El papa Francisco aprobó este martes la canonización del beato José Gregorio Hernández, quien será reconocido oficialmente como el primer santo de Venezuela. Este anuncio, hecho por el Vaticano, ha generado emociones y reacciones en el país y en el resto en el mundo entre quienes han venerado al médico de los pobres durante años.
«Es un gran gozo para los venezolanos»
La noticia la recibió con júbilo la Iglesia católica en Venezuela, que considera este momento un hito histórico para la nación.
Monseñor Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, expresó alegría por la canonización de Hernández y destacó la relevancia de esto para Venezuela y los venezolanos. Resaltó el ejemplo de vida del santo, que, a través de su entrega y caridad se convirtió en un modelo para muchos.
«Es un gran gozo para todos los habitantes de este querido país y también para mí, que empecé a conocer, apreciar y amar al beato José Gregorio Hernández durante mi estadía en Venezuela. Es un gran gozo pero también una responsabilidad tener un santo de este calibre porque todos conocemos el corazón y la caridad de este santo José Gregorio Hernández», indicó el prelado en un video publicado por el Santuario Nuestra Señora de La Candelaria.
«Los santos son nuestros amigos pero también nuestros modelos de vida, entonces tenemos que aprender a vivir el evangelio según el ejemplo que ellos nos han dado», expresó.
El cardenal Baltazar Porras, arzobispo emérito de Caracas, calificó este anuncio de un símbolo de esperanza y unidad, y señaló que la devoción de los venezolanos a Hernández se extiende no solo en el país, sino también en el mundo entero.
«José Gregorio Hernández es un ejemplo de santidad, de entrega, de sinodalidad», afirmó el cardenal, que subrayó que la canonización representa no solo una admiración, sino también un llamado a seguir sus huellas.
La canonización de José Gregorio Hernández también se ve como un llamado a la reconciliación y la unidad en un país marcado por dificultades. El padre Gerardino Barracchini, vicepostulador de la Causa de Canonización, comentó que este paso representa un «camino hacia la reconciliación y la paz» para Venezuela.
«Hoy la esperanza se fortalece»
Edmundo González Urrutia, presidente electo de Venezuela, también se unió a la celebración y expresó el significado de este momento para el país.
«Hoy la esperanza se fortalece en el corazón de nuestro pueblo. Su vida fue testimonio de bondad, servicio y entrega a los más necesitados. En los momentos más difíciles, él nos enseñó que la fe es nuestra mayor fortaleza. Que este acontecimiento renueve nuestra confianza en un futuro mejor para Venezuela», expresó el líder político en X.
El académico y científico Benjamín Scharifker, presidente de Espacio Anna Frank, expresó su admiración por la obra científica, médica y humana del médico. «Hoy la Iglesia lo reconoce oficialmente como santo y todos los venezolanos, todas las personas del mundo, católicos o no, lo celebramos emocionados».
El historiador Rafael Arráiz Lucca, expresó: «Habemus santo. José Gregorio Hernández, el médico, el sanador, el que cose las heridas, el arquetipo del hombre de bien, el filántropo, el gran científico, el académico, el que une lo roto, el que junta, santo de la Iglesia Católica. Al fin».
Venezolanos veneran a José Gregorio Hernández por su canonización
En la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria, en Caracas, la emoción se evidenció. Devotos de todas las edades expresaron su felicidad y gratitud por la canonización de José Gregorio Hernández.
«Estoy muy emocionada. No tengo palabras para especificar qué significa para mí José Gregorio Hernández», comentó una devota. «Esto que está sucediendo nos llena de mucha alegría. Estoy feliz y estoy contenta porque Venezuela es única. Lo único que hay que tener es paciencia, tolerancia y seguir hacia adelante con nuestros valores, con nuestros principios y sobre todo con nuestra fe. Llegó el día».
En la misma iglesia se celebran este martes dos misas de acción de gracias, convocadas para conmemorar la canonización.
El legado de un santo
Nacido el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, estado Trujillo, José Gregorio Hernández se destacó como médico y hombre de fe. A lo largo de su vida combinó su conocimiento científico con una profunda vocación religiosa. Su muerte, en 1919, conmocionó al país y miles de personas acudieron a su funeral.
La beatificación, el 30 de abril de 2021, fue un paso importante en su camino hacia la santidad. El milagro que validó este acto fue el caso de Yaxury Solórzano Ortega, la niña de 10 años de edad que sobrevivió a un disparo en la cabeza, lo que sus familiares atribuyeron a la intercesión de médico de los pobres.