
Desde un centro de detención migratoria en Houston, Texas, Yusmary Galíndez, madre venezolana clama por no ser deportada sin su hijo de 13 años de edad, a quien no ve desde hace casi tres meses.
A la mujer la detuvieron en abril tras una infracción de tránsito y, según denuncia, desde entonces quedó a disposición de las autoridades migratorias sin poder reunirse con su hijo, que en ese momento se encontraba en la escuela.
“Tengo miedo de que me saquen sin mi hijo”, dijo Galíndez, de 27 años de edad, en una entrevista con Telemundo Houston.
“La solución que yo quiero es que me traigan a mi hijo hasta el centro de detención y ese mismo día me saquen, porque ya yo firmé y ellos me pueden sacar en cualquier momento sin él”.
Entraron a Estados Unidos con CBP One
Desde su detención, el adolescente ha estado bajo el cuidado de su padrastro, quien explicó al medio estadounidense que teme entregar al adolescente por temor a que ambos queden desamparados.
“Entramos legalmente a Estados Unidos con la aplicación CBP One, buscando un futuro mejor para nuestros hijos”, dijo el hombre a Telemundo Houston, sin revelar su identidad.
Sin embargo, la administración estadounidense de Donald Trump eliminó ese permiso, así como el parole humanitario que recibieron, dejando su estatus migratorio en el limbo.
El menor de edad, por su parte, expresó: “¿Quién se quiere separar de su mamá? Nadie. Me quiero ir con ella”.
La reunificación no sería sencilla
Una abogada que asiste a la familia reconoció que lograr la reunificación no será sencillo porque el menor de edad y su padrastro tienen casos pendientes en una corte migratoria de Dallas.
La situación de la madre venezolana, al haber firmado su salida voluntaria, la expone a una deportación en cualquier momento, y sin su hijo.
“Este tipo de situaciones se pueden evitar si los padres otorgan una carta poder a una persona de su entera confianza, preferiblemente alguien con estatus legal permanente”, explicó la abogada.
Esto permite que, en casos como este, los niños no queden en situación de riesgo o abandono.
Mientras tanto, Galíndez mantiene su petición: “Yo de aquí no me puedo mover sin mi hijo”.