El Museo de Brooklyn (Estados Unidos) anunció este jueves que su exposición sobre Pablo Picasso, la única con enfoque de género en el Año Picasso, opondrá la obra del maestro español modernista a la de decenas de artistas feministas. El objetivo es examinar su «complejo legado», según un comunicado.
La exposición abre el 2 de junio y está organizada con el Musée National Picasso-Paris. En ella se podrán ver casi un centenar de obras, incluidas varias del pintor español -no se cuantifican. Y previsiblemente aún más de artistas mujeres de los siglos XX y XXI que cuestionan las narrativas masculinas dominantes del modernismo.
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También reveló el nombre de la muestra: It’s Pablo-matic. El título es un juego de palabras que en inglés suena como «es problemático». Además tiene por subtítulo Picasso según Hannah Gadsby, en referencia a su principal comisaria, una humorista australiana crítica con la «misoginia inherente» en las instituciones y la historia del arte.
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«Se puede decir con seguridad que el siglo XX fue, al menos, tan problemático como el propio Picasso; y que la nostalgia por esta época alimenta parte del conflicto intergeneracional de este siglo», dice Gadsby. La artista, en 2018, presentó el proyecto Nannette, que se hizo famoso por desmontar a Picasso y a otros grandes artistas.
El único centro para el arte feminista
Las otras comisarias, Lisa Small y Catherine Morris, indicaron que el Brooklyn Museum es el único de Estados Unidos con un centro dedicado al arte feminista. Además, destacaron la importancia de dar voz a las mujeres en esta especie de diálogo entre artistas. De esa forma se confrontan cuestiones urgentes sobre género, poder y el canon artístico-histórico.
El recorrido de It’s Pablo-matic empieza con The Sculptor (1931). Obra en la que Picasso retrata de manera «sexualizada» a la modelo francesa Marie-Thérèse Walter, que fue su amante y madre de su hija Maya. Esta pieza aparece contrapuesta a trabajos de Faith Ringgold, Kaleta Doolin y las Guerrilla Girls.
Walter, que tenía 17 años de edad cuando comenzó una relación con Picasso (de 45 años y casado), también aparece en Reclining Nude (1932) y Sleeping Woman (1927). Ambas reflejan su «apetito voraz por producir desnudos de mujeres inconscientes» y son «ejemplo de su mirada controladora y objetificadora», dice la nota.
Sin dejar a un lado la genialidad de Picasso
La exposición abordará el establecimiento de Picasso como genio. Se reconocerán sus logros pero criticando su época; una «en la que a las mujeres se les negaban manifiestamente las mismas oportunidades». Por ello se presentan sus obras frente a las de sus contemporáneas, como Louise Nevelson y Käthe Kollwitz.
También se incluyen varias piezas de la serie de grabados Vollard Suite (1930-1937) de Picasso para iluminar sus «mitologías personales» y las «obsesiones contradictorias que le impulsaban: el sexo, la violencia, la creatividad, la belleza y la monstruosidad».
No faltará tampoco referencia al impacto del movimiento Me Too. Por cuanto a su «acusación de las acciones y actitudes perjudiciales de algunos artistas y figuras del mundo artístico contemporáneos e históricos», agrega la nota sobre It’s Pablo-matic.
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