Más de 100.000 migrantes irregulares han cruzado en lo que va de año la selva del Darién. Esta es una cifra histórica que representa un incremento preocupante al sextuplicar la del mismo período de 2022, dijeron la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
«De acuerdo con las cifras de las autoridades panameñas, se ha alcanzado el número récord de más de 100.000 personas cruzando el Darién. Seis veces más que las que llegaron en el mismo período de 2022», indicaron la Acnur y la OIM en un comunicado conjunto.
Ambos organismos recalcaron que las autoridades de Panamá señalaron que de mantenerse este ritmo de llegadas al país a través de la selva, «podría cerrar con el cruce de más de 400.000 personas» que viajan de manera irregular hacia Norteamérica. Este paso marca la frontera natural entre Panamá y Colombia.
«Panamá enfrenta una de las crisis de movimientos mixtos más desafiantes de la última década debido a un desplazamiento sin precedentes a través de las Américas», señalaron la Acnur y la OIM.
El defensor del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, declaró el miércoles que desde el primero de enero y hasta ese día casi 100.000 personas habían cruzado la selva. En todo 2022 fueron 248.284, y el año anterior 133.726, ambas cifras históricas en su momento.
Los organismos apuntaron que según las estadísticas del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá al cierre de marzo pasado, las principales nacionalidades de los viajeros cruzando el Darién eran ciudadanos de Venezuela (30.250), Haití (23.640), Ecuador (14.327). Además de personas procedentes de China (3.855), la India (2.543) y los hijos de personas haitianas nacidos en Chile (2.499) y Brasil (2.072).
Otras nacionalidades de migrantes irregulares atravesando la selva incluyen personas de Colombia, Afganistán, Camerún, Somalia y Perú, entre otros.
Abandonan su país por problemas económicos e inseguridad
Foto: EFE
La Acnur y la OIM indicaron que sus más recientes informes mensuales de monitoreo «reportan que las personas abandonan su país de origen frecuentemente con motivaciones económicas, incluyendo la falta de acceso a empleo».
«Más de la mitad de los migrantes también señalan haber huido de sus países debido a los niveles generales de inseguridad o amenazas, así como ataques específicos contra ellos y sus familiares».
Además, tres cuartas partes de las personas habían sufrido una lesión o accidente en el viaje; y una tercera, algún tipo de maltrato o abuso, específicamente durante el cruce de la selva del Darién», dice el comunicado.
La selva del Darién está colmada de peligros
Según testimonios recientes de migrantes en las estaciones de recepción en la provincia panameña de Darién, los viajeros se enfrentan a los embates propios de la selva y también a los abusos. Entre estos últimos el sexual, o asaltos de grupos armados. Muchos dijeron haber visto cadáveres de personas a lo largo del trayecto.
«Los peligros y niveles de violencia a los que se enfrentan las personas que cruzan el Darién son altamente preocupantes». Por ello «es urgente trabajar en una solución regional basada en la protección para responder a esta crisis humanitaria sin precedentes en las Américas», dijo Philippa Candler, representante de la Oficina Multipaís de la Acnur en Panamá.
Giuseppe Loprete, jefe del Centro Administrativo Global y Misión OIM Panamá, expresó que «preocupa que las personas que están pensando hacer esta travesía (por la selva) no estén al tanto de los peligros asociados a esta ruta».
«En cumplimiento a la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, la Acnur y la OIM continuarán apoyando los esfuerzos nacionales, regionales y hemisféricos a fin de fortalecer los marcos necesarios para la protección internacional y el acceso a procedimientos de asilo justos y eficientes, así como propiciar las condiciones para una migración segura, ordenada, humana y regular», dijeron ambos organismos.
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