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"Oh, capitán, mi capitán": Rafael Acosta Arévalo

¡Con sentimiento de hermandad insondable e inmensidad cuasi infinita, como la de los mares donde se formó navegando por la patria, dedico este artículo, gracias a El Nacional, al capitán de fragata Rafael Acosta Arévalo. Oh capitán, mi capitán, obra del poeta Walt Whitman (1819-1892). Nacido ese año de 1819, cuando el Libertador convocaba el […]
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¡Con sentimiento de hermandad insondable e inmensidad cuasi infinita, como la de los mares donde se formó navegando por la patria, dedico este artículo, gracias a El Nacional, al capitán de fragata Rafael Acosta Arévalo.

Oh capitán, mi capitán, obra del poeta Walt Whitman (1819-1892). Nacido ese año de 1819, cuando el Libertador convocaba el Congreso de Angostura con el cual apenas se iniciaría nuestro sueño mirandino de la Gran Colombia, Whitman escribió tal poema dedicado al asesinado XVI presidente de Estados Unidos Abraham Lincoln (1809-1865). Lincoln, gran hombre de Estado, nos legó vitales reflexiones para nuestra realidad de hoy: "A house divided against itself cannot stand" (Una casa dividida contra sí misma no puede sostenerse).

“Oh capitán, mi capitán”. Asumo el recuerdo de estos dos grandes hombres americanos y proyecto sus realizaciones en la memoria de nuestro héroe venezolano de hoy por la causa de la libertad. Salvajemente asesinado por el narco régimen de traidores-títeres del castrocomunismo: Maduro, Cabello; Padrino y Ceballos. 

"Oh capitán, mi capitán", les exclamo mi pesar a su viuda Waleska y a sus hijos; con mis respetuosas condolencias. Reitero, en su heroica memoria, nuestro ineludible compromiso de lucha, incesante e incesable, por la libertad de Venezuela.

“Huid del país donde un solo hombre concentre todos los poderes” (Simón Bolívar, 1783-1830). Así ha sido dolorosamente en la Cuba de los Castro, durante ya más de seis oprobiosas décadas, para vergüenza de América y de la humanidad. La idea de la autodeterminación no es para aceptar la barbarie que tienes frente a tus narices. Eso mucho más que indolencia, aceptación pasiva de la violación elemental del derecho humano a la libertad y a la justicia. Isla desde donde los Castro desarrollaron su acción proxeneta frente a un mundo inconsciente que disfrutaba de su dolor y de su hambre. Así, hábiles también para el desarrollo de sus técnicas de seducción, compra y chantaje, hicieron gala de ellas para captar y subyugar al títere traidor del juramento que hizo junto a sus compañeros del 4 de febrero. De allí viene la entrega de nuestra soberanía, seguridad y defensa nacionales, a los servicios de la represión y control castrista, de todo cuanto pasa hoy en Venezuela. 

Para la explotación y control de su principal fuente de sostenimiento como Estado comunista parasitario, Cuba exportó a Venezuela su concepto sofisticado de chulería. ¡Su mejor producto, la represión del pueblo como franquicia para reinar desde un tiránico sistema de aplastamiento de las familias! Cobardes tendríamos que ser si no hubiésemos reaccionado. Cobardes si nos incomunicamos entre nosotros mismos para no hacer lo que toca hacer hasta lograr la justicia en el caso del capitán Rafael Acosta Arévalo, así como de tantos casos de mujeres violadas, niños asesinados y ancianos vejados. ¡Cobardes, solo son cobardes! Y cobardes seríamos si no intentamos, hasta conseguirlo, el vencer la invasión castrocomunista de nuestra patria. ¡Hay que comenzar a hacer efectiva la resistencia ya! Neutralizar sus expertos en torturas, como por ejemplo el coronel cubano-castrista Eliader Martínez; a quien han denunciado nuestros valientes diputados de la fracción 16 de Julio este pasado 5 de julio de 2019.

Como hizo con la extinta Unión Soviética, el castrismo sigue sirviendo a las más innobles causas de penetración de lo indeseable hacia nuestro continente. Cuba al ser anfitriona de las negociaciones FARC-gobierno de Juan Manuel Santos, con "Venezuela como garante" y Noruega apoyando tales negociaciones para “pacificar a Colombia”, sirvieron realmente al perfeccionamiento de las mafias para la conspiración transnacional narcoexportadora y narcolavadora de capitales. Así han ido negociando, y obteniendo con la entrega progresiva de poder político a su favor posibilidad de afincar aún más efectivamente sus garras sobre Colombia y Venezuela, apoyándose en la legitimación de sus inmundos capitales. Dar asiento a la peligrosa e innovadora fórmula, antes no intentada de asiento del narcoterrorismo de Estado, Venezuela ha comenzado a agregar la amenaza del extremismo islámico de Hezbolá en nuestro territorio. Sacrificando la justicia frente a la violación de los derechos humanos como el secuestro, la extorsión y trata de personas, el narcotráfico y demás delitos de lesa humanidad, nuestra amada Colombia, profundamente intervenida por el castrismo de sus narcoguerrillas , fue gestando todo cuanto acontece hoy en nuestra amada Venezuela.

