Han transcurrido más de 90 días desde que llegó el coronel Pedro Rafael Tellechea a la presidencia de Pdvsa. La auditoría técnico-administrativa a la gestión de Asdrúbal Chávez al frente de la empresa estatal petrolera desde abril de 2020 hasta diciembre de 2022 fue la excusa para sacar del negocio a la banda del exministro Tareck el Aissami, que se enriqueció con el manejo de la venta y el transporte, la facturación y el cobro, y el pago de compromisos y reciclaje del flujo de las exportaciones petroleras. También sirvió para justificar la situación deplorable en la cual se encuentran las arcas del Estado.
El relato de “Venezuela se arregló” quedó al desnudo. La intervención del Estado en el mercado cambiario para sostener el valor del bolívar frente al dólar empezó a hacer aguas en abril del año pasado y ya a partir de agosto la caída era libre. Para enero de 2023 la devaluación era equivalente a 395%, con respecto al año anterior. El mes pasado se notó una desaceleración con relación a febrero. Sin embargo, el daño acumulado ya había generado las condiciones para el reclamo de reivindicaciones salariales. Los tres últimos meses fueron de protestas diarias.
El monstruo de la hiperinflación se asomaba nuevamente y aterrorizaba a Maduro. Pensaba que lo tenía controlado con la desmonetización del bolívar, si dejaba circular el dólar como medio legal de pago. Los bodegones, la actividad nocturna, los conciertos, la construcción, los negocios de alta gama, los restaurantes eran los símbolos del madurismo que intentaba hacer creer que “Venezuela se arregló”. Su expresión máxima fue el retorno al crecimiento del producto interno bruto que se había derrumbado 80% desde que Superbigote asumió el poder en 2013.
Ocurrió que un día de febrero Maduro se despertó y encontró que la bala de plata de la supuesta dolarización, usada para domar la hiperinflación, ya no le permitía seguir manteniendo la estructura de la burbuja porque no ingresan suficientes divisas por las exportaciones de materias primas y productos refinados. Algo insólito porque el usurpador de Miraflores es considerado un “mago de la economía” y además fuera de serie. “Debería dar clases en Harvard sobre cómo se administra un país”, afirmó su hijo, Nicolás Maduro Guerra.
No podía creer que le estuviera pasando de nuevo la subida descontrolada de los precios. Por ello anunció hace tres semanas que limpiaría “plenamente” la estatal Pdvsa de mafias corruptas con “medidas draconianas” y a través de una “reestructuración al más alto nivel”. Sin embargo, guarda un silencio aturdido ante la falta de presentación ante la justicia de El Aissami -¿en braga anaranjada?- y el señalamiento de Asdrúbal Chávez como corresponsable de lo ocurrido en la industria petrolera.
No hay manera de que Nicolás Maduro y Delcy Rodríguez desconocieran lo que sucedía. Junto con Tareck el Aissami y Asdrúbal Chávez eran los responsables de las operaciones que se realizaban en el negocio petrolero. A fin de calcular la disponibilidad financiera en la ejecución del presupuesto nacional se efectuaba una reunión semanal de conciliación de cuentas entre El Aissami y Rodríguez, como ministros de Petróleo y de Finanzas, respectivamente. Juntos revisaban las cifras para elaborar el informe de los ingresos que recibe el Estado por la venta del petróleo y productos refinados que posteriormente se enviaba al Ejecutivo, al jefe de la Hacienda Pública, que no es otro que Maduro.
En el caso del Estado mafioso venezolano, el seguimiento es mayor porque su funcionamiento depende de la mezcla de las divisas obtenidas por las exportaciones de petróleo y productos, las actividades ilícitas y las remesas.
Desde que Pdvsa fue sancionada por la administración estadounidense en 2019, el cobro de sus exportaciones se realiza en dólares y euros cash, o criptomonedas. Por lo que el lavado del dinero de la corrupción y de las actividades ilícitas se hace de la misma manera. Recordemos que, desde la época de Hugo Chávez, Venezuela se convirtió en una gran lavadora de capitales, utilizando a Pdvsa, entre otros.
El régimen de Maduro “necesita un mínimo aproximado de 300 millones de dólares mensuales en efectivo para cumplir con el complemento de pago de funcionarios, militares, alta nómina, parlamentarios, diplomáticos, etc.”, según CuentasClarasDigital.org.
Al comparar el desempeño del primer trimestre de las gestiones del primo de Chávez y el coronel Tellechea, se observa que la venta de dólares de Pdvsa al BCV mejoró en 39% en 2023.
En cuanto a los ingresos netos por las exportaciones de petróleo se mantuvieron en las dos administraciones. Esto indica que siguen saliendo tanqueros cargados que no generan cash para la estatal petrolera, como son los envíos a Cuba, China y Estados Unidos, equivalentes a 1.002 millones de dólares. Los dos últimos son para pagar las deudas con el Banco de Desarrollo de China y Chevron.
Por las exportaciones a las refinerías del golfo de México ingresaron a Pdvsa 216 millones de dólares durante el primer trimestre de 2023, a pesar de la afirmación de que el regreso de Chevron a Venezuela no la autoriza a entregar recursos al Estado.
Lo crítico en este primer trimestre del año son las Reservas Líquidas Internacionales. Se encuentran en 341 millones de dólares. El BCV les sacó 522 millones de dólares en febrero -el doble del promedio del año pasado-, lo que contribuyó a la venta de divisas a la banca para detener la caída del bolívar frente al dólar. Este es el talón de Aquiles de Maduro. Si las exportaciones de petróleo y hierro no aumentan a 2.000 millones de dólares mensuales, la intervención del BCV en el mercado cambiario para mantener el dólar controlado seguirá siendo deficiente, lo que amenazará el nivel de precios de los bienes y servicios. Y, por ende, reaparecerá de nuevo la hiperinflación con consecuencias en el salario.
Por ahora, basados en los resultados evaluados del primer trimestre, la situación de las exportaciones petroleras e ingresos es similar en las administraciones de Chávez y Tellechea. No hay sorpresas. Pero sí una narrativa de la lucha contra la corrupción para controlar más el país.
Los problemas siguen y la gente sabe que no es el bloqueo estadounidense sino el saqueo del madurismo lo que ha causado su desgracia. Que no os engañen.
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