para la vida.

Por ejemplo, trasplantar un corazón, para vivir como un cerdo, no tiene ningún sentido, eso sólo por mencionar un ejemplo, se sabe que es un tema sensible, pero la verdad es dura para quienes no la quieran.

Otro aspecto, no darse cuenta que los procesos de cambios económicos han venido para quebrar naciones, como el de la esclavitud en las colonias o las cooperativas del siglo pasado o las mismas revoluciones, es una muestra que no se sabe nada de historia, por no decir de economía, porque al final estos cambios son venidos para quebrar economías, es decir, naciones enteras,  como muchos otros ejemplos, en los distintos órdenes mundiales precedidos.

Cabe recalcar que, el consumo de información política es el mismo desde hace doscientos años y más, a pesar que existan múltiples redes sociales y dispositivos electrónicos; la sociedad básicamente a través de los medios está segmentada por propaganda, dirigida al adoctrinamiento hacia el sector de la derecha, otro segmento hacia la izquierda ideológica y una tercera segmentación de propaganda a los subversivos anti sistemas, más ninguna de estas proyecciones mediáticas, están destinadas para la liberarse de los conceptos de ataduras del sistema, dirigido a la esclavitud.

Finalizando, es ingenuo omitir que, todo está controlado, vigilado por los Estados, a través de la tecnología de dispositivos electrónicos, al servicio de un gobierno total, observado por el Estado y a su vez, vigilados por Estados extranjeros, que conforman el nuevo orden; mas no pareciendo esto suficiente, se crea una proliferación de comercios en el extranjero por el hegemón emergente, dónde la competencia es cada vez más reñida respecto al dragón asiático, esto último prueba que, se mantiene una vigilancia extrema de sus poblaciones y de todas aquella donde está cimentado; ya que el totalitarismo se alimenta de la información recaudada a su población, entre muchas cosas para estadística y base de datos que le sean necesarios para el sostén del sistema.

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