La veterana Cuba castrista, después de sesenta años de dictadura, sirve ahora como bisagra política del caso venezolano, haciendo causa común con Rusia, Irán y Turquía. Planifican, ejecutan y mueven estrategias de contrabandos de petróleo, oro y narco lavado. Hacen financiación y expansión de sus influencias en toda la región. A través de sus títeres contaminan con su prostituida habilidad los cimientos de nuestras ingenuas y débiles “predemocracias”. Democracia, tan afanosamente buscada y conseguida a duras penas en países como Venezuela y Nicaragua, se han perdido por divisiones irresponsables entre distintos actores dirigentes de la sociedad: política, empresarial, laboral, y hasta religiosa e intelectual, por estar primero al servicio de intereses de parcialidades mezquinas que al interés nacional. Sin libertad, justicia y democracia para todos, no habrá estabilidad de un país para el progreso y la felicidad de la nación.

Como plataforma para el desarrollo de falsas doctrinas de liberación de los pueblos, Cuba ha sido verdadera causante de la propagación y subyugación de gobiernos títeres a sus fórmulas de marketing político e ideologización. El Foro de Sao Paulo, por ejemplo ha impulsado la relativización de todo cuanto al Estado de derecho se refiere para proteger las empresas e iniciativas individuales, la libertad económica y los derechos de propiedad privada.

En lugar de la mano invisible del mercado, es la mano de una ideologización populista, "psicotrópica" y profundamente corruptora, que fehacientemente fracasada en lo económico es, sin embargo, probadamente peligrosa en su efectividad de propagación del pensamiento mágico del populismo de repartición. La idea de una riqueza que no se produce sino que se confisca sin razón, o abiertamente se roba para dar la ilusión de una supuesta justicia social al repartir parte del botín, se ejecuta hasta hacer fracasar la economía, lo cual convierte en esclavos del Estado totalitario a las naciones.

Así, fracaso tras fracaso, aceptando hoy su derrota doctrinaria del viejo modelo económico de planificación central comunista, asimila la misma mediante una mutación que utiliza su aprendizaje de control político que, mediante una nueva fórmula de mafias, administran la violencia desde el propio Estado y en sus distintas formas, y fuentes de ilícita financiación, como por ejemplo el narcotráfico. Con dicho control del poder político en determinado Estado, les permite apoyar su acción geopolítica mundial. 

Donde no exista libertad, con bases fuertes de poderes autónomos del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, la democracia de elecciones representativas es solo una quimera. Donde los valores y principios de derechos humanos y ciudadanía no sean establecidos y defendidos por un sistema de justicia y de monopolio de la violencia de un Estado basado en la libertad, solo prosperará la tiranía, y solo se necesitará relativamente pocos esbirros bien entrenados que, mediante sus redes delictivas, podrán sostener bajo tal Estado criminal el poder. La sola declaración del huido director de la policía política venezolana Manuel Christopher Figuera que confiesa haber recibido la instrucción dada directamente a él por Nicolás Maduro de "mételo lo preso, siémbrale armas, ve qué haces" ...para con cualquier celada secuestrar e incomunicar a Roberto Marrero, quien fungía como jefe del Despecho de la Presidencia de la Asamblea Nacional. Así, secuestrándolo, sembrándole armas y demás falsas pruebas, fue encarcelado e incomunicado.

Secuestrar e incomunicar son su técnica. Así lo intentan con todo nuestro país. ¡Eso intentan hacer con todos nosotros! Incluso incomunicarnos entre nosotros; con la vieja y perversa técnica del intrigante manejo de falsas informaciones y contrainteligencia delictiva. Ello no nos debería dejar lugar a dudas sobre qué clase de criminales títeres del castrismo están en Miraflores. Ello no nos debería dejar lugar a dudas sobre la necesidad unirnos en una estrategia común para trabajar inteligentemente en un equipo para ganar la libertad. Nuestra familia venezolana lo vale. Nuestros hermanos merecen que lo logremos en su memoria. Para sus hijos, nuestros hijos. Venezuela lo merece en memoria de nuestros héroes caídos. ¡La memoria de nuestro "Oh, capitán, mi capitán" Rafael Acosta Arévalo lo reclama! 

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