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Obreros de Hiram Abiff: la religión natural y el deísmo (VII)

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El sintoísmo: la etimología de sintoísmo nos lleva al vocablo japonés shinto, a su vez derivado del chino shin tao (que se traduce como “camino de los dioses”, el shinto o sintoísmo, «el camino divino»), es una religión politeísta, muy exclusiva del Japón. Religiones mayoritarias que conviven actualmente en Japón: el sintoísmo, el budismo y el cristianismo. Con origen en Japón, la religión sintoísta gira en torno a la naturaleza, lo sobrenatural y su objetivo es conseguir la armonía entre el ser humano y la naturaleza. Es de origen japonés, el sintoísmo es tan antiguo como el mismo Japón. De 1868 a 1945, para estimular el orgullo nacionalista y militarista, las autoridades imperiales proclamaron el sintoísmo como religión de Estado.

El sintoísmo no tiene un fundador, ni un libro sagrado, ni un código moral. No tienen claro lo que es profano y lo que es sagrado. Los inicios del sintoísmo los encontramos en la Edad Antigua, donde se rendía culto a los ancestros, a los elementos de la naturaleza: a los ríos, montañas, el sol, la luna, etc. y a los animales, representando cada uno de estos elementos a un dios diferente llamado kami (espíritus que habitan los árboles o las fuerzas de la naturaleza) a los que se pedía protección y benevolencia. Es una forma de “animismo” (todo en la naturaleza está dotado de movimiento, vida, alma o consciencia propia) basada en las energías naturales, los Kami se hallan en la naturaleza o en un plano superior. Es una religión que convive en armonía con el resto de cultos y que cree en el bien de la humanidad por lo que el objetivo de los rituales sintoístas suele ser alejar a los malos espíritus que nos hacen cometer el mal.

Existen más de 8 millones de deidades que son adoradas, no exigen sumisión a sus fieles, su función es proteger y no mandar. Japón recibió influencia desde China del confucionismo y del budismo, influyendo este último en muchos aspectos del sintoísmo y creando una nueva rama del budismo, el budismo zen japonés. La diosa del Sol: Amaterasu Omikami, dio origen a la familia imperial japonesa, y el emperador es el descendiente directo y su sacerdote supremo es el emperador de Japón. Se cree que su creencia se deriva de cuatro libros antiguos y el más importante es el Kojiki. Se caracteriza por ser una religión pacífica y benévola.

Los santuarios sintoístas suelen contar en su entrada con una puerta en forma de arco llamada “torii”, un poco alejada del santuario, así esta puerta y el camino que la sigue separa el espacio sagrado del templo del exterior, y cerca hay una fuente para purificarse la boca y las manos antes de entrar. En los recintos sintoístas suele haber siempre estatuas de perros o zorros protectores de los dioses, así como figuras de papel hechas con origami colgadas por los alrededores del santuario. Esta religión cree que las personas también nos convertimos en kami cuando morimos, por lo que es normal en las casas japonesas (especialmente donde vive gente mayor) honrar a los ancestros en pequeños santuarios/ altares.

En la religión sintoísta podemos encontrar tanto sacerdotes hombres como mujeres, algunos de ellos viven en el propio recinto del santuario, y las ayudantes en el ritual se llaman: Miko. El budismo llegó en Japón alrededor del siglo VI, lo que inicialmente creó un conflicto con el sintoísmo. Los seguidores del sintoísmo sintieron la necesidad de dar un nombre a esta filosofía de vida basada en el respeto y el culto a los antepasados. Sin embargo, con el tiempo llegaron a coexistir y ahora son las principales religiones en Japón.

Los japoneses aprovechan los fines de semana para rendir culto a sus dioses, como una forma de unificar su ocio durante el tiempo libre y la propia religión. Hay una universidad en Japón, la Universidad Kokugakuin, que forma a los sacerdotes de los templos sintoístas. Los dioses principales del shintoísmo son: Inazagi, Aizen, Amaterasu, Izanami, Hachiman (dios de la guerra), Shinigami, Amida, Kagusuchi. Cada santuario venera a una deidad o kami en concreto, como por ejemplo el santuario Fushimi Inari a la afueras de Kyoto, que tiene como Kami al dios zorro.

Hay varios tipos de “sintoísmo”: La religión shinto o religión sintoísta tiene muchas formas diferentes de manifestación en el país.

Sintoísmo popular es la forma más común en la que podemos ver la representación de las religiones japonesas. Sus festividades, fe popular y supersticiones, como los rezos en los templos, costumbres de tocar una figura que da buena suerte, o incluso comprar amuletos protectores para toda la familia, son signos de la religión que podrás observar en muchos sitios si vas a viajar a Japón.

Sintoísmo doméstico: a nivel doméstico, podrás ver que en la mayoría de viviendas existen pequeños altares para rezar a los dioses a diario.

Sintoísmo de la Casa Imperial, la Casa Imperial cuenta con 3 santuarios sintoístas situados en los jardines del Palacio Imperial de Tokio. Son templos privados de la familia Imperial, En general, el sintoísmo no cree en el bien o el mal absoluto, se cree que los humanos son fundamentalmente buenos, al igual que el mundo en general. El objetivo de esta religión es promover la armonía y la pureza espiritual y moral.

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