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Comer bien mientras se viaja

Todo se reduce a probar platos típicos, pero en pequeñas porciones

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Durante las vacaciones, gran parte del viaje se va en sentarse a comer. No es de extrañar, dado que es el momento de descanso y también el de probar cosas nuevas. Verónica Zumalacárregui sabe mucho de eso, porque para sus programas de El Gourmet Me voy al Mundo y Abuelita Linda se la pasa entre viaje y viaje gastronómico.

Con solo 30 años de edad, ya conoce 50 países y tiene sus preferidos. “Perú es el mejor lugar en el que comí. Claro que la comida italiana es la mejor de Europa junto con la española. También me encanta la japonesa”, cuenta. Otro destino gastronómico que destaca no es tan clásico: dice que Jordania merece una visita porque la comida de Medio Oriente no tiene comparación.

Para ella, no es tan difícil saber qué lugares son los mejores. Solo hay que estar bien asesorado. “Yo nunca viajo sin contactar a alguien de la localidad”, dice. Pero, ¿qué pasa si no conocemos a nadie en el destino? Conviene investigar bien dentro de TripAdvisor, huir de lo turístico y hacer amigos en Couchsurfing que puedan dar consejos.

Una vez elegido el itinerario, tiene un consejo fundamental: no pasarse con las cantidades. Nadie quiere vivir de ensaladas cuando está viajando, pero tampoco es recomendable comer tres banquetes al día. “La única clave es poder probar la gastronomía local, pero en pequeñas porciones”, remata Verónica.

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