A casi una semana de haber sido internado luego de sufrir una «complicación médica», Jamie Foxx sigue hospitalizado en una clínica de la ciudad de Atlanta, Georgia, en donde los médicos intentan buscar respuestas a su cuadro.
Según le confirmó una fuente a la revista People, los doctores siguen realizándole pruebas al actor para ver cuál fue la causa de la descompensación. Hasta el momento, la razón por la cual la estrella tuvo que ser llevada de emergencia al centro de salud y cuál fue la dolencia sigue siendo un asunto privado y no trascendió a los medios.
«Están haciendo pruebas y aún intentan averiguar qué ha pasado exactamente», le dijo una persona cercana a la causa a CNN. Foxx estaba en Atlanta rodando su próxima película para Netflix, Back in Action, junto a Cameron Diaz y Glenn Close. El incidente no se produjo mientras estaba en el set y no fue trasladado al hospital en vehículo de emergencia, sino que acudió por sus propios medios.
«Queríamos compartir que mi padre, Jamie Foxx, experimentó una complicación médica ayer», comunicó Corinne Foxx, hija del actor, en su cuenta de Instagram el miércoles de la semana pasada. El comunicado, escrito en nombre de la familia, señala: «Afortunadamente, debido a una acción rápida y de gran cuidado, ya está en camino a la recuperación. Sabemos lo querido que es y apreciamos sus oraciones. La familia pide privacidad durante este tiempo», agregó.
Si bien no trascendió qué es lo que le sucedió a Foxx, el estado de la estrella sería bastante grave, al punto que varios miembros de su familia tuvieron que trasladarse hasta Atlanta para acompañarlo. A pesar del susto, el actor estaría mejor y evolucionando. Incluso volvió a hablar y bromeó con su familia sobre la situación, según indicaron fuentes cercanas al actor.
Un rodaje lleno de complicaciones
Desde que comenzaron las grabaciones de Back In Action, los actores se enfrentaron a distintas complicaciones. Este largometraje marca el regreso de Cameron Diaz a la pantalla grande luego de retirarse para ser madre, sin embargo, los problemas ocurridos habrían llevado a la actriz a tomar la decisión de no volver a pararse frente a las cámaras.
En el mes de marzo, Foxx había sufrido un colapso mientras se filmaba la película en Reino Unido, lo que provocó el despido de varias personas: un productor ejecutivo del proyecto, dos directores y otros miembros del equipo. El diario The Sun informó que el despido de uno de los trabajadores estuvo motivado por una aparente estafa al actor por el valor de unas 33 mil libras esterlinas, vinculada a la venta de un reloj Rolex. A pesar del malestar generado, una fuente cercana a Diaz confirmó que la actriz mantiene una buena relación con su coestrella.
Sumado a esto, trascendió que la producción de la película se suspendió el mes pasado después de que se descubriera una bomba sin explotar de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial en el set, en Londres, justo antes de que se filmaran dos escenas de acción relevantes.
Según el sitio TMZ, fuentes desde adentro de la producción les revelaron que a Foxx le quedan aún ocho días de rodaje del filme. Desde la producción aseguraron que la película se terminaría de grabar la próxima semana, aunque no supieron dar respuestas sobre cómo podrían cumplir con la agenda, teniendo en cuenta que la reincorporación de Jamie no sería algo factible al corto plazo. Entre los rumores se dice que es probable que algunas escenas sean reescritas y que se utilice un doble para las tomas en donde no es necesario que aparezca su rostro. También está la posibilidad de que corten algunas escenas por completo. El jueves, según la revista People, ya se utilizó un doble de cuerpo para Foxx.
